Clavijo antepone el diálogo al enfrentamiento en el Día de Canarias

El jefe del Ejecutivo autonómico puso ayer sobre la mesa en el teatro Pérez Galdós de Las Palmas de Gran Canaria toda una declaración de intenciones. De sus palabras se deducen unos años por venir en los que Canarias abandonará por fin los puestos cabeceros de clasificaciones negativas como las del paro, el abandono escolar o la atención a la dependencia, por ejemplo. La igualdad de condiciones aludida hace pensar que ya están creados los mimbres para que eso suceda.

Desligó ­el estado de las relaciones con Madrid de la necesidad que en la actualidad tiene el Partido Popular de consensuar con otras formaciones la aprobación de los presupuestos o la investidura del propio Rajoy como presidente del Gobierno de España. La aritmética parlamentaria ha hecho fuertes a las Islas en la actualidad y de las palabras de Clavijo se deduce que esta robustez de las demandas canarias puede estar a salvo aún cuando los conservadores volvieran a obtener una mayoría absoluta que les deje las manos libres para actuar. O eso, o, por lo expresado ayer, el retorno al "frentismo" que sostuvo su predecesor, Paulino Rivero (CC), cuando los votos nacionalistas no eran necesarios en el Congreso de los Diputados.

"Hemos demostrado que es posible cambiar las cosas y dar la vuelta a una situación de injusticia", advirtió. La alusión en ese momento se centró a la extracción con éxito del Régimen Económico y Fiscal (REF) del sistema de financiación autonómica. Que el fuero canario haya formado parte de ese modelo en base al que el Estado reparte entre las comunidades autónomas fondos para que atiendan los servicios básicos esenciales -Sanidad, Educación y Políticas Sociales- ha hurtado centenares de millones de euros a los ciudadanos del Archipiélago.

El nuevo sistema de distribución de los fondos está por conocerse, pero es cierto que la consejera de Hacienda, Rosa Dávila, ya ha obtenido el compromiso del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, para que esa situación no se vuelva a repetir, lo que en números se traduce en la llegada anual de 400 millones de euros más a las arcas canarias. También en las cuentas estatales que se aprueban hoy se superan desmanes padecidos hasta la fecha por la comunidad autónoma, como la escasez de los fondos para inversión, que no alcanzaban nunca la medida estatal cuando así lo mandata el REF.

Dificultad como acicate

El presidente expuso las dificultades a las que se enfrentan a diario los ciudadanos isleños por la lejanía y la insularidad. Sin embargo, tomó ambos obstáculos como acicates que provocan que se llegue al mismo lugar que el resto "fortalecidos". De hecho, sostuvo que esa distancia con respecto a la Europa continental y la fragmentación del territorio "habrían hecho desistir a otras sociedades (...). Son obstáculos que pocos archipiélagos en el mundo han podido remontar para crecer".

Por ello, Clavijo invitó a los canarios a celebrar que sus Islas lo han logrado. "Debemos reconocérnoslo", abundó, descartando que eso suponga un ejercicio de "vanidad" y sí un "homenaje a los canarios y canarias" que en el pasado "creyeron en esta tierra y defendieron y demostraron que, aun estando lejos, viviendo en islas e incluso siendo más pobres", el Archipiélago y quienes lo habitan nunca fueron "menos que nadie". "De ellos hemos aprendido que es posible construir un espacio común desde la diferencia, que somos capaces de identificarnos como iguales siendo muy distintos, que unidos somos mucho más que ochos islas y que no hay problemas que el talento, el trabajo y el empeño no sean capaces de resolver", enfatizó el presidente del Gobierno de Canarias.

Además del arrojo de los isleños de décadas pasadas, también incorporó la necesidad de contar "con una sociedad comprometida con el desarrollo común". En ese punto del discurso, Clavijo colocó al ciudadano en el centro de la consecución de unas mejores condiciones de vida, "porque las sociedades más democráticas y más libres se construyen de abajo a arriba, del ciudadano a la institución, de lo individual a lo colectivo". Apuntado esto explicó la "suma importancia" que tiene el que todos juntos -administrados y administraciones- incrementen "el bienestar" del conjunto de la ciudadanía de las Islas. "Una sociedad civil fuerte y comprometida es la mejor base sobre la que levantar una sólida estructura, para crecer y para nunca darse por vencido", añadió.

De esa sociedad debe surgir un sentimiento de cohesión que destierre del imaginario colectivo la existencia de "islas grandes o pequeñas". En cambio, el presidente abundó en la necesidad de que la amalgama social sea "igual de sólida en todos sus territorios", lo que impide pensar en espacios insulares a la hora de construir objetivos y coloca como centro para conseguir un futuro mejor a "la suma que hace Canarias".

El mensaje lanzado tiene sencilla traslación a la reforma del sistema electoral en ciernes. Los nacionalistas defienden la continuidad de la triple paridad como base, mientras el resto de formaciones -Agrupación Socialista Gomera de Casimiro Curbelo al margen- optan por una remodelación profunda que acerque el resultado de manera más intensa al principio de un ciudadano, un voto.

Incluso, ese destierro del insularismo incluido en su mensaje tiene encaje en la polémica por el reparto de los fondos llegados a las Islas tras condonar Madrid la tradicional suma que partía de las arcas canarias para compensar la desaparición del Impuesto sobre el Tráfico de Empresas (ITE) y que se concretó en el Fondo de Desarrollo de Canarias (Fdcan). También la triple paridad fue protagonista a la hora de distribuir los 160 millones de euros anuales, con el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales (Nueva Canarias), enfrentado a sus homólogos por pretender que también se atendiera el concepto de población de unas y otras islas y evitar así que las comparación per cápita fuera exageradamente favorable a las no capitalinas.

Clavijo también colocó los complejos en el cesto de las rémoras de las que es necesario desprenderse para poder mirar al futuro con la seguridad de que será mejor. "Tenemos que convencernos de que si a alguien debemos algo, es a nosotros mismos y que no hay listón más alto para medirnos que el de nuestros propios logros", destacando los alcanzados por los galardonados ayer con los Premios Canarias y las Medallas de Oro.

El presidente describió al pueblo que administra como "innovador, solidario, comprometido y dialogante", además de "empático y generoso" y de nuevo aludió a los premiados como ejemplo que sustenta cada uno de los calificativos empleados. "Siempre hay algo que nos une. Esfuerzo y amor, unión y diálogo, y también el deseo de construir juntos un país", alusión más decididamente nacionalista del discurso, "que podamos compartir con nuestros hijos y nietos". Por ello, Fernando Clavijo invitó a evitar que "las dificultades" distraigan a los canarios de la consecución del objetivo. "Saquemos todas esas cualidades que hoy nos identifican y que, aunque a veces lo olvidemos, están presentes en nuestro día a día", instó.

Ese horizonte es el que, según el jefe del Ejecutivo del Archipiélago, debe promover que cada uno de los más de dos millones de habitantes de las Islas saque todas esas cualidades enumeradas por él. "Hagamos bandera de ellas porque son y representan nuestro principal impulso para seguir unidos, para seguir avanzando", expuso.

De hecho, resaltó que anteponer esas características es lo que ha permitido generar "un país que es más grande que el territorio que abarca". De esa grandeza alcanzada con respecto a épocas pasadas responsabilizó a las "capacidades y éxitos" de los ciudadanos canarios. "En nuestra historia son tantos los ejemplos de momentos difíciles como los de obstáculos superados, porque todos los hemos superado", aseguró y situó como reto más próximo desterrar los efectos que la crisis económica han tenido para miles de familias.