El Gobierno cerró ayer filas en torno al presidente Fernando Clavijo. El consejero de Presidencia, Justicia e Igualdad, José Miguel Barragán, salió en defensa de Clavijo y afirmó que se malinterpretaron sus declaraciones, pues lo único que pretendía era "visibilizar" la violencia doméstica. Barragán fue taxativo al señalar que en la lucha contra la violencia machista hay unanimidad en las fuerzas políticas e instituciones. El presidente realizó las polémicas manifestaciones tras el minuto de silencio el pasado lunes por la última víctima de la violencia machista en Santa Cruz de Tenerife, al exponer que no se debió a un fallo del sistema de prevención sino de personas "que por muchas circunstancias acaban cometiendo este tipo de crimen" y que "en la intimidad de los hogares y de las familias esas cosas ocurren".

Para Barragán, las críticas del PSOE y de Podemos, que tildaron estas aseveraciones de machistas, se han sacado fuera de contexto y aprovechado políticamente. También ayer Ciudadanos y Nueva Canarias reclamaron a Clavijo que rectifique y pida disculpas. Barragán habló en nombre del presidente y reiteró que en esta materia existe unanimidad y Clavijo lo que pretendía expresar es que hay una parte de la violencia de género que es invisible y "necesitamos que aflore a través de la denuncia". ç

Recordó el acuerdo para renovar la ley contra la violencia de género y el compromiso del propio presidente en el debate sobre el Estado de la Nacionalidad de aumentar los recursos, hecho que se ha materializado en la ley de crédito extraordinario, donde se dota con 800.000 euros más a la lucha contra este tipo de violencia. Además, se refirió al "importante avance" para un pacto de Estado sobre la violencia de género, acordado en la conferencia de presidentes autonómicos, y basado en la prevención, en la atención a la protección de la víctima y en la condena a los agresores.