El magistrado del Tribunal Supremo (TS) Antonio Jesús Fonseca-Herrero renunció ayer al cargo de Promotor de la Acción Disciplinaria del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Fonseca- Herrero ha mantenido durante los últimos meses un intenso enfrentamiento con el juez de la Audiencia de Las Palmas Salvador Alba, que lo denunció en abril por hacer público datos reservados del expediente abierto contra él.

El promotor de la Acción Disciplinaria propuso la semana pasada expulsar a Alba de la judicatura por la supuesta desatención de sus obligaciones, al usar una causa penal para investigar a la magistrada Victoria Rosell y su entorno por hechos ajenos al procedimiento, mientras que Alba reclama 12.000 euros de indemnización por la supuesta vulneración de su honor, de su intimidad y de su imagen por dar datos personales relacionados con esa investigación.

Fonseca-Herrero también propuso suspender un mes a Rosell tras la denuncia de un abogado por hechos distintos al expediente de Alba, pero la Comisión Disciplinaria, con cinco votos a favor y dos en contra, ha rechazado sancionar a la juez al no considerar acreditado su participación en la instrucción una causa mientras estaba recusada por el letrado que la denunció.

La dimisión de Fonseca- Herrero se hizo efectiva por la mañana en una carta dirigida al presidente del Tribunal Supremo y del órgano de gobierno de los jueces, Carlos Lesmes. El magistrado ha presentado su renuncia de manera irrevocable por "razones estrictamente personales", según una nota de prensa hecha pública ayer por el gabinete de comunicación del CGPC. Fuentes judiciales, en cambio, confirman que las desavenencias entre el promotor, la Comisión Disciplinaria y el Pleno del CGPJ eran frecuentes por su manera de tramitar los expedientes, con protestas de los vocales por los retrasos en emitir las propuestas de resolución. Las asociaciones judiciales, además, han criticado con dureza al promotor por investigar en secreto a un juez de Barcelona durante más de un año.

El puesto de Fonseca-Herrero, en cualquier caso, no parece fácil de desempeñar. Su labor consiste en investigar las denuncias contra los compañeros de carrera y proponer las sanciones si considera acreditada alguna falta, una especia de oficina de asuntos internos para controlar negligencias, irregularidades y posibles excesos en el Poder Judicial.

Caducidad

Su tardanza en resolver la denuncia de Rosell contra Alba es otro de los factores que han podido precipitar el desencuentro entre Fonseca-Herrero y los vocales del CGPJ. El propio Alba, en ese sentido, ha solicitado el archivo del expediente al entender que la propuesta de expulsión se hizo fuera de plazo, unos días después de que transcurrieran los seis meses establecidos para cerrar el expediente. Esa alegación sobre la caducidad y el archivo de las actuaciones deberá resolverla el Pleno del CGPJ.

Lesmes ha aceptado la renuncia de Fonseca-Herero y ha agradecido "la dedicación" durante el desempeño de sus funciones, según el comunicado. Fue nombrado por el Pleno el 31 de enero de 2014 y tomó posesión del cargo en febrero. El magistrado, que estaba en la situación de servicios especiales, se reincorporará a su plaza de la Sala Tercera del Supremo, que se encarga de impartir jurisdicción en lo Contencioso Administrativo.

Fonseca-Herrero nació en abril de 1959 e ingresó en la carrera judicial en 1986. En octubre de 2012 fue nombrado magistrado de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo. Llegó a Promotor de la Acción Disciplinaria a instancias de Lesmes, que ahora deberá buscar un sustituto para acabar el año y medio que resta de mandato.