La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Ataque yihadista en Barcelona Dolor en la distancia

Catalanes en Canarias, "lloros de rabia"

Conmoción, sorpresa y algún presentimiento son las sensaciones que experimentaron los ciudadanos nacidos en Cataluña que residen en las Islas

Dolor en la distancia por el atentado de ayer en Barcelona. EFE

Según estimaciones en Canarias residen aproximadamente 13.000 catalanes. La mayoría viaja como mínimo dos o tres veces al año a la Comunidad de Cataluña para visitar a familiares y amigos. Precisamente, el verano es una de las estaciones elegidas para realizar estos encuentros vacacionales. Pero ahora, después del atentado acaecido en una de las calles más concurridas de Barcelona, La Rambla, se preguntan si es buen momento para ir. Otros acaban de volver, e incluso algunos estaban cogiendo sus maletas en el Aeropuerto de Gran Canaria cuando empezaron a recibir llamadas y mensajes. "¿Estás bien?". Es la continua pregunta que formularon durante toda la tarde de ayer, desde que comenzaron a sucederse noticias sobre el atentado yihadista de Barcelona a las cuatro y veinte de la tarde, hora canaria.

Se pasaron el día llamando a sus familiares y amigos, mandando whatsapps o intentando conectar con ellos a través de Facebook. Es el caso de Eva Vera. Llegó a Las Palmas de Gran Canaria el pasado lunes desde el Aeropuerto de El Prat, acompañada de sus dos hijos y su marido, todos canarios. Llevaba una semana en Sabadell disfrutando de la compañía de sus padres y amigos. Ayer se pasó toda la tarde hasta largas horas de la noche comunicándose con su hermana a través del whatsapp. Le iba informando de todo lo que iba sucediendo a su alrededor. Antes de esta conexión, llamó a toda su familia.

"He hablado con mi familia y amigos. Todos están bien". La respuesta que le dan cuando pregunta cómo se encuentran es siempre la misma: "Estamos conmocionados".

Eva Vera dice que parece como si estuviesen esperando. "Me parece que me ha pillado en estado de shock. Cuánto más tiempo pasa, más me doy cuenta de la conmoción. Algunos amigos están en la playa de Barcelona sin poder volver a Sabadell". Y es que una hora después del suceso todos los transportes fueron cancelados. Incluso muchas compañías han suspendido la jornada laboral de hoy. "La empresa donde trabaja mi hermana le ha dicho que no vaya a trabajar".

"Un amigo policía me dice que avise a mi gente para que no salga a la calle, porque la cosa está fea y una amiga me contaba entre lágrimas que veía fotos de carritos de bebé tirados en la calle". Eva Vera en un principio no reaccionó ante la noticia. Lo primero que sintió fue sorpresa porque todos los atentados le parecen lejanos, "aunque esté aquí al lado". Al rato comenzó a asimilar la noticia y se llenó de otros sentimientos. "No he expresado mi rabia, pero me siento igual de indignada que cuando lo vi en Niza, en el Big Ben, en Boston y también en Siria, Yemen Libia... Ahora ha sucedido cerca de donde yo nací, pero cada día asesinan a personas y siempre que lo ves en las noticias te sigue pareciendo una película irreal".

Una ficción muy real y probable en opinión del catalán Luis Serra. "Yo lo había pensando más de una vez", dice Luis Serra, resignado. Reside en Las Palmas de Gran Canaria desde hace 23 años y nació en Barcelona. Es catedrático de la Facultad de Medicina de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, y solo hace una semana paseaba por las calles de la Ciudad Condal. "Pasó lo que muchos habíamos imaginado y predicho que iba a suceder por el clima internacional que estamos viviendo. Acabo de llamar a mi hermana que vive cerca de donde supuestamente está atrincherado el yihadista. Se trata de la crónica de un suceso anunciado porque ahora mismo Barcelona está en su nivel más alto de turismo. Por otro lado, en esa zona en concreto están localizados grupos de inmigrantes, donde ya han pasado sucesos relacionados con los yihadistas y estaba dentro de las posibilidades". Este hecho lo une a las reciente huelga de trabajadores de seguridad de El Prat, que para él puede dar imagen de inseguridad. "Por lo menos a mí me produce esa sensación".

Laura Pradera fue hasta hace poco presidenta de la Casa Catalana en Las Palmas. Está en Teruel de vacaciones y el sábado pasado se encontraba en Barcelona. "Y volveré el próximo sábado, porque cada vez hay más gente loca por el mundo y ya no hay sitio en donde te puedas sentir seguro". Laura Pradera recuerda entonces que su familia canaria transitaba solo hace unos días para las calles de La Rambla. Para Laura Pradera fue un sorpresa y no sentía ningún presentimiento de lo que iba a suceder.

También fue una noticia inesperada para el delegado de la primera plantilla del Club Baloncesto Gran Canaria, Joan Pera. "Todo el mundo está bien". Joan Pera se refiere a sus familiares y amigos. "Para todos nosotros ha sido algo inesperado porque nunca piensas que pueda pasar, pero la verdad es que todo el mundo está en peligro e impresiona". Dice que lo que siente es ganar de llorar de rabia. "Es que nunca crees que pueda pasar, ves a la gente pasear feliz... y lo peor es que no hay una sin dos". Joan Pera teme que se repita y se preocupa por los suyos a los que nota "aterrorizados".

La familia de María Luisa Luna también vive en Barcelona. Ella nació en Tarragona, pero tiene una estrecha relación con la ciudad de Gaudí. Sus allegados no se encontraban ayer en la capital catalana y cuando hablaron con María Luisa Luna se sentían muy "confundidos" con el goteo de noticias que recibían. "Están con sensación de tristeza y miedo". Lo que percibe María Luisa Luna es que la gente está muy asustada. "Es que ya no estamos seguros en ninguna parte. Te hace recordar el atentado de Hipercor y el miedo ya lo sientes vivas donde vivas". A pesar de ello, María Luisa lo tiene claro, "yo no voy a dejar de ir a Barcelona", afirma con rotundidad. Ira "más temerosa y sospechando", pero no va a dejar de ir ni a a Barcelona, ni a París. Para ella el problema no es ese, sino "cómo acabar con todo esto".

Compartir el artículo

stats