Las marchas por la dignidad celebradas ayer en las Islas sirvieron también para que los colectivos y organizaciones participantes expresaran su rechazo a la Ley del Suelo impulsada por el Gobierno canario y que está previsto que se apruebe en junio en el Parlamento regional. Unas 300 personas en la capital grancanaria y cerca de 2.000 en Santa Cruz de Tenerife acudieron a un llamamiento que también se convocó en varias capitales españolas para criticar las políticas de recortes que se siguen aplicando y reivindicar los derechos sociales y laborales perdidos durante la crisis.

Partidos políticos -entre ellos Podemos y el Partido Comunista del Pueblo Canario (PCPC)-, sindicatos, la plataforma por un desarrollo sostenible y otros colectivos y organizaciones sociales recorrieron ayer las calles en una nueva marcha para exigir que acaben los recortes y alertar sobre la pobreza y exclusión que afecta a miles de personas y familias en Canarias.

Entre los dirigentes políticos que participaron en la manifestación se encontraban cargos públicos de Podemos como el primer teniente de alcalde, Javier Doreste; la portavoz en el Parlamento regional, Noemí Santana, y la diputada nacional Meri Pita. Esta última criticó que "nos vendieron en la crisis que los recortes eran coyunturales pero ahora, pese a la recuperación técnica de la economía, la desigualdad es aún mayor y sobre todo en Canarias".

Meri Pita aseguró que si la Ley del Suelo se aprueba tal y como está Podemos la llevará a los tribunales como hizo con la llamada ley de las islas verdes. "Se trata de un golpe de Estado a Canarias porque se pone todo el territorio en venta digan ellos lo que digan. Que la gente se moleste en leerla porque se puede construir hasta en el Roque Nublo porque no respeta ningún lugar del territorio, que es nuestro factor identitario", aseguró. Según Pita, se pretende ahondar en la especulación sobre el suelo.

Con el lema Pan, trabajo y derechos, la marcha en la capital grancanaria transcurrió entre el Parque San Telmo y la sede de la Presidencia del Gobierno canario. En el caso de Santa Cruz de Tenerife la manifestación partió de la Plaza Weyler hasta la Plaza de la Candelaria. La asistencia fue mucho mayor en la capital tinerfeña ya que asistieron cerca de 2.000 personas. También se celebró la marcha en otras capitales de las islas no capitalinas como La Palma.

Una de las principales críticas manifestadas durante la marcha es la crisis social que supone el fenómeno de los trabajadores pobres que no llegan a fin de mes y que siguen acudiendo a las ONG.