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CC suple al PP como diana de las críticas

Torres y Aguilar censuran la campaña paralela en las redes sociales

CC suple al PP como diana de las críticas

El debate, o más bien pseudodebate que ayer protagonizaron los tres candidatos a la secretaría general del Partido Socialista Canario (PSC-PSOE), sirvió para que quedara de manifiesto que el Partido Popular (PP) ha dejado de ser el blanco preferido de las críticas de los socialistas del Archipiélago, un papel que ahora vuelve a desempeñar Coalición Canaria (CC), la misma fuerza política con que el PSC-PSOE no solo gobernó hasta el pasado 23 de diciembre, sino con la que también lo hizo en las dos legislaturas que duró la presidencia del nacionalista Paulino Rivero.

De hecho, fue el vicepresidente del Cabildo de Gran Canaria, Ángel Víctor Torres, el que más veces citó al PP, en concreto para criticar sus "políticas neoliberales", las mismas que, a su juicio, tanto "daño" han hecho a los ciudadanos de la Comunidad Autónoma. El eurodiputado Juan Fernando López Aguilar, libre de la mácula de haber pactado o gobernado con CC, y la exvicepresidenta del Ejecutivo regional Patricia Hernández, quien al contrario gobernó con los nacionalistas hasta la ruptura del matrimonio en diciembre, entraron en una improvisada carrera por aparecer ante los ojos del centenar de militantes y cargos públicos congregados en el hotel Escuela de Santa Cruz de Tenerife como los más odiados por Coalición. "En Coalición cruzan los dedos para que yo no gane este domingo", insistió hasta en tres ocasiones Hernández; "no puede volver a pasar que ATI apunte y el PSOE dispare a sus militantes", enfatizaba por su parte el que fuera ministro de Justicia en el primer gabinete de José Luis Rodríguez Zapatero, el más contundente a la hora de censurar "la disciplina que se impuso a compañeros que se atrevieron a poner mociones de censura contra ATI". Mientras, y aunque en un tono menos beligerante, Torres se afanaba para dejar claro que nada tiene que ver con la realidad la pretendida etiqueta de ser el favorito en las filas nacionalistas, hasta el punto de que desde las candidaturas de Hernández y Aguilar se quiso deslizar días atrás un supuesto interés de CC en ralentizar sus conversaciones con el PP -ayer rotas definitivamente- para esperar una victoria del vicepresidente grancanario que abriera la puerta a una reedición del matrimonio entre socialistas y nacionalistas. Si por el discurso de ayer fuera, el matrimonio parece descartado de todo punto.

En definitiva, Torres, Hernández y Aguilar dejaron bien a las claras en los 58 minutos exactos del pactado debate -el propio eurodiputado criticó su encorsetamiento- que los tiempos de José Miguel Pérez y su máxima de "tocar poder", aun cuando se tocara al alimón con los nacionalistas, han quedado definitivamente atrás.

La guerra del Twitter

López Aguilar y el vicepresidente grancanario hicieron también hueco en sus apretados discursos para censurar los "ataques", en palabras de Torres, que se han vertido en las redes sociales, fundamentalmente en Twitter y Facebook, contra militantes o cargos públicos del partido. "En mi nombre no se difamará a ningún compañero, ni en las redes sociales ni en ningún lado", subrayó el exministro de Justicia, que aprovechó para lamentar como en los actos públicos socialistas "se ven pedazos y facciones". "Hace falta que nos veamos de nuevo y nos alegremos de vernos", insistió el eurodiputado sobre una situación de división que los tres candidatos reconocieron explícitamente.

La Ley del Suelo fue otro de los breves capítulos que aproximaron el intercambio de turnos a un debate en sentido estricto. López Aguilar fue de nuevo el que animó la mañana al apuntar, en otra clara alusión a Hernández, que la norma no puede entenderse como "buena" cuando se está en el Gobierno y como "mala" en cuanto se sale de él. La exvicepresidenta insistía en que las primarias que ganó en 2014 fueron en la carrera por la candidatura a la Presidencia, y que será cuando se haga con las riendas del partido cuando podrá responsabilizársela de las decisiones orgánicas, no antes. "Yo quiero un PSOE enfrentado a los de siempre", subrayó Hernández, que también dijo, frente a la tibieza denunciada por Aguilar, que el partido sí ha tenido una postura clara en la reforma electoral, "la de siempre", más allá de que se explicara mejor o peor.

En medio de los reproches más o menos soterrados entre la exconsejera de Empleo y el eurodiputado, hasta en tres ocasiones recordó Ángel Víctor Torres que las decisiones que adoptó el partido efectivamente se adoptaron en sus órganos, de ahí que hiciera un llamamiento a la "coherencia".

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