Dos escenarios distintos, pero con el mismo afán solidario para homenajear a las víctimas del atentado yihadista en Barcelona y a sus familias, dos formas de expresar el dolor y la esperanza en enclaves tan dispares como la Catedral de la Diócesis de Canarias y en el emblema de ocio de la capital grancanaria, la playa de Las Canteras. Ayer ambos ambientes se unieron y con lenguajes distintos mostraron la ola de afecto que se quiere transmitir desde Gran Canaria a la Ciudad Condal.

Víctor Báez es el autor del mural dibujado con un rastrillo en la arena de Las Canteras. Tardó una hora en realizarlo y le pondrá luces led para iluminar el cielo de la noche. Lo ha dedicado, comenta, a las víctimas del mundo porque se vieron afectadas en Barcelona personas de muchas nacionalidades.

Báez lleva 14 años haciendo dibujos en la arena de vez en cuando en esa zona de Las Canteras aprovechando la marea baja. Un tributo efímero, pero que es una muestra más de la solidaridad que se transmite desde Gran Canaria.

En otro tono, más solemne, en la catedral de Santa Ana, casi llena, el pesar y el dolor por la matanza en la capital de Cataluña impregnó la misa, pero el recurso a la esperanza para salir de esta situación estuvo presente y se hizo fuerte. La lectura de un pasaje del Libro de Isaías, de la Carta a los Romanos de San Pablo o el relato de la aparición de Jesucristo a los apóstoles tras su resurreción, leído en el Evangelio de San Juan, sirvieron para expresar que por muy duro que sea el golpe, siempre hay espacio para la esperanza, para vencer las adversidades y continuar la vida, un anhelo dirigido a las víctimas del ataque y a sus familias.

"Como seguidores del Resucitado, el horror del atentado da paso a la esperanza, porque lo mejor que sabemos hacer es orar, hablar con Dios, al que pedimos que se curen no solo las heridas sufridas en el cuerpo, sino también las del alma para que no anide en nuestro corazón el odio", expresó el párroco durante su homilía.

Con Barcelona en el centro de su intervención, sus palabras de apoyo hacia los afectados se resumieron en "que desde esta catedral se sientan fortalecidos".