La ponencia en el Parlamento regional sobre la Ley del Suelo de Canarias ha concluido hoy miércoles su informe sobre el proyecto legislativo.

El texto será dictaminado el 9 de junio en comisión parlamentaria y aprobado definitivamente por el pleno el 22 y 23 de junio. Entrará en vigor en julio.

El proyecto estrella del presidente del Gobierno, Fernando Clavijo, se llamará finalmente Ley del Suelo y de los Espacios Naturales de Canarias, un cambio promovido por Coalición Canaria en la última sesión de la ponencia parlamentaria.

Según el portavoz de CC, José Miguel Ruano, el cambio de nombre a Ley del Suelo y de los Espacios Protegidos busca que quede claro que se apuesta tanto por la simplificación como por la contención, ya que, según señala, los espacios naturales protegidos no son solo suelo sino biodiversidad que hay que preservar, a la vez que simplifican las actuaciones en el suelo fuera de esos espacios.

El texto contará, como mínimo, con el apoyo de los 33 votos de CC, PP y la Agrupación Socialista Gomera (ASG), si bien, dependiendo de las enmiendas, tendrá más respaldos del PSOE o Nueva Canarias.

“La ley que ha salido es excelente y se basa en la simplificación, para hacer cosas donde se pueden hacer, y en la no regresión en aspectos medioambientales, para aclarar dónde no se puede hacer”, señala el portavoz de CC.

El diputado de NC, Luis Campos, reconoce el esfuerzo desplegado por José Miguel Ruano para propiciar acercamientos y recalca que si en la redacción inicial del proyecto de ley hubiera participado él, seguramente "habría habido muchas más posibilidades de acuerdo".

"Si el espíritu desde el primer día hubiera sido el que hemos encontrado en la ponencia, con personas como Ruano, los puntos de partida no habrían sido tan distantes", añade.

A su juicio, lo que ha pasado es que el proyecto de la Ley del Suelo se redactó "de la noche a la mañana", llegó al Parlamento sin un diagnóstico previo y sin participación ciudadana, con la finalidad más de desregular que de simplificar, que anticipa que esta ley generará "procesos de judicialización importantes".

Si bien se ha conseguido limitar el uso turístico del suelo rústico son numerosas las puertas traseras que permite la ley para saltarse el planeamiento, tanto por parte de las administraciones públicas como por particulares, sostiene Nueva Canarias, cuestión que niega José Miguel Ruano, quien asegura que la nueva norma deja claro, por ejemplo, la excepcionalidad en los proyectos insulares y autonómicos.

Aunque el texto que sale de la ponencia es mejor que el que llegó sigue siendo "una ley claramente desarrollista que antepone una visión municipalizada frente a un proyecto común de Canarias", insiste Luis Campos.

Tanto Nayra Alemán, diputada del PSOE, comoNatividad Arnáiz, de Podemos, coinciden en que el texto se ha mejorado, pero no es la Ley del Suelo que sus partidos quieren.

Para el PSOE sigue siendo una línea roja el escaso papel que se le da al órgano que sustituirá a la Cotmac en la aprobación de los planeamientos, y para Podemos es “un parche” para Canarias que va a dar como resultado más construcciones y consumo del suelo.

“Es pan para hoy y hambre para mañana”, critica la diputada de la formación morada, quien señala que las posiciones “no se han acercado nada" y los cambios que ha admitido la mayoría compuesta por CC, PP y ASG no han sido sustanciales, al mantener que el suelo rústico se destine al turismo en vez de al cultivo, "a costa de nuestra soberanía alimentaria".

Ruano cree que "no hay dos bloques" - CC, PP y ASG, de un lado, y PSOE, NC y Podemos, de otro-, y espera que tanto en la comisión como en el pleno sean más las ocasiones en las que los votos estén por encima de 33.

Confía en que el PSOE valore los avances que se han producido fruto del acuerdo de noviembre del pasado año para intentar salvar el pacto de gobernabilidad con los socialistas que se rompió finalmente en diciembre.

"Se han mejorado y perfilado cuestiones planteadas por la oposición, de modo que, siendo un texto muy bueno el que entró, ahora es mejor", asegura.