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Entrevista a Venancio Aguado de Diego

"El pueblo libanés es muy hospitalario, saben que estamos aquí para ayudarles"

"El peligro existe siempre, pero no es una zona de operaciones de alto riesgo", explica el jefe de la Brigada Canarias XVI y jefe del sector Este de la misión de Naciones Unidas en Líbano

El jefe de la Brigada Canarias XVI, Venancio Aguado de Diego, en Líbano. JOSUÉ FALCÓN

Canarias manda una misión de la ONU por vez primera ¿qué valoración hace de ello? ¿Por qué se eligió a la Brigada Canarias XVI para este cometido?

Las Fuerzas Armadas participan en distintas misiones internacionales y ello requiere una preparación previa importante de los componentes de la unidad que va a ser desplegada. Para alcanzar la preparación necesaria, el Ejército de Tierra establece unos ciclos de rotación entre las Brigadas para que participen en unas u otras misiones. En este caso, la Brigada Canarias, que, además, es de reciente creación (2008), tenía como misión generar contingentes para Afganistán y Mali. La participación de la Brigada Canarias en estas misiones muy diferentes entre sí ha sido muy positiva. Hemos desplegado en cuatro ocasiones en Afganistán y una en Mali. Nuestro personal ha participado también como refuerzo en otras tantas misiones internacionales, incluido Líbano. Al finalizar la de Afganistán, el mando decidió asignar la de Líbano a mi Brigada. Puedo sentirme muy orgulloso como general de tener la oportunidad de mandar esta misión y tener bajo mi responsabilidad a soldados de ocho nacionalidades distintas.

¿Supone una mayor responsabilidad para dejar el listón alto?

La Operación Libre Hidalgo, nombre oficial de la misión española en Líbano, va por su rotación número 27. Cada seis meses un general y 600 soldados españoles llegan a esta zona de operaciones con ilusión y motivación. Cada rotación intenta mejorar a la anterior en el sano convencimiento de aportar, y eso supone un reto constante a todos los soldados desplegados.

¿En qué consiste la misión exactamente?

Tiene entre sus cometidos vigilar el cese de hostilidades entre Líbano e Israel y acompañar y asistir a las Fuerzas Armadas Libanesas en el sur del país y a lo largo de la "Línea Azul", zona acordada de separación entre ambas partes. También garantizar el acceso humanitario a las poblaciones civiles y el regreso voluntario y seguro de las personas desplazadas. En la actualidad, forman parte de la misión unas 12.000 personas de 40 países. El despliegue está dividido en dos sectores: Este y Oeste, bajo mando español e italiano, respectivamente. El grueso de nuestro contingente está en la Base Militar Miguel de Cervantes, cerca de Marjayún donde está el Cuartel General del Sector Este, aunque también tenemos otras posiciones más adelantadas a la frontera.

¿Su trabajo se limita a formar a las fuerzas armadas libanesas?

No exactamente. La misión de los cascos azules en Líbano está recogida en la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad. Fundamentalmente es vigilar el cese de hostilidades entre Líbano e Israel y acompañar y asistir a las Fuerzas Armadas Libanesas. Para ello diariamente los soldados españoles realizan actividades operativas conjuntas con las Fuerzas Armadas del país. Permite que el personal de UNIFIL y de las Fuerzas Libanesas conozcan las técnicas, procedimientos y formas de actuación de cada ejército, contribuyendo a mejorar la coordinación durante el desarrollo de las actividades que diariamente llevan a cabo. No hay que olvidar que el propósito final de nuestra misión es que las Fuerzas Libanesas sean capaces de realizar esta misión sin la ayuda de la ONU.

¿En qué medida favorece al desarrollo de esa zona del país la llegada de militares españoles?

Nuestras fuerzas también realizan actividades de cooperación con autoridades e instituciones locales. Es lo que llamamos cooperación cívico-militar, contribuyendo así al desarrollo, estabilidad y progreso de la zona, mejorando con ello la percepción de la sociedad hacia la labor de nuestras fuerzas. Quiero destacar los proyectos de impacto rápido, el programa Cervantes de enseñanza del español, las consultas veterinarias, ayudas a profesores y alumnos de colegios con necesidades especiales, escuelas de fútbol y baloncesto para niños y un sinfín de actividades que acercan las fuerzas españolas a la población civil libanesa. Es magnífica la labor de enseñanza de español que se realiza a través del programa Cervantes, donde cada año más de 300 alumnos aprenden nuestra lengua y nuestra cultura de forma totalmente gratuita en Líbano, gracias a los soldados españoles.

