No sólo las cifras de asistentes a la 33º edición del Festival de Música no coinciden, sino que la consejera de Turismo, Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias, María Teresa Lorenzo, falseó también los datos facilitados a la prensa del balance económico de una de las citas culturales más importantes del Archipiélago. El déficit final que ha ocasionado el fracaso de este evento aún no está claro.
Hay un baile de números sobre la ejecución presupuestaria relativa al festival. La contabilidad oficial en poder de Canarias Cultura en Red, la empresa pública encargada de la gestión de los conciertos, atestigua las contradicciones de la titular de Cultura, quien el 28 de junio entregó a los medios de comunicación un cuadro explicativo sobre el resultado provisional de las cuentas de este festival, que finalizó el 4 de febrero, con duras críticas desde el principio sobre su planificación y programación, controlada por personal externo a la entidad pública.
En ese documento, que data del 27 de junio, Lorenzo incluyó 130.000 euros en ingresos pendientes de recibir por el Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (Inaem), del Ministerio de Cultura. Sin embargo, en ningún caso iba a poder percibir ese dinero, no podía aspirar a él, ya que el máximo de esta línea de ayudas asciende a 100.000 euros.
Es más, la Consejería era consciente de que esto era así y, de hecho, la documentación oficial nunca recogió esa petición de 130.000 euros a Madrid. Todo lo contrario, un informe anterior, del 19 de junio, con idéntico cuadro, sólo contempló una solicitud al Inaem de 70.000 euros, según la información intena de Canarias Cultura en Red, una vez concluido el festival.
De forma que, en realidad, el departamento de Cultura siempre aspiró a obtener 70.000 euros, nunca 130.000, tal como aparece en los papeles oficiales del organismo público. De ello se deriva que el área que dirige Lorenzo manipuló las cifras aportadas a la prensa y que trastocan todas las cuentas y resultados. De ahí que el desfase entre gastos e ingresos osciló entre 348.301 euros en el informe de finales de junio y los 478.301 euros que constaban en la documentación del día 19 del mismo mes.
Pero es más, en medio de este vaivén de cifras, el 13 de julio, la Consejería de Cultura confirmó haber recibido una subvención de 68.000 euros a través del Inaem para atender los gastos de la última edición de este evento, por lo que aseguró que el resultado final del mismo "se cierra" con un déficit de 410.000 euros, un dato que no coincide con ninguno de los dados hasta el momento.
En este sentido, el desequilibrio real que deja el festival es contradictorio y desde la oposición temen que será aún mayor. La Audiencia de Cuentas es la encargada de poner luz. El Parlamento aprobó el 8 de marzo ordenar a este órgano la fiscalización económica-financiera del Festival de Música de Canarias, que concluyó con una bajada de ingresos por la venta de entradas y de público en comparación con las ediciones anteriores, a pesar de ofrecer más actuaciones.
La institución auditora prevé terminar su trabajo inspector a finales de agosto o en septiembre.
Con todo, la gestión de Lorenzo está en entredicho. Ninguno de los datos que ha difundido encajan. En febrero señaló que 30.666 personas acudieron al festival, incluidos los invitados, y fijó en 23.114 los espectadores en conciertos de pago, sumando los abonados. En cambio, la contabilidad oficial rebaja esta última cantidad a 14.498, que llegarían a los 19.626 si se incluyen las 5.128 entradas que Cultura dijo que se regalaron.
Para rizar el rizo, este domingo Lorenzo dio otra cifra totalmente distinta y afirmó que el festival contó con 18.141 asistentes entre abonos, invitaciones y entradas.
La consejera de Cultura ha negado haber falseado o maquillado los datos de la trigésima edición del Festival de Música de las Islas y alegó que los datos publicados por este periódico son "erróneos". Su versión choca con documentación oficial de Canarias Cultura en Red.
A raíz de la sustancial diferencia sobre los espectadores que asistieron a los recitales y las incongruencias entre lo esgrimido por Lorenzo y lo que recoge la contabilidad oficial, los grupos de la oposición en el Parlamento cargan contra la consejera y exigen su dimisión o que el presidente, Fernando Clavijo, la destituya de inmediato.
En el pleno que arranca hoy en la Cámara, Lorenzo tendrá que rendir cuentas y explicar los números rojos del festival. Subirá a la tribuna de oradores, a raíz de una comparecencia solicitada por su propio grupo, CC-PNC, para que explique la memoria de esta última edición. El PSOE también había reclamado la intervención de Lorenzo para valorar el evento, pero ayer pidieron aplazar esta intervención, debido a que el diputado del PSOE que la iba a defender, Gabriel Corujo, no puede asistir a la sesión por "motivos personales". "Esto no es una estrategia política, ni mucho menos", adujo el portavoz del partido, Iñaki Lavandera. El PSOE insiste en su rechazo a la gestión de los recursos públicos por la consejera, tras cambiar el modelo de festival.
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