Alto y claro. El segundo teniente de alcalde de Las Palmas de Gran Canaria y diputado nacional de Nueva Canarias (NC), Pedro Quevedo, advirtió ayer a Podemos que su formación ni acepta ni "aguanta órdenes de nadie". La estrategia de Pablo Iglesias de enfrentar al nacionalista con el PSOE para tratar que no salga adelante en el Congreso de los Diputados el techo de gasto para elaborar el presupuesto de 2018 ha caído en saco roto. Ni el PSOE está dispuesto a presionar a NC para que Quevedo rechace la propuesta del Gobierno de Mariano Rajoy, ni parece tampoco que los miembros de la formación morada en el consistorio capitalino se dejen amedrentar por Pablo Iglesias.
El líder de Podemos, a través de la secretaria general en Canarias, Noemí Santana, advirtió el miércoles con romper el pacto a tres en la capital si Quevedo permite que con su voto salga adelante la propuesta del Ejecutivo. Ya ese mismo día el portavoz de LPGC Puede, Javier Doreste, aseguró que no había motivos para romper el acuerdo, y ayer era el alcalde Augusto Hidalgo quien defendió el "buen" funcionamiento del tripartito y lo ponía como "un ejemplo para toda España de un gobierno de progreso. Espero que esto sea simplemente un elemento puntual que no tenga mayor repercusión" e insistió en la solidez que sustenta el acuerdo del Gobierno de la ciudad. "Si alguien me explica cuál es el incumplimiento que se ha generado dentro del pacto de la ciudad, pues igual lo entiendo, pero hoy por hoy no hay razones para romperlo", tal y como se sugería desde la dirección de Podemos.
Quevedo insistió ayer, durante la inauguración de un área dedicada a productos coreanos en el Mercado Central, en que "no puede ser que los problemas internos de una fuerza política pongan en riesgo un pacto político que ha sido un acuerdo brillante y con resultados excelentes".
El diputado de NC recordó que su partido votó en contra de la investidura de Mariano Rajoy como presidente, por lo que ahora no se entiende que quienes permitieron precisamente que fuera presidente -Podemos votó en contra de la investidura de Pedro Sánchez, candidato del PSOE- no sólo ahora "se rajan las vestiduras", sino que echan mano de estrategias más propias de la "vieja política" que de partidos que enarbolan la regeneración política.
"Tenemos un Gobierno central que nosotros no apoyamos, pero que es el que es. Podemos hacer varias cosas, amularnos porque no salió lo que nosotros quisimos y mirar para otro lado, que parece ser que es la estrategia del señor Pablo Iglesias, o bien aprovechar para defender los intereses de esta tierra porque la aritmética nos ha dado la oportunidad de hacerlo. Y es lo que vamos a hacer", aseveró.
"Esa es nuestra obligación y cuando haya que apostar por el cambio político de verdad, que no lo lidera Pablo Iglesias, sino un señor que se llama igual que yo, Pedro, entonces nosotros lo apoyaremos", comentó en tono irónico en respuesta a la falta de respeto que desde la dirección nacional de Podemos se ha mostrado hacia NC. "A esta gente le gusta hablar, pero no le sale decir NC. El diputado díscolo me llamaban. Nosotros seguimos respetando a la gente que apoya a Podemos, pero no vamos a aguantar órdenes de nadie", advirtió.