¿La preparación previa de los soldados sirve para algo o la realidad una vez en el terreno es muy diferente?

Es esencial. Cada soldado español antes de tocar suelo en zona de operaciones ha recibido al menos seis meses de instrucción específica en su unidad. La preparación previa al despliegue es muy importante. El contingente tiene que estar completamente operativo desde el primer día que llegamos. Tenemos planes específicos para cada misión. Es un sistema de preparación muy rodado y perfeccionado, nada queda a la improvisación.

¿Cómo reciben los civiles libaneses la llegada de militares extranjeros?

Somos muy bien acogidos. En general, el pueblo libanés es muy hospitalario. Se nota que es zona bañada por el Mediterráneo. Saben que estamos aquí para ayudarles y valoran el sacrificio de dejar nuestras familias y seres queridos para colaborar con ellos.

¿Cómo se mejora la calidad de vida de esa población?

Recientemente, con motivo del Día de las Fuerzas Armadas, nuestro Ministerio de Defensa lanzó la campaña "Nuestra misión, tu libertad". Tenemos la suerte de vivir en un país desarrollado y disfrutamos sin problemas de una vida cómoda, cubriendo fácilmente una gran mayoría de nuestras necesidades. Cuando despliegas a una zona como Líbano te das cuenta de lo importante de apreciar lo que tenemos y de valorar la seguridad que disfrutamos todos en España. Pero la seguridad de España se construye más allá de nuestras fronteras y empieza en países donde se genera inestabilidad. Y ésa es la misión que nos trae aquí: Proporcionar seguridad y estabilidad en la zona no tiene precio para la población. Líbano ha sido un país de continuos conflictos y guerras. Desde 2006, con la implementación de la Resolución 1701 de la ONU, el pueblo libanés está disfrutando del momento de mayor estabilidad de su historia reciente.

¿Cuántos efectivos tiene específicamente bajo su mando?

El sector que dirijo en la misión de UNIFIL comprende a 3.500 cascos azules de ocho nacionalidades distintas: 600 son españoles y el resto del Salvador, Serbia, Brasil, India, Indonesia, Nepal y Fiyi. Es una experiencia muy enriquecedora. Son muchos países, culturas e idiomas diferentes, pero todos los soldados tienen un denominador común: quieren ayudar al pueblo libanés.

¿Cómo es el día a día en la zona donde operan en Líbano?

En una misión internacional no hay horario. Diariamente nuestros soldados realizan 200 actividades operativas, desde patrullas a pie y en vehículo, vigilancia de la línea que separa Líbano de Israel, observatorios u otras actividades en colaboración con las Fuerzas Armadas Libanesas.

¿Es una zona de peligro?

El peligro existe siempre, pero no es una zona de operaciones de alto riesgo. Líbano es una misión exigente, en una zona de tensión latente. Por eso no nos vamos a relajar en nuestras funciones y trabajaremos desde el primer día hasta el último. Es una misión de paz en una zona compleja.

¿En qué punto está ahora mismo la situación entre Israel y Hezbollah? ¿hay hostilidades?

Estamos viviendo un periodo de estabilidad, si bien los problemas que originaron las disputas entre Líbano e Israel continúan ahí. Nuestra presencia en la zona ayuda a relajar la tensión entre ambos.

¿La labor de las Fuerzas Armadas en Líbano puede frenar ataques terroristas en Occidente ¿O al contrario, potenciarlos?

Sin lugar a duda frenarlos, por eso estamos aquí. Para ayudar al pueblo libanés y estabilizar la zona en aras de la seguridad en nuestro país. El terrorismo internacional y el crimen organizado suponen una amenaza real para nuestra sociedad, y la mejor manera de hacerles frente es promoviendo la estabilidad en las áreas afectadas.

Hay personas que no entienden por qué militares canarios o españoles están en Líbano.

La misión de Líbano no es una guerra ni conflicto, es una operación de paz y lo especifica la Resolución 1701 de Naciones Unidas. Nuestra misión es garantizar seguridad. El soldado español es un soldado con vocación de servicio al país y en ello entra la labor humanitaria, si así lo decide el Gobierno español.

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