En el Partido Popular (PP) no tienen intención de dinamitar el mapa político de la Comunidad Autónoma. Pero tienen igualmente claro que su parecer cambiaría si Coalición Canaria (CC) llegara a cruzar la particular línea roja que han delimitado los populares, esto es, el apoyo de Ana Oramas en el Congreso al Gabinete de Mariano Rajoy. "No queremos ni es deseable", explicaron ayer desde el PP, pero si la quiebra de la confianza sobre la que alertó la semana pasada la portavoz del Ejecutivo regional, Rosa Dávila, se tradujera en una ruptura en las Cortes, "entonces habría que analizar los ayuntamientos", puntualizaron. Y, de entrada, el PP tiene en su mano el futuro inmediato de hasta seis alcaldes nacionalistas, especialmente en la isla de La Palma, donde las relaciones con el PSOE se consolidaron tras haber gobernado conjuntamente en la anterior legislatura en hasta nueve de los 14 municipios de la isla.
Así pues, la consigna entre los populares es clara: no se incendiarán las instituciones canarias pero no dudarían si el asunto de Icod de los Vinos -donde apoyan la moción de censura contra el nacionalista Francisco González- acaba trascendiendo al ámbito nacional.
Desde la cúpula del PP en La Palma apuntaron ayer tres ayuntamientos en los que bastaría con que Génova y la dirección regional dieran el ok para desalojar a los nacionalistas: Tijarafe, Breña Alta y El Paso. Se trata de consistorios en los que la ruptura del acuerdo en el Gobierno autonómico entre CC y el PSOE ha dejado vía libre a los socialistas para pactar con el PP, habida cuenta de que la fórmula de los pactos en cascada está ya amortizada y de que, además, el secretario general electo de los socialistas canarios, Ángel Víctor Torres, es partidario de respetar la autonomía de las agrupaciones locales. En definitiva, la obediencia debida del PSOE a CC ya no es tal, una carta que los populares no dudarían en jugar a su favor y que, de hecho, creen que les permitiría apartar de la alcaldía sin mayores dificultades a Marcos Lorenzo en Tijarafe, Sergio Rodríguez en El Paso y Jonathan Felipe en Breña Alta. Una alianza PP-PSOE sería suficiente en los tres casos para tener mayoría en el pleno. Además, los populares entienden que el margen de maniobra de CC es prácticamente nulo en la isla, ya que si los nacionalistas decidieran retirar su apoyo a Anselmo Pestana y Sergio Matos, presidente y alcalde respectivos del Cabildo insular y del Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma, el apoyo del PP sería suficiente para que los socialistas se mantuvieran al frente de ambas corporaciones.
Hay que recordar que el propio presidente del PP en la Comunidad Autónoma, Asier Antona, ya tendió públicamente la mano a los socialistas el pasado marzo, tres meses después de que el presidente autonómico Fernando Clavijo destituyera a los consejeros del PSOE en el Ejecutivo regional por ausentarse del Consejo de Gobierno, para reemprender la agenda política conjunta que ya pusieran en práctica en la anterior legislatura. Así pues, el PP palmero da por descontado que no sería difícil apartar de la alcaldía a CC en tres ayuntamientos, que incluso podrían ser cuatro y el Cabildo y a los que habría que sumar otros tres consistorios de la provincia occidental: los de Arico y Tacoronte, en Tenerife, y el de Valverde, en El Hierro.
Tanto en Arico, municipio del sur de Tenerife, como en Tacoronte, al norte de la isla del Teide, gobiernan los nacionalistas en minoría. De hecho han sido dos de los nombres más citados en los últimos meses precisamente por su inestabilidad. Los dos concejales del PP en Arico forman parte del gobierno municipal que, en precario -reúne menos ediles que el conjunto de la oposición-, dirige la alcaldesa nacionalista Elena Fumero. La salida de los dos representantes populares daría un golpe casi definitivo al grupo de gobierno local, un golpe que sería definitivo del todo si los dos ediles del PP apoyaran a la socialista Olivia Delgado. En cuanto a Tacoronte, la moción de censura contra el nacionalista Álvaro Dávila por la que aboga buena parte de la oposición sería factible con los ediles del PP, otra carta que los populares se guardan en la manga.
Fuentes populares insistieron también ayer en la recurrente moción de censura en la capital de El Hierro, Valverde, como otra de las particulares vendettas que no dudarían en poner en marcha de inmediato en el caso de que CC decidiera pasar a mayores en el Congreso. En Valverde gobierna la Agrupación Herreña de Independientes (AHI) -socia de Coalición- con cinco concejales, mientras que PP y PSOE reúnen seis, lo que supondría mayoría absoluta. En caso de que la AHI perdiera el gobierno municipal a raíz de las desavenencias entre CC y el PP, esto podría tener consecuencias directas en el Parlamento, donde los dos diputados de la AHI se integran en el grupo nacionalista no sin que se hayan producido fricciones hasta la fecha, de modo que está por ver cómo encajaría la agrupación insular la pérdida de poder local. No en vano, la AHI ha amagado en varias ocasiones en romper su alianza con CC y volver a una independencia absoluta, también en la Cámara regional.
En las filas nacionalistas son conscientes de la situación -su secretario general, José Miguel Barragán, reconoció que tanto el PSOE como el PP "han dejado caer" censuras en La Palma, Tenerife y El Hierro- pero confían en que Génova desautorice la moción de censura en Icod para dar carpetazo a la desconfianza mutua.
