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Parlamento La negociación del pacto CC-PP

El PP suaviza su postura con el IGIC y lanza un ultimátum que CC rechaza

Antona da ocho días a Clavijo para consolidar un pacto de gobierno y anuncia la vuelta al diálogo

Fernando Clavijo, ayer en el Parlamento de Canarias. CRISTÓBAL GARCÍA / EFE

El Parlamento de Canarias fue ayer escenario de un encuentro entre el presidente del Ejecutivo de Canarias, Fernando Clavijo, y el del Partido Popular (PP) en las Islas, Asier Antona, cuyo objetivo era sacar del actual punto muerto la negociación que protagonizan ambas formaciones para consolidar un pacto de gobierno para la comunidad autónoma. La reforma fiscal que los populares demandan se mantiene como un escollo insalvable, si bien ayer su líder evitó centrar las diferencias en la bajada lineal del IGIC que propusieron desde el inicio de las conversaciones y que los nacionalistas no aceptan. Además, dio de plazo hasta el miércoles de la semana próxima para cerrar el acuerdo, ultimátum que rechazó el secretario general de Coalición Canaria (CC), José Miguel Barragán, quien no está dispuesto a negociar "con prisas".

"Vamos a hablar del IGIC, como del IRPF y de otras figuras impositivas", explicó Antona, que se mostró dispuesto a hallar un acuerdo "satisfactorio para ambas partes". Barragán no estuvo presente en el encuentro, pero aseguró contar con información precisa sobre su contenido. El dirigente nacionalista no cerró la puerta a que, como ya ha sucedido con "los audiovisuales y la cultura", otros ámbitos de la economía canaria puedan ver rebajada la imposición indirecta.

Hasta ahí los mimbres se entrelazan con soltura. Sin embargo, mientras el presidente de los conservadores anunció que en breve volverán a la mesa los negociadores, el también consejero de Presidencia, Justicia e Igualdad del Gobierno canario no halló ningún cambio que invite a "sentarse de nuevo". No obstante, reconoció que los "contactos informales" se mantendrán como hasta el momento en busca de ese pacto.

Las diferencias en materia fiscal se acortan, pero el final aún aparece lejano. En ocho días, tienen que ponerse de acuerdo en cuestiones de calado como el reparto de consejerías, del que ambos niegan haber hablado por el momento. Difícil de creer que así sea y el PP se permita el órdago temporal que "el que lleva las negociaciones" por parte de CC -así definió su rol Barragán- rechazó de plano.

Los equilibrios internos dificultan a los nacionalistas la elección de los sacrificados. Además, el presidente Clavijo ha colocado el cartel de intocables a los dos independientes -Pedro Ortega, consejero de Economía, y José Manuel Baltar, de Sanidad-, que podrían tenerse como eslabones más débiles.

El ámbito sanitario no aparece entre las preferencias de los populares, quienes en buena lógica sí demandan tener voz en la estrategia económica de las Islas. Descartado su acceso a Hacienda, se terminan las posibilidades de hallar una puerta a su entrada. En otras palabras, en caso de cerrar un pacto, CC tendrá que ceder en algo.

No al apoyo externo

De ahí que no hayan faltado las voces entre los nacionalistas aludiendo a la comodidad con que están gobernando en el Archipiélago. Lo que menos problemas les generaría sería lograr el apoyo externo del PP para los próximos casi dos años, algo a lo que no está dispuesto Antona. Si no forman parte del Ejecutivo, se quedarán en la oposición con todas las consecuencias. "Nada ni nadie nos puede poner un bozal en la boca ni atar las manos", volvió a advertir el presidente de los populares, quien no perdió la ocasión de recordar la "fragilidad y debilidad" que amenazan a Clavijo y los suyos.

En el desarrollo de la sesión plenaria, ya la portavoz popular, Australia Navarro, había lanzado la advertencia de que su grupo "no va a apoyar a ciegas" la ley de crédito extraordinario por la que el Ejecutivo ampliará en 340 millones de euros los fondos destinados a Sanidad, Educación y Políticas Sociales en este mismo año. Navarro señaló que, a pesar de "la minoría tan insuficiente y débil", los nacionalistas no han contado con su partido, que no votará a favor si antes no ha podido "fiscalizar hasta el último céntimo.

No obstante, Antona rebajó posteriormente la tensión desvinculando la postura que adopte su grupo del éxito de la negociación con Coalición. "No tiene nada que ver una cosa con la otra, la ley de crédito extraordinario no está en la mesa de negociación", reseñó, aunque volvió a insistir en que la "debilidad" del Ejecutivo le obliga a buscar apoyos para sacar adelante las iniciativas en la Cámara.

El enganchón con el presidente de la número dos de los conservadores lo saldó Clavijo recordándole que tan necesario es el PP para su Gobierno, como lo es la única diputada nacional de CC, Ana Oramas, para el de Mariano Rajoy. "Nosotros, semana tras semana facilitamos que salgan adelante iniciativas del Gobierno central", enfatizó el presidente en referencia a la reciente aprobación de los Presupuestos Generales del Estado para 2017 y del reparto de las cargas fiscales entre las distintas administraciones diseñado por Cristóbal Montoro.

En otras palabras, nadie tiene una posición con la suficiente fuerza como para imponer sus criterios. Navarro y Clavijo dejaron claro que ambos partidos tienen capacidad de hacerse daño mutuo, los populares aquí a los nacionalistas y estos al PP en Madrid. Tan es así, que, retornando a la reforma fiscal que exige Antona, el secretario general de CC señaló que para abordarla "es necesario que se den condiciones de garantía en el sistema de financiación de la comunidad autónoma".

Soslayada en la actualidad por el proceso de independencia desarrollado en Cataluña, la reforma del sistema de reparto de fondos estatales para que las autonomías financien los servicios esenciales (Sanidad, Educación y Políticas Sociales) aparece como uno de los temas que más tensiones generan al Gobierno de Mariano Rajoy.

El Archipiélago se ha visto año tras año perjudicado de forma notable por el actual mecanismo. Es cierto que Canarias ha logrado que Madrid saque el Régimen Económico y Fiscal (REF) del galimatías de variables que se utilizan para el cálculo, lo que reporta a las Islas más dinero del que hasta ahora percibían. Pero el grueso de la reforma está por hacerse y, al parecer, no es ajeno a la negociación que Coalición y PP mantienen en el Archipiélago.

Más allá de las cuotas de poder y del dinero que manejen una y otra formación, Asier Antona aseguró que hay otros asuntos en los que ambos partidos tienen que ponerse de acuerdo. Entre ellos, "una reforma de la administración pública para hacerla más ágil, más dinámica y que dé respuesta inmediata a los ciudadanos".

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