El PSOE salió ayer en defensa del diputado de NC en el Congreso, Pedro Quevedo, su aliado en las listas electorales en los dos últimos comicios, ante las críticas y ataques de que fue objeto por parte del líder de Podemos, Pablo Iglesias, durante el debate de la moción de censura que ayer concluyó en la Cámara baja. El portavoz provisional de los socialistas, José Luis Ábalos, rechazó la acusación vertida el día anterior por el líder de la formación morada contra Quevedo por "haberse vendido barato al PP" al apoyar los Presupuestos estatales de este año, y, por el contrario, consideró que ese apoyo del nacionalista "barato no ha salido".
"Ya quisieran muchos diputados territoriales llevarse a su tierra lo que ha llevado él", dijo Ábalos, refiriéndose a los 204 millones en que se cifra el valor de las inversiones y medidas pactadas entre NC y el Gobierno central para las Islas a cambio del voto del diputados 176. Además, el portavoz del PSOE también recordó, a modo de reconocimiento político del diputado nacionalista, que "encima, el hombre, voto que no [a la investidura de Rajoy]".
Esta respuesta venía dada porque el líder de Podemos volvió a reprochar ayer a los socialista que no hubiera presionado al canario, teniendo en cuenta que éste llegó al Congreso compartiendo con ellos lista electoral. "Busquen otros aliados que no le salgan tan baratos [al Gobierno del PP]", le había dicho Iglesias.
La segunda y última jornada de la moción de censura contra Rajoy estuvo marcada en parte, amen de por el resultado final con 82 síes, 97 abstenciones y 170 noes en contra de la propuesta de Iglesias -de los 15 diputados canarios votaron en contra los 6 de PP, dos de C's y la nacionalista de CC, se abstuvieron los dos del PSOE y el de NC y dijeron 'sí' los tres de Unidos-Podemos- por los efectos del bronco intercambio de acusaciones del día anterior entre Iglesias y los dos diputados nacionalistas canarios, el propio Quevedo y la tinerfeña Ana Oramas (CC).
Tanto ellos como los diputados canarios del PSOE, del PP y de Ciudadanos coincidieron ayer en lamentar el "tono faltón e insultante" que vieron en el líder de Podemos, y en lo que consideraron su "desconocimiento" de Canarias, territorio del que habló, según dijeron, "de oídas y por algunos papeles que le pasan". En particular llamaron la atención sobre el hecho de que Iglesias mencionara al presidente de NC, Román Rodríguez, como dirigente de CC, y que además insinuara su implicación en asuntos de corrupción mencionándolo junto al exconsejero de Sanidad Julio Bonis en un caso bajo investigación judicial que afecta a uno de los hijos de Pujol.
Quevedo, que se abstuvo en la moción pese a reconocer medio en broma medio en serio que "el cuerpo" le pedía votar 'no', vio "tintes racistas" en la forma en que Iglesias mencionó que a Rodríguez como alguien a quien supuestamente se conoce como el mejicano en esa trama bajo investigación judicial.
Oramas, que votó en contra de la censura a Rajoy, denunció por su parte la "gravedad" de las insinuaciones realizadas por el líder de Podemos. En el mismo sentido habló la diputada tinerfeña de C,s, Melisa Rodríguez, así como el diputado del PP Guillermo Mariscal, y el socialista Sebastián Franquis. Todos ellos sumaron esta alusión de Iglesias a la "confusión" sobre la realidad y el "quién es quién en Canarias".
Quevedo lamentó así la "exhibición impúdica de su desconocimiento de la situación de Canarias", al tiempo que reprochó que siga pensando más en "ir contra el PSOE que en construir un cambio político". "Si su objetivo último sigue siendo tener un voto más que el PSOE, como parece, tenemos legislatura y gobiernos del PP para largo. Cada vez que se equivoca nos obliga a recordarle que votó con el PP contra un candidato a la presidencia de izquierdas".
Franquis, por su lado, tras asegurar que Iglesias "soltó notas que le habían pasado sobre Canarias a destiempo y sinsentido", dijo que la "tónica" de su intervención fue la de "buscarse enemistades". Según él, "ha hecho lo contrario de lo que debe hacer un candidato a la Presidencia del Gobierno, ofender a otros grupos en lugar de buscar apoyos", insistiendo en que "la moción estaba pensaba contra el PSOE, no contra Rajoy". Cree que la moción "le ha salido mal a Iglesias porque ha reforzado a Rajoy, y él sale tocado porque se ha demostrado que no sabe qué hacer con España".
"Ha sido más una moción de opiniones que de propuestas", señala Franquis. "Este es un día triste de la democracia española porque este debate no se tenía que haber producido y se lo podíamos ahorrar a la sociedad española porque Podemos ya podía haber evitado un gobierno del PP votando la investidura de Pedro Sánchez hace ocho meses", aseveró.
La popular María del Carmen Hernández Bento cree que la moción ha servido "para demostrar que Iglesias no es la persona adecuada para gobernar España" y que "ni siquiera parece que él quiera gobernar al conjunto de los españoles, porque esta moción tenía otros fines". "El candidato sólo ha tenido en su mente a sus votantes y lo que perseguía no era presentar una alternativa de Gobierno, porque, lejos de querer conciliar, lo que quiere es dividir". Además, dijo que "sus referencias a Canarias forman parte de su discurso de querer darnos la imagen de una España negra, y hablar de trato colonialista hacia Canarias es desnortado".
Melisa Rodríguez, de C,s, insistió en la idea de su partido de la "total ausencia de proyecto para España del candidato" y en que "ha sido un intento de asalto al poder a través de portadas de periódicos y televisiones, porque si uno aspira a hacer una moción seria y por convicción, lo que haría sería ponerse de acuerdo con el resto de los partidos políticos y no anunciándolo primero incluso antes de darlo a conocer a sus propios diputados".
Como no podía ser de otra forma solo los diputados de Podemos defienden la oportunidad de la moción. Meri Pita asegura que "ha quedado clara la necesidad que había de presentarla, hemos explicitado los motivos de una forma elocuente de su urgencia democrática" y que "queda claro que hay un partido que se resiste a abandonar y una expectativa de una España nueva que se abre". "Estamos con un gobierno en minoría, no se ha ganado la moción pero tampoco hay un apoyo mayoritario al Gobierno que está devaluando la democracia y al que no le importa el sufrimiento de la sociedad española".
