Un total de 63 personas han muerto ahogadas en Canarias en lo que va de año, un 35% más que en el mismo periodo de 2016, una cifra alarmante teniendo en cuenta que los siniestros en el mar superan ya en un 80% a los accidentes de tráfico. Esta situación puede empeorar en los próximos meses debido a la finalización de los servicios de socorrismo en muchas playas canarias, que se verán sin asistencia debido a la finalización del verano o hasta que los ayuntamientos adjudiquen los nuevos contratos. Los ayuntamientos que cuentan con las playas más visitadas se han visto obligados a prorrogar los servicios con las empresas y ONG actuales para evitar males mayores.
Varias voces apuntan a que esta situación afecta al 80% de las playas de alto uso que hay en las Islas ya que muchos servicios acaban el concurso vigente a finales de septiembre. Esto no significa que playas emblemáticas como Las Canteras, Maspalomas o El Inglés se vayan a quedar sin socorristas, ya que los ayuntamientos de Las Palmas de Gran Canaria y de San Bartolomé de Tirajana están alcanzando acuerdos con la Cruz Roja y otras empresas del sector para que se mantenga la asistencia en las condiciones actuales hasta que se adjudiquen los nuevos concursos, que ni siquiera han salido aún a licitación. Pero sí se ven afectadas otras playas de estos y otros municipios turísticos con servicios de salvamento y socorrismo en los meses de verano y que finalizan el 30 de septiembre, caso de La Laja en la capital grancanaria y otras playas del Sur.
Alto coste
El periodista y promotor de Canarias, 1.500 kilómetros de costa, Sebastián Quintana, advierte que las Islas cuentan con sol y playa los 365 días del año y que es en la temporada alta de invierno cuando muchas playas se quedan sin servicio de socorrismo o lo mantienen en precario hasta que se resuelvan los concursos que finalizan en breve. Muchos ayuntamientos se quejan del alto coste que les supone mantener los socorristas en sus playas todo el año cuando el turismo alcanza cifras récord y la costa es visitada a diario por miles de usuarios y turistas.
Quintana evidencia la crudeza de unas cifras que preocupan ante el elevado número de ahogamientos que se están produciendo en el litoral de las Islas. El Archipiélago lidera el trágico ranking de siniestros acuáticos precisamente entre octubre y junio, mientras que en los meses de verano baja a la tercera posición. En 2015 la cifra de ahogados fue de 38 personas y en 2016 de 49, por lo que el hecho de que antes de acabar 2017 ya sean 63 personas las fallecidas resulta muy significativo. Además, ocho de cada diez fallecidos son extranjeros.
A la situación a la que se ve abocadas muchas playas por la falta de servicios en condiciones de salvamento y socorrismo, hay que añadir la falta de una regulación homogénea en Canarias sobre las medidas de seguridad y protección que han de cumplir las playas y zonas de baños naturales, ya que la única disposición en vigor en la actualidad es preconstitucional y data del año 1977. La Comunidad Autónoma adolece de una normativa propia y es que en 2003 se aprobó un decreto que fue suspendido pocos meses después y, tras 14 años, aún no se ha aprobado. Es ahora cuando la Consejería de Política Territorial y Seguridad ultima un borrador de decreto para regular la seguridad en las costas y en las playas de las Islas.
El Ejecutivo regional reconoce que con 1.500 kilómetros de costa y un censo oficial de 579 playas se carece de un sistema integral de protección que prevenga y minimice los riesgos de accidentes en el mar. Las competencias de prevención y socorrismo en las playas son de los ayuntamientos, pero no hay una articulación de medidas homogéneas que den una respuesta más racional y coordinada de todas las administraciones públicos ante la problemática que se genera en las zonas de baños.
Negociación
El decreto que prepara el Gobierno tendrá que ser negociado con los ayuntamientos, aglutinados en la Federación Canaria de Municipios (Fecam), que aún no han dado su aprobación al texto del Ejecutivo hasta que no se termine de negociar. El presidente de la Comisión de Función Pública y Seguridad de la Fecam, Ignacio Rodríguez, advierte que los alcaldes están pendientes del estudio que se debe realizar sobre la incidencia presupuestaria que supondría las nuevas medidas de seguridad y protección que se quieren instaurar, además de evaluar las playas por su mayor o menor riesgo. Los alcaldes quieren que todas las administraciones se impliquen y esperan que se pacte la nueva normativa porque las arcas municipales no pueden asumir más incrementos de fondos para la seguridad en las playas.
El Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana, el principal municipio turístico de Canarias, pretende duplicar el presupuesto para el servicio de socorrismo en sus playas. Como tantos otros ayuntamientos, el servicio se encuentra prorrogado tras la finalización del contrato actual y el Consistorio ultima el pliego por un montante que duplica al actual, hasta los 1,2 millones de euros. Según el concejal del área, José Carlos Álamo, la intención de la Corporación municipal es incrementar los servicios que se prestan en las principales playas del Sur, pero también ofrecer servicios temporales los fines de semana y en fechas puntuales en otras playas como Las Burras, El Cochino, El Pajar o Castillo del Romeral.
En la capital grancanaria también hay una prórroga sin que se sepa exactamente cuándo se podrá conceder el nuevo servicio en las playas del municipio. La Laja se quedará sin socorristas a partir de octubre y uno de los objetivos del Consistorio es llevar el servicio a la playa de Las Alcaravaneras, que hasta ahora carecía de ellos.
Una de las principales entidades que lleva muchos años prestando asistencia en las playas canarias es la Cruz Roja, que en los últimos años se ha visto afectada por los problemas económicos a la hora de seguir cubriendo el servicio. El presidente de la ONG en Las Palmas, Juan Campos, advierte