"Yo a follar... jejejejejeje... con empleadas que pongo yo y enchufo en el ayuntamiento... y después hacer campaña por frikis". Estas palabras forman parte de un wasap privado de Zebenzuí González, concejal socialista del Ayuntamiento de La Laguna. Lo escribió la primera semana del pasado agosto y formaba parte de una conversación que mantenía con un amigo. El edil se confundió y en vez de enviarle estos comentarios a su amigo, los colgó en un chat vecinal de la comarca nordeste, en la que él reside. "Perdón, me equivoqué de grupo", aclaró al instante al percatarse del error.

Ayer, más de un mes después, la filtración de este comentario machista de González a los medios de comunicación desató una tormenta política en el Consistorio lagunero y en el PSOE, con una onda expansiva que podría alcanzar incluso a otras administraciones. Hoy o mañana, el alcalde de La Laguna, José Alberto Díaz (CC), tiene previsto cesar mediante un decreto a Zebenzui González de sus cargos en el Gobierno municipal: quinto teniente de alcalde y responsable de Mercados, Sanidad, Medio Ambiente, Cementerios y Playas y Piscinas. El alcalde lo hará a petición del propio Grupo Socialista, que le entregará esta mañana una petición formal por escrito del abandono de funciones.

La oleada de críticas, muchas de compañeros del PSOE, fue imparable durante todo el día de ayer, precipitó los acontecimientos y llevó el caso a Madrid. "Intolerable", "inaceptable", "machista", "misógino", "impropio de un cargo público"... Son los calificativos más utilizados por políticos de todos los partidos para definir el wasap.

Todo se desarrolló tan rápido que poco antes de las 13:00 horas Adriana Lastra, número dos del PSOE nacional, anunciaba en Twitter la suspensión de militancia de González. Ferraz explicó después, en un comunicado, que tomó esta medida disciplinaria "a la vista de la gravedad de los hechos conocidos". A ese mismo comunicado se añaden las declaraciones del secretario general del PSOE de Canarias, Ángel Víctor Torres, que consideró "intolerable" lo escrito por González. Torres reiteró la necesidad de mostrar "tolerancia cero al machismo" y exigió una "contundente aplicación de los estatutos" del partido.

Zebenzuí González se niega a dimitir. Defiende que ha sido "víctima de un complot" orquestado por sus enemigos en el PSOE lagunero y que el comentario era "privado" y "jocoso", además de que "no se ajusta al sentido literal que transmite". Se disculpó pues "la forma y el fondo empleados no son los correctos" pero matizó que la filtración fue "interesada" y "planeada" para convertirse en una bomba de desestabilización cargada de metralla.

Si hiciese caso a las múltiples voces que le piden la dimisión, su marcha pondría en peligro el pacto de gobierno de CC y PSOE en el Ayuntamiento de La Laguna y abriría la puerta a una moción de censura. La Laguna, como tercer municipio más poblado de las Islas, es clave en los equilibrios políticos insulares y regionales.

La moción de censura la llevan intentando insistentemente todo este mandato Rubens Ascanio (Unid@s se puede, una coalición de Podemos y Si se puede, 6 concejales), Santiago Pérez (NC-Por Tenerife, 3 concejales) y los dos socialistas expulsados por insubordinación del grupo municipal y del equipo de gobierno. Son los mismos que González señala como presuntos autores intelectuales de la filtración: Javier Abreu y Yeray Rodríguez.

En el caso de que Zebenzuí González tirara la toalla, su lugar le correspondería a Silvia Maestre. Y aquí estaría la clave. Maestre es fiel a Javier Abreu, por lo que la lider socialista lagunera, Mónica Martín, perdería otra pieza y de cinco ediles que consiguieron silla en la sala de plenos en las pasadas elecciones, solo dos -ella y María José Castañeda- se mantendrían fieles al pacto con CC.

Maestre se convertiría en el ansiado concejal 14, el que necesitan Ascanio, Pérez y los dos expulsados socialistas para poder derribar el gobierno local. Eso sí, siempre contando con el apoyo de los dos concejales de Ciudadanos.

Pero esta opción no se podrá dar en ningún caso si Zebenzuí González mantiene su acta de concejal y se resiste a dimitir, lo cual ayer era su "firme" intención. De esta manera, quedaría como edil sin área, una vez que se formalice el cese de sus funciones en el gobierno lagunero, y pendiente del desarrollo del expediente disciplinario que le ha abierto el PSOE. Incluso aunque fuera expulsado, podría mantener su banco en el pleno, pero como concejal no adscrito.

La crisis del wasap también puede provocar otros cambios en el organigrama del Ayuntamiento. En principio, las dos ediles del PSOE que se mantienen en el mando municipal asumirían las áreas de González pero son tantas que cabe la opción de que alguna pueda ser traspasada a los siete concejales de CC. Esto traería consigo un cambio en el acuerdo del pacto firmado en el inicio del mandato que podría precisar el aval de las cúpulas de los nacionalistas y socialistas.