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Claves de la discordia

Los dos bloques en los que se ha dividido la Cámara no han podido superar los puntos más polémicos

Los dos bloques políticos en los que se divide el Parlamento para la aprobación de la Ley del Suelo votarán conjuntamente buena parte de las enmiendas debatidas en la ponencia que se creó para mejorar la nueva norma pero mantienen las diferencias en los puntos más polémicos.

Aprobación monofásica

La aprobación de los planeamientos va a ser monofásica, lo que supone que los aprobarán los ayuntamientos o los cabildos que inicien los planes, y no como hasta ahora, que es la Comisión del Territorio y Medio Ambiente de Canarias (Cotmac) quien da el visto bueno final, lo que a juicio de CC, el PP y ASG demora años que salgan adelante los planes municipales o insulares. Las tres fuerzas restantes quieren que la Cotmac o el órgano que la sustituya tenga un control sobre estos planes.

Papel de la Cotmac

El órgano ambiental autonómico que supla a la Cotmac va a estar sometido a un proceso más reglado y va a hacer la evaluación ambiental del planeamiento con carácter estructurante de los municipios con menos de 100.000 habitantes. Los cabildos y los cuatro municipios más habitados podrán hacer un convenio con este órgano para que haga esta evaluación o crear sus propias estructuras para realizar sus informes.

Directrices de ordenación

Otro punto conflictivo son las directrices de ordenación del territorio. La norma suprime la mayoría.

Proyectos de interés insular

Se ha reforzado el carácter excepcional de los proyectos de interés insular y autonómico y de las ordenanzas municipales, que han sido considerados por los grupos que se oponen a la nueva norma como puertas traseras para saltarse la ley. Aunque las enmiendas han acotado los supuestos que pueden ser considerados de interés a casos excepcionales no se ha llegado a un acuerdo.

Suelo rústico

Se suprimen algunas figuras de carácter territorial de forma que la actuación en suelo rústico será con licencia municipal y, de otro lado, se introducen los usos complementarios en este suelo que permiten obtener rentas complementarias a los agricultores desde el punto de vista energético, restauración o ventas de productos. Estos usos sólo son para profesionales de la agricultura y ganadería sobre construcciones preexistentes y además se mantienen las directrices para el suelo agrario. En este caso, se teme que se abran las puertas a la construcción en suelo rústico.

Residencialización

El uso residencial en zonas turísticas es uno de los puntos más polémicos, pero no en la Cámara sino fuera de ella, porque no ha contentado a la patronal turística ni a los propietarios, pese a que en este caso la mayoría de los grupos parlamentarios apoyan las enmiendas que se introdujeron. La fórmula acordada es que los propietarios en complejos turísticos antes de enero de 2017 consoliden este uso residencial y a partir de esa fecha se prohíbe. No se permite en ningún caso el alquiler vacacional. Los dueños quieren libertad para utilizar sus apartamentos.

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