La duodécima legislatura cumple un año. El Congreso y el Senado bajan el telón del primer curso parlamentario desde las últimas elecciones y diputados y senadores toman sus vacaciones de verano con la sensación de que la nueva etapa va a durar más de lo que pensaban. La reciente aprobación de los Presupuestos del Estado para este año, y más aún las del techo de gasto del 2018, que prefija la senda de las próximas cuentas estatales, garantizan un mínimo de dos años más de legislatura. Sólo la compleja situación en Cataluña por el referéndum unilateral convocado para el 1 de octubre por las fuerzas independentistas que gobiernan la Generalitat parece condicionar el futuro inmediato de la política española. Comprobado que, ni la situación de corrupción que afecta al PP, ni la exigua mayoría con que cuenta este partido en el Congreso afectarán sustancialmente a la estabilidad del Gobierno de Mariano Rajoy, todo hace indicar que la legislatura que nació sin mucho horizonte, puede tener, si el procés no lo impide, un largo trayecto.
Los diputados y senadores canarios han tenido un claro aunque desigual protagonismo en este curso político que, de facto, inició propiamente su etapa de gobierno tras la agónica investidura de Rajoy el 29 de octubre pasado. Un numeroso grupo de los parlamentarios isleños ha desplegado una amplia actividad en sus respectivas cámaras, pero otros muchos tienen a estas alturas un muy pobre balance que presentar a sus electores. Cabe señalar en todo caso que son los representantes de los partidos pequeños quienes tienen más y mejores oportunidades de intervenir y presentar iniciativas, y que entre los de los grupos de más entidad el reparto de juego es más complejo y hay, por tanto, menor ocasión de subir a la tribuna o defender propuestas.
En el complejo marco político de estos meses, los dos partidos nacionalistas canarios, CC y NC, han vuelto a dominar la presencia isleña en la vida y la dinámica parlamentarias, así como la misma agenda canaria en la política nacional. En un contexto de minoría parlamentaria por parte del Gobierno del PP, era evidente que el único escaño en el Congreso de cada una de estas formaciones, el de Ana Oramas por parte de CC, y el de Pedro Quevedo por la de NC, tendría la oportunidad de condicionar las políticas del Estado en relación con el Archipiélago.
Desde distintas posiciones de partida - Oramas apoyó la investidura de Rajoy y Quevedo no-, ambos escaños han sido decisivos para la estabilidad política con su apoyo a los mencionados casos de los Presupuestos de 2017 y el techo de gasto del 2018. Además, ambos logran protagonismo adicional por su respectiva elección para presidir sendas comisiones de investigación sobre la presunta financiación ilegal del PP, en el caso del grancanario, y el rescate bancario en el caso de la tinerfeña.
Como en otras legislaturas, su condición de únicos diputados de sus respectivas formaciones, ambas integradas en el grupo Mixto, les garantiza una mayor presencia en el debate parlamentario, muy por encima, en general, de los diputados de otros grupos no territoriales. Sin embargo, una de las características de la nueva etapa tras la frustrada legislatura anterior de solo ocho meses, es el dinamismo provocado por la presencia de las dos nuevas formaciones políticas, Podemos y Ciudadanos (C's), cuyos parlamentarios canarios, en términos generales, están desempeñado papeles destacados. Melisa Rodríguez y Saúl Ramírez, ambos de C's; o Alberto Rodríguez, de Podemos, han sabido hacerse un hueco en la vida parlamentaria, aunque muy ocasionalmente en asuntos relacionados con sus circunscripciones, mientras los diputados isleños de los dos grupos mayoritarios, PP y PSOE, tienen como siempre menor oportunidad de hacerlo.
Mención aparte merecen un grupo de cuatro senadoras, de otras tantas formaciones políticas, que copan prácticamente el 80 % del total de intervenciones de los 14 representantes canarios en la Cámara Alta. Yaiza Castillo (ASG), María del Mar Julios (CC), María José López Santana (NC) y Olivia Delgado (PSOE) suplen con su dinamismo la apatía de buena parte del resto de los senadores canarios, especialmente los del PP. Todas ellas, salvo Julios, se estrenan en como políticas y como representantes canarias en la Cámara Alta.
En el Congreso, un sorprendente Saúl Ramírez, diputado de C's por Las Palmas, se erige como el diputado con mayor número de intervenciones, 150 en total, aunque cabe aclarar que sólo dos de ellas han sido en pleno, y que una gran parte de las otras se han producido en comisiones en las que, en una misma sesión, se abordaban gran número de asuntos sobre los que el diputado canario representaba a su grupo parlamentario. Ha sucedido así en las comisión de Presupuestos durante la comparecencia de los altos cargos de los ministerios para explicar el proyecto gubernamental, y en la comisión del Tribunal de Cuentas, en las que Ramírez es el portavoz de su grupo.
Su compañera tinerfeña, Melisa Rodríguez, también ha logrado protagonismo desde su puesto de portavoz adjunta de C's, con 76 intervenciones en total, de ellas 11 en el pleno de la Cámara, donde ha realizado tres preguntas al gobierno, además de otra en comisión.
Entre los dos representantes de la formación naranja se sitúa Ana Oramas, con el mismo número de intervenciones que Rodríguez (76) pero con muchas más presencia en los debates en el pleno, participando en 49 de ellos.
