Las 42.654 toneladas de fertilizante con base de nitrato de amonio que transportaba el granelero MV Cheshire, que sufrió un incendio hace más de dos semanas en aguas próximas al Archipiélago, se dan por perdidas. Las temperaturas han descendido y los ocho técnicos holandeses y gibraltareños contratados para gestionar el siniestro y garantizar la seguridad del buque lograron acceder a la cubierta ayer mismo.

De la intensa humareda que ha acompañado al barco en su periplo de este a oeste y vuelta, siempre al sur de Canarias, solo quedaba ayer una pequeña muestra procedente de la bodega número 1, según explicó la compañía propietaria de la embarcación, Bibby Line Limited, a través de un comunicado y pudo comprobar desde el aire el avión de reconocimiento Sasemar 103 de Salvamento Marítimo.

No obstante, no todas las noticias eran igual de positivas, ya que a pesar de que los signos del incendio han amainado de manera exponencial con respecto a hace tan solo tres días, circunstancia que corrobora la reducción de las temperaturas en esa bodega número 1 y en la 2 , no ocurre lo mismo en la 4. En esta última el mercurio se elevaba ayer hasta los 150 grados centígrados, circunstancia que mantenía a los expertos en actitud vigilante para cerciorarse de que su integridad está completamente asegurada.

Los técnicos están contratados por Resolve Marine, empresa estadounidense especializada en operar en accidentes de buques a la que recurrió Bibby Line. Hasta la fecha, la toxicidad del humo que desprendía la carga en combustión les había impedido acercarse lo suficiente para atacar el problema desde el interior del MV Cheshire. Ahora que lo han logrado, las labores de extinción se acelerarán. Desde este momento, se pueden enfriar los focos de calor con las llamadas lanzas Victor, que permiten llevar el agua hasta el punto exacto.

Para la carga ya es tarde, a tenor del comunicado emitido ayer por los propietarios de la embarcación. "Incluso enfriándola con agua" se considera que será prácticamente imposible recuperar una mínima parte, según el comunicado.

El granelero se mantuvo durante la mayor parte de la jornada de ayer a 50 millas náuticas (92,6 kilómetros) al sureste de Gran Canaria y remolcado por el Red Sea Fos, que logró asegurar su posición el pasado miércoles. El VB Hispania se mantiene en las cercanías y está encargado de la logística de la operación, mientras el Miguel de Cervantes, de Salvamento Marítimo, les acompaña.

Las conversaciones con las autoridades se mantuvieron activas durante toda la jornada para conseguir una autorización que permita situar la operativa más cerca de la costa grancanaria. La ausencia de humo se considera aval suficiente como para garantizar la inexistencia de peligro. En cualquier caso, no se trata de traerlo a puerto, sino de situarlo a las 30 millas náuticas previstas en un principio.

De esa manera, la operativa de avituallamiento, que surte de víveres y material a quienes trabajan sobre el terreno, podría agilizarse. El sábado se cumplieron dos semanas desde que se inició el incendio en el granelero británico, que zarpó de Noruega a principios de mes y se dirigía a Tailandia con parada técnica en el Puerto de la Luz.