Los pasajeros que llegaron en el primer vuelo de hoy sábado a Gran Canaria procedentes de Barcelona se muestran todavía con el miedo en el cuerpo después del atentado yihadista del pasado jueves en las Ramblas de la ciudad condal. La mayoría son catalanes que han llegado a la Isla con la intención de pasar unos días, una forma de desconectar del caos en el que se ha convertido la capital catalana en las últimas jornadas.

Los pasajeros no se vieron afectados directamente por la masacre, pero el pasado jueves lo pasaron con angustia, llamando a sus amigos y familiares, a la espera de que ninguno estuviera en las inmediaciones de la Rambla en esa tarde. "Fue toda la tarde llamando, mirando el whatsapp y las redes sociales, sin salir de casa, ni se nos pasaba por la cabeza", señalaron muchos pasajeros esta mañana.

Joan Buxo y Rosalina Linya llegaron esta mañana al aeropuerto de Gando. Lo hicieron después de cruzar varios controles policiales en la madrugada a lo largo de la autopista entre su barrio, al norte de la capital catalana, y el aeropuerto de El Prat. "Nos sorprendió que en el aeropuerto no habían muchos controles, pero es verdad que en todas las entradas y salidas de la ciudad está lleno de policías haciendo controles", comentó Linya.

Las medidas de seguridad también se reforzaron en el aeródromo grancanario. Distintas cuadrillas de la Policía Nacional han estado vigilando la terminal y los aparcamientos exhaustivamente. A pesar de este incremento de medidas, palpable para el ciudadano en ciertos lugares, el Ministerio del Interior ha decidido mantener el nivel 4 de alerta terrorista, en una escala de 5, vigente en todo el territorio nacional desde junio de 2015.

La célula terrorista ha sido desmantelada por los cuerpos de seguridad después de las diferentes operaciones efectuadas tras el atentado. El atropello masivo de las Ramblas de Barcelona acabó con la vida de 14 personas, sin contar con el centenar largo de heridos, 17 de ellos críticos. Hasta 35 nacionalidades se han visto afectadas, pues la ciudad condal se encuentra en pleno boom turístico repleta de turistas.

La mayoría de catalanes que llegaron a Gran Canaria pasadas las 10 de la mañana, en un vuelo de la compañía Norwegian, esperan pasar unas vacaciones en familia o con amigos lejos del ambiente triste y desolador que se respira en su ciudad. "El centro de la ciudad estaba solitario el viernes por la mañana, nunca lo había visto así", repitieron varios visitantes en la terminal de Gando.