El Partido Socialista Canario (PSC-PSOE) no repetirá su alianza preelectoral con Nueva Canarias (NC) si Patricia Hernández o Juan Fernando López Aguilar consiguen hacerse con las riendas de la organización en las primarias que la fuerza política celebrará este domingo en Las Palmas de Gran Canaria. Tanto el eurodiputado como la presidenta del grupo parlamentario del PSC-PSOE en la Cámara autonómica renegaron ayer abiertamente del pacto suscrito con el partido que dirige Román Rodríguez, un pacto en virtud del cual las dos formaciones presentaron candidaturas conjuntas tanto en las elecciones generales del 20 de diciembre de 2015 como en las del 26 de junio del año pasado. Hernández y López Aguilar dejaron así solo a Ángel Víctor Torres -vicepresidente del Cabildo de Gran Canaria gracias a un acuerdo precisamente con NC- en el primer y único debate que los tres candidatos a la secretaría general del PSC-PSOE celebrarán antes del domingo.

La que fuera vicepresidenta del Ejecutivo regional hasta el pasado 23 de diciembre, cuando Fernando Clavijo destituyó a los consejeros socialistas por ausentarse del Consejo de Gobierno a raíz de discrepancias con el reparto del Fondo de Desarrollo, se mostró gráfica en su desprecio hacia la alianza con NC, partido que, paradójicamente, se ubica en el espectro político del nacionalismo de izquierdas. "No quiero ver a militantes socialistas cortando la etiqueta de Nueva Canarias cuando no vamos solos en las listas", enfatizó la candidata a la dirección del PSOE en el Archipiélago, un inicio de las hostilidades contra NC que retomó López Aguilar incluso con más dureza. No en vano, y aunque puso por delante su respeto a las decisiones de un partido en teoría aliado del PSC-PSOE -o al menos próximo-, el que fuera ministro de Justicia durante el primer gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero no solo apuntó que la alianza con los de Román Rodríguez se firmó "desde la debilidad", sino que, además, rechazó de plano tanto una eventual nueva integración de NC en las listas del PSOE en las Islas como incluso la de cualquier otra fuerza política o "cuña de madera que no sea socialista". Es más, López Aguilar, el que más incómodo se mostró en el debate por lo encorsetado de su organización -no hubo intercambios sino turnos de exposición-, citó abiertamente al congresista de NC Pedro Quevedo antes de ahondar en su rechazo a pactos con partidos "que vayan al día siguiente a una política de conseguimientos que ofende y humilla al PSOE, que lo llevó en sus listas".

La exvicepresidenta y el exministro pusieron el dedo en la llaga tras el de Quevedo a los presupuestos generales del Estado y su abstención en la aprobación del techo de gasto, dos decisiones que han permitido a Mariano Rajoy salvar no ya ambas votaciones, sino casi la legislatura. Las posturas coincidentes de ambos candidatos dan así pábulo a quienes como Pablo Iglesias, el líder de Podemos, vienen censurando al PSOE por haber incluido en sus listas a representantes de NC y, en concreto, al propio Quevedo. Así pues, esta suerte de pinza improvisada dejó en solitario a Ángel Víctor Torres, que evitó perder el poco tiempo del que disponían los candidatos para exponer sus ideas en desligar el pacto con los nacionalistas de izquierda en Gran Canaria de los acuerdos de NC con el PP.

"Dije que los pactos en cascada estaban agotados; están muertos"

Cuando sí hubo plena sintonía entre los tres candidatos fue en el momento de referirse a los llamados pactos en cascada, la fórmula que en su día idearan Paulino Rivero y el ex secretario general del PSC-PSOE José Miguel Pérez para replicar el pacto de gobierno entre nacionalistas y socialistas en el Ejecutivo autonómico en tantos cabildos y ayuntamientos como lo permitieran las matemáticas. La misma fórmula que tantas discrepancias y heridas abrió en el partido -incluidas las expulsiones de quienes como los consejeros en el Cabildo de La Palma desoyeron las directrices de la cúpula y pactaron con el PP- y que rechazaron los tres aspirantes.

Torres fue al respecto igual de tajante que Hernández y Aguilar pero puso por delante su respeto a la decisión que la dirección regional tomó en su día. "Asumo las decisiones de mi organización pero ya dije que los pactos en cascada estaban agotados; están muertos", dijo.

