El inusitado papel protagonista que Canarias ha desempeñado en la política nacional ha despertado recelos en el otro archipiélago del país. Desde Baleares observan con atención cómo los dos partidos nacionalistas de la Comunidad Autónoma -Coalición Canaria (CC) y Nueva Canarias (NC)- han sabido hacer valer su apoyo a los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para conseguir más fondos para la región e incluso la materialización de demandas históricas como el aumento de la subvención para desplazarse entre islas hasta el 75% del coste del billete. En un primer momento, y aún expectantes, en el territorio mediterráneo se limitaron a insistir en que lo que lograse Canarias tendría que ponerse en práctica también en Baleares, pero esas advertencias iniciales se han convertido ahora, una vez que el voto 176 de NC y Pedro Quevedo se ha traducido en más dinero y más bonificaciones -más dinero para carreteras y empleo y más descuentos para el transporte de mercancías, por ejemplo-, en una abierta reivindicación: Baleares quiere ser Canarias. Tan es así, que el Ejecutivo balear no solo ha denunciado un pretendido trato de favor del gabinete de Mariano Rajoy a Canarias, sino que hasta tiene ya una hoja de ruta por escrito en la que reclama para sí los instrumentos fiscales de los que la Comunidad Autónoma disfruta en virtud de su particular Régimen Económico y Fiscal (REF).
La presidenta del archipiélago mediterráneo, Francina Armengol, ha llegado a decir estos días, tras el acuerdo de Quevedo con el Partido Popular (PP), que Rajoy debe manifestarse "sobre si creará un agravio comparativo o no entre Canarias y Baleares". Aunque las palabras de la socialista podrían circunscribirse a los compromisos que NC ha arrancado al Gobierno central, lo cierto es que en su discurso subyace la pretensión de equiparar las dos comunidades, y ello por más que sean muy diferentes. Ya de entrada, y fundamentalmente, porque Canarias tiene, por su considerable lejanía respecto del territorio continental, la condición de Región Ultraperiférica (RUP) que no tiene o padece Baleares. En cualquier caso, ello no obsta para que la autonomía que preside Armengol quiera hacer un copia y pega
Una reserva para inversiones en Baleares, una zona especial balear, un impuesto como el IGIC, un igual marco de ayudas al transporte... En definitiva, el plan del otro archipiélago del Estado para combatir la insularidad es en buena medida el plan de Canarias. Una hoja de ruta que ha quedado plasmada en un estudio, dirigido por el profesor José Luis Groizard y fruto de la colaboración del Govern y la Universitat baleares, que el ejecutivo de Armengol pretende esgrimir en sus reivindicaciones en Madrid. Y la comparación con Canarias es constante en las 221 páginas que ocupa el informe. El análisis está impregnado de continuas referencias, más o menos explícitas, a ese supuesto mejor trato que desde Madrid se le ha dispensado a la región atlántica.
Transporte de mercancías
El estudio redactado para el Govern hace la primera comparación con Canarias en el coste de los fletes para el transporte marítimo de mercancías. "Según cálculos obtenidos en este estudio", reza el informe, el flete es más caro en Baleares, de modo que una primera reivindicación es que su sistema de subvenciones tome como referencia el de la Comunidad Autónoma. No en vano recuerdan que las arcas estatales subvencionan la mitad de este extracoste en Canarias -ahora, gracias al acuerdo NC-PP, se subvencionará el 100%-, mientras que en el territorio mediterráneo la ayuda económica es o era de un 35% y solo para determinadas mercancías. El análisis incluso simula la aplicación del modelo canario en Baleares, lo que le reportaría a este archipiélago hasta 611 millones de euros más.
Un IGIC mediterráneo
En Baleares quieren también importar el Impuesto General Indirecto Canario (IGIC). Hay que recordar que este tributo es realmente estatal, aunque de exclusiva aplicación en las Islas, y que, en la práctica, supone una reducción del IVA -el tipo general del IGIC es de un 7% frente al 21% del IVA- para promover el consumo, la capitalización de las empresas y, en definitiva, potenciar la economía. El estudio de la Universitat recuerda que Canarias, también Ceuta y Melilla, disfrutan, por tanto, de un IVA reducido, que es justamente lo que piden los autores del informe: "Un IVA especial para Baleares".
Reserva de inversiones balear
La Hacienda de las islas mediterráneas también contempla la posibilidad de solicitar que el Régimen Especial Balear (REB) incluya, como el REF, una reserva para inversiones. "El nuevo REB debería incorporar una reserva de inversiones definida en términos similares a la existente en las Canarias", dice el documento. La Reserva para Inversiones en Canarias (RIC) es uno de los instrumentos fiscales que más problemas viene dando a los empresarios de la Comunidad Autónoma, hasta el punto de que se ha judicializado en infinidad de casos. La mayoría de estos problemas ha estado en el destino final, no siempre claro, de los fondos de la RIC, que puede dotarse con hasta un 90% de los beneficios empresariales que no estén sujetos a reparto societario. Esa cuantía que se destine para la RIC, que podrá luego emplearse, por ejemplo, para adquirir un nuevo inmueble para el desarrollo de la actividad, no se tiene en cuenta para el Impuesto de Sociedades, con lo que la entidad reduce su carga fiscal. El objeto es alcanzar el mayor nivel posible de autofinanciación empresarial.
Zona especial balear
Y como la RIC, los autores del estudio también exhortan a crear una zona especial balear que imite a la Zona Especial Canaria (ZEC), no sin antes reflexionar "sobre las áreas prioritarias en las que desarrollarían su actividad las empresas que se pudieran acoger a estos incentivos". Hay que recordar que la ZEC es una herramienta para captar empresas de sectores que se consideren prioritarios o de interés futuro ofreciéndoles tributar por el Impuesto de Sociedades a solo un 4%, frente al 28% en el resto del país.
Importar el REF
Así pues, el argumento del informe encargado por el Govern es siempre comparativo: mientras el REB no tiene "ningún instrumento de carácter fiscal", el REF "dispone de al menos dos instrumentos para contrapesar los efectos de la insularidad y la ultraperificidad": la RIC y la ZEC, los cuales deben copiarse. En este sentido, la consellera Catalina Cladera no solo ha criticado estos días a Rajoy por lo que califica de "concesiones económicas bilaterales" tanto al País Vasco como a Canarias, sino que lo ha exhortado, además, a "abrir las negociaciones" para el futuro REB. "Siempre hemos mantenido que aquello que va para Canarias tiene que ser para Baleares", dejó claro Cladera, quien, no obstante, insistió: "Queremos lo mismo que Canarias". Y, de momento, en Baleares han encontrado apoyo a sus críticas en dirigentes como el extremeño Fernández Vara, que no cree "bueno para España" que los territorios, en función de sus diputados, "alteren" los presupuestos estatales.
