Bibby Line Limited, la propietaria del buque británico MV Cheshire que sufrió hace más de dos semanas una combustión en el interior de una de sus bodegas, pretende entrar en el Puerto de La Luz para que el carguero sea, al menos, adecuado de cara a su posterior reparación. La llegada del granelero al recinto de Las Palmas de Gran Canaria solo se producirá una vez que se haya extinguido todos los focos de calor y se evalúe el estado del mismo por parte de especialistas de Salvamento Marítimo. Si éstos dan el visto bueno y Capitanía Marítima de Las Palmas permite finalmente su entrada a puerto porque la embarcación presenta las condiciones de seguridad adecuadas, fuentes de Bibby Line Limited indican que se estudiará llevar el barco “a La Luz o a otra de las instalaciones portuarias de Gran Canaria”.

El pasado 12 de este mes se produjo una reacción química en la bodega cuatro del buque, que transportaba 42.654 toneladas de fertilizantes con base de nitrato de amonio. El MV Cheshire -de 189 metros de eslora- debía repostar en La Luz al día siguiente, pero dada la situación declarada en el interior del carguero, Capitanía Marítima de Las Palmas denegó su acceso al puerto y le instó a situarse al sur de Gran Canaria para no poner en riesgo a la población ni a la costas canarias. Una jornada después, los 24 tripulantes del granelero fueron evacuados por Salvamento Marítimo por la toxicidad de la columna de humo derivada de la combustión. Comenzó entonces un periplo a la deriva que le condujo hasta el suroeste de El Hierro. Desde allí, la embarcación ha sido remolcada de nuevo hasta el sur de la isla grancanaria.

Salvamento Marítimo concedió ayer permiso para que el buque se acerque aún más a la costa, a unas 20 millas náuticas -unos 37 kilómetros-. Los ocho técnicos holandeses y gibraltareños movilizados por Resove Marine, la compañía estodounidense contratada por Bibby Line Limited para llevar a cabo el rescate del buque, no pudieron subir a la cubierta del granelero de nuevo dadas las malas condiciones del mar. Fuentes de la propietaria del buque afirman que ya no sale humo del mismo después de que las temperaturas en las cinco bodegas de la embarcación hayan bajado. El último domingo el avión de reconocimiento Sasemar 103 comprobó que solo salía un pequeño hilo de humo de la cavidad 1. Sin embargo, el mercurio aún alcanzaba cifras elevadas, principalmente en la bodega 4, en la que se registró hasta 150 grados. Debido al enfriamiento del casco, las noticias sobre el control definitivo del buque ya son más alentadores, según fuentes cercanas a la operación.