La que también fuera consejera de Empleo fue la primera en referirse a esta polémica forma de acuerdo: "Hay que acabar con los pactos en cascada", reclamó. En su siguiente turno, el eurodiputado no desaprovechó la ocasión para intentar convertir el intercambio de turnos en un debate en sentido estricto: "No a los pactos en cascada, pero un no antes, durante y después", replicó Aguilar, que hizo hincapié en el contrasentido de criticar esta fórmula de alianza cuando se viene, en clara alusión a Hernández, de un Gobierno de Canarias del que precisamente se derivaron acuerdos insulares -por ejemplo, en el Cabildo de Tenerife- y locales -como es el caso del Ayuntamiento de San Cristóbal de La Laguna- que han dado lugar a una profunda división de opiniones e incluso a la ruptura en las propias filas socialistas, como ha ocurrido en la ciudad tinerfeña. La presidenta del grupo parlamentario, en cualquier caso, no se arredró y recordó al eurodiputado que no ha sido secretaria general de la organización, en definitiva, que no ha sido ella la encargada de liderar la toma de decisiones orgánicas.

Hernández incluso ya había ido un paso más allá antes de los tiras y aflojas con Aguilar en lo tocante a su relación con la cúpula que dirigía José Miguel Pérez. La exvicepresidenta reconoció que no hubo sintonía con Pérez, a quien en cualquier caso no mencionó directamente, en los meses en que fue candidata a la Presidencia. Hernández achacó a la cúpula que encabezaba Pérez el no haber llegado en La Palma a los tres diputados, lo que habría supuesto 16 escaños en el Parlamento y, junto con el resto de partidos dispuestos a un cambio -incluida, de nuevo paradójicamente, NC-, alcanzar la suma de 31 diputados que da la mayoría. "Nos quedamos a 71 votos del diputado número tres en La Palma, que convertirían al PSOE en una fuerza política de 16 diputados y, por lo tanto, sumaríamos 31 y tendríamos la Presidencia; y si no fue así, fue porque el propio Partido Socialista lo impidió", aseveró.

"No he aceptado nunca la subordinación a ATI"

Fue Coalición Canaria (CC), socio hasta hace apenas unos meses, la que ocupó buena parte del discurso de los tres aspirantes a la secretaría general del PSC-PSOE. Torres, a quien se ha pretendido colgar el cartel de ser la opción preferida de los nacionalistas, no desaprovechó la ocasión para dejar claro que él no ha venido a la política "a vociferar desde la oposición". El vicepresidente grancanario se esforzó especialmente en dejar clara su ambición por conseguir que el PSOE esté al frente del Ejecutivo de las Islas, una premisa en la que coincidió Hernández -"en Coalición cruzan los dedos para que yo no gane estas primarias", subrayó- y en la que fue un paso más allá López Aguilar.

El eurodiputado, en su línea de nombrar a CC con las siglas de la que fuera Agrupación Tinerfeña de Independientes (ATI), apuntó que "nunca" ha aceptado "la subordinación a ATI" y argumentó que los socialistas han estado al albur de lo que dictaran los nacionalistas, algo con lo que, dijo, hay que acabar. "Se acabó lo de que ATI diga 'uy, lo que me ha dicho este socialista, expediéntenlo'; somos nosotros los que tenemos que pasar a ATI a la oposición", remachó.

"Crearé una secretaría jurídica de apoyo a las agrupaciones"

En cuanto a los cambios que pretende impulsar cada candidato en la organización, Hernández anunció una secretaría jurídica de apoyo a las agrupaciones locales y la creación de un consejo en cuyo seno fomentar el debate entre alcaldes, amén de la "obligatoriedad" de que los diputados y los consejeros en los cabildos insulares tenga que debatir con las bases para adoptar propuestas comunes que luego se trasladarían al Parlamento o a las sesiones plenarias en los cabildos. Torres adelantó su idea de girar la ejecutiva regional entre islas cada fin de semana para debatir y elaborar propuestas "de abajo arriba" en su intención de "construir la dirección del PSOE desde abajo", una idea en la que insistió en casi todo su discurso. Aguilar, por su parte, puso énfasis en la necesidad de "fortalecer" las Casas del Pueblo, algunas cerradas en la actualidad, reveló el eurodiputado, por impagos de alquileres, y en la importancia de establecer un programa formativo que ayude a los cargos públicos en su actividad. La formación fue, en realidad, un punto en el que se detuvieron los tres candidatos y que hicieron extensiva incluso al conocimiento de la historia del Partido Socialista.

Otro punto en el que ahondaron los aspirantes fue en el de una regeneración interna que los tres reclamaron. Una regeneración, coincidieron, que no deje a ningún militante atrás, que fomente el debate y que consiga que este trascienda. "Ojalá, como se dice, se apoyara siempre al compañero", lamentó aquí Torres, quien como López Aguilar se detuvo en la importancia de "no dejar solos" a los representantes del partido acusados sin base "para apartarlos de la carrera política", algo que se apresuraron a desligar de los casos de corrupción, ante los que reclamaron "tolerancia cero".