La ministra de Defensa, María Dolores Cospedal, destacó ayer la capacidad de las unidades del Ejército de España desplegadas en el Archipiélago. Más de 8.712 efectivos entre los tres Ejércitos, la UME y la Guardia Civil "preparados para actuar en cualquier misión en la que estén en juego los intereses de España y sus aliados", subrayó en Fuerteventura la primera parada de su periplo de dos días por los acuartelamientos del Archipiélago. En la isla majorera conoció de cerca el Regimiento de Infantería Soria 9 en Puerto del Rosario y el acuartelamiento Teniente Coronel Valenzuela en El Matorral, y por la tarde, en Tenerife, el Cuartel General del Mando de Canarias (Mcana). Hoy comienza la jornada en el Arsenal de la Armada en Las Palmas de Gran Canaria y se trasladará a la Base Aérea de Gando.

A su llegada a Fuerteventura fue recibida por el jefe de Estado Mayor del Ejército, general Francisco Javier Varela, el jefe del Mando de Canarias, teniente general Pedro Galán, el alcalde de Puerto del Rosario, Nicolás Gutiérrez Oramas y el presidente del Cabildo de Fuerteventura, Marcial Morales Martín.

Cospedal visitó en primer lugar el cuartel de Puerto del Rosario del Soria 9. Allí, tras recibir honores de ordenanza, inspeccionó las instalaciones y tuvo ocasión de departir con el personal de la Unidad donde compartió un desayuno y firmó en el libro de honor del Regimiento.

Allí la titular de Defensa destacó la solera del Soria 9. "Sé que me encuentro en el Regimiento más antiguo del mundo, con más de 500 años de servicio. Hacen ustedes honor a su historia", señaló a los soldados y mandos que seguían el desarrollo de su intervención de los que destacó "el carácter expedicionario de la Unidad, que ha servido en Bosnia, Afganistán, Mali o actualmente en el Líbano".

La ministra destacó la capacidad de estas tropas para estar en todo momento alerta, y elogió la "excelente preparación y motivación de las unidades dependientes del Mando de Canarias. Es muy importante que la sociedad española sea consciente del importantísimo papel de las Fuerzas Armadas, en este caso del Ejército de Tierra, que desempeña la defensa de nuestra libertad y la seguridad de nuestras familias".

Asimismo, reconoció el esfuerzo que supone "estar bien preparado para tener todo el material operativo y estar perfectamente alerta, que es la misión que tienen las Fuerzas Armadas encaminada a defender la libertad de todos los españoles".

Por ello Cospedal, primero, pidió a los canarios que "sean consciente de la manera que tienen las tropas de servir a su país", y abogó porque "cuando estén desplazadas fuera, como ocurre en estos momentos con la Brigada Canarias XVI, que lidera una misión de la ONU en Líbano, sea un orgullo para todos los majoreros, canarios y españoles"; y en segundo lugar se dirigió a los militares para encodemendarles "que sigan trabajando con esta dedicación, motivación esfuerzo y espíritu de compañerismo que identifica al Ejército de Tierra y les doy las gracias a ustedes y a sus familias, y a esa gran familia que es el Ejército Español".

Precisamente el paisaje desértico majorero le acercó a una de las misiones internacionales en las que el Ejército español se ha desarollado con más éxito. En el poblado afgano ideado en el acuartelamiento de adiestramiento Teniente Coronel Valenzuela, los soldados del Soria 9 realizaron una demostración de combate en zonas urbanizadas y tiro.

La ministra y sus acompañantes tuvieron la oportunidad de conocer de primera mano un punto de verificación y control o check-point, que realizan las tropas españolas en sus misiones internacionales para controlar las carreteras. Allí, unos ocho soldados vigilan el paso de los vehículos apoyados por la presencia de un vehículo blindado BMR que reaccionará ante cualquier incidencia protagonizada por insurgentes que supongan un peligro real para a los militares y las bases españolas.

Posteriormente, la acción se centró en una operación de búsqueda y registro de un cooperante que 'supuestamente' ha sido secuestrado por fuerzas hostiles en un poblado y, por último, la limpieza de una casa por un pelotón de Infantería.

El capitán Álvaro Díaz Carralero explicó que los ejercicios simulados que habitualmente realizan en su instrucción recrean situaciones similares a las que se encuentran en zonas donde se desplazan en las misiones internacionales, como el Sahel o Afganistán.

Como una película

La secuencia de la demostración de los soldados del Soria 9 ante la ministra de Defensa tuvo un enorme realismo.

Como en una película de cinemascope el guión situaba el destacamento militar español en un país imaginario denominado Ugán. Allí, el Partido Independentista Uganés (PIU) dispone de unos 2.500 efectivos, muy influenciados por sus fuertes convicciones religiosas. A pesar de que su nivel de adiestramiento es bajo, han comenzado a ser instruidos en la construcción, colocación y empleo de artefactos explosivos, así como en técnicas de hostigamiento y emboscadas.

Con el objetivo de contrarrestar a los insurgentes del PIU, las fuerzas españolas comienzan a tomar un poblado ( el construido en el acuartelamiento Teniente Coronel Valenzuela). Llegan los primeros carros de combates con ocho hombres a bordo y con el tirador atento ante cualquier aparición de francotiradores. Los vehículos blindados españoles rodean algunas de las viviendas, descienden los soldados y abaten a tiros varios de los insurgentes.

Ese sería el fin de la película, pero las demostraciones siguieron con el rescate ficticio de Peter Mccormick, un cooperante de una ONG que había sido secuestrado por un grupo de insurgentes.

Para proceder al rescate, la unidad militar española rodeó una zona urbanizada donde residían familias africanas. Tras entablarse un combate en la propia zona urbana, finalmente los soldados del Ejército español lograban sacar de su refugio al citado cooperante y detener a algunos de sus secuestradores. En esta ocasión, también hubo muertos y heridos. Aunque todo era de mentirijillas.