Investidura y Presupuestos
Oramas, una de las diputadas más populares del Congreso tanto entre sus compañeros como entre los medios de comunicación que cubren la actividad parlamentaria, ha destacado por sus intervenciones en los debates de investidura de Rajoy y sobre la reforma del Estatuto de Canarias, pero sobre todo por la del debate de la moción de censura al presidente del Gobierno y su rifirrafe con el líder de Podemos, Pablo Iglesias, al que acusó de actitud machista por cómo se había dirigido a ella. La tinerfeña ha preguntado dos veces en el pleno al Gobierno, una de ellas sobre los planes del Ejecutivo sobre la reforma del REF económico.
El otro representante nacionalista, Pedro Quevedo, es el otro gran animador del debate canario en el Congreso y conseguido de facto un papel de estelar como consecuencia de ser el 'diputado 176' que el Gobierno necesitaba para sacar adelante los Presupuestos de este año, así como el techo de gasto para el próximo ejercicio, lo que le ha valido una campaña en contra muy activa por parte de Podemos. Con 40 intervenciones totales, ocupando, de facto, solo el sexto puesto en ese ranking entre los diputados canarios, su protagonismo, sin embargo, ha sido muy superior al de otros gracias a su negociación presupuestaria.
De sus 26 intervenciones en pleno, dos de ellas fueron preguntas orales sobre la Base Naval de Las Palmas y sobre le reforma electoral canaria, sobre la que intentó, sin éxito, obligar a Rajoy a que se pronunciara.
Por encima de Quevedo en número de intervenciones cabe señalar a otros dos de los diputados canarios que saldan este primer año de legislatura con presencia política en el Congreso. El popular Guillermo Mariscal ha tomado la palabra en 53 ocasiones, tres de ellas en pleno, y ha desarrollado una eficaz labor en la defensa de las posiciones de su grupo en materia de energía, de la que es portavoz parlamentario. Entre los populares, que como grupo mayoritario y de gobierno da menos opciones de lucimiento a sus integrantes, los otros parlamentarios canarios han tenido una presencia muy discreta. Ana Zurita suma 28 intervenciones, solo una en pleno, y el veterano Pablo Matos, 11, de ellas únicamente en el hemiciclo en la que habló en nombre del PP durante el debate de toma en consideración de la reforma del Estatuto. Celia Alberto, con 19 intervenciones totales pero ninguna en pleno, logró hace unos días que se aprobara una proposición no de ley para que se estudie aplicar la subvención aérea a los menores de edad no residentes que se desplacen para visitar a alguno de sus padres que sí viven en algunos de los territorios extrapeninsulares.
En Podemos, Alberto Rodríguez es el quinto diputado canario con más número de intervenciones, 9 de ellas en pleno, la mayoría para defender, como portavoz que es, la posición de su grupo en materia de empleo. Llama la atención que de las dos diputadas de la formación morada por Las Palmas, su cabeza de lista, Meri Pita, solo contabilice 5 intervenciones, dos de ellas en pleno, mientras que la número dos, Carmen Valido, haya intervenido en 21 ocasiones, aunque ninguna en el hemiciclo.
Los socialistas canarios han perdido presencia respecto a la anterior legislatura al verse mediatizados por los problemas internos en el partido y los cambios en la dirección del grupo. Con todo, tanto Sebastián Franquis, portavoz del grupo en materia de turismo, (23 intervenciones, una en pleno), como Tamara Raya, portavoz adjunta en empleo (20), han incidido en propuestas y preguntas al Gobierno sobre estos asuntos relacionados con Canarias.
Senadores
En el Senado, lidera la tabla la gomera Yaiza Castillo, con 160 intervenciones, aunque muchas de ellas son únicamente para anunciar el posicionamiento del grupo mixto en las comisiones en las que ella es portavoz. Sin embargo, la senadora de la ASG tiene en su haber hasta 41 intervenciones en pleno y ha presentado numerosas iniciativas relacionadas con Canarias.
María del Mar Julios y Pablo Rodríguez, senadora autonómica y senador por El Hierro, ambos de CC, se han mostrado también muy activos, con 78 y 48 intervenciones, respectivamente, de ellas 28 y 17 en sesiones de pleno en cada caso, con numerosas iniciativas relacionadas con las Islas.
María José López Santana, de NC, por su lado, que se estrena en política con este escaño en representación de Gran Canaria, está llevando a cabo un ingente trabajo parlamentario, con 50 intervenciones y de ellas 17 en pleno, y al que le está dando además un enfoque y una originalidad destacables.
La cuarta senadora más activa es la socialista tinerfeña Olivia Delgado, que con 47 intervenciones, de ellas 5 en pleno, supera a su compañero Julio Cruz, senador autonómico, que ha intervenido en 11 ocasiones, cinco veces en el hemiciclo.
Entre los senadores canarios del PP, sólo el veterano tinerfeño Antonio Alarcó, que es miembro de la dirección de su grupo, tiene por ahora un cierto balance que ofrecer. Sus 29 intervenciones, de ellas 4 en el pleno, prácticamente doblan las que suman (18) los otros siete senadores populares de las Islas, que además no han presentado ni una sola iniciativa relacionada con sus respectivas circunscripciones. En el año de legislatura transcurrido, ellos apenas han hablado por sus electores, pero sus números sí hablan por ellos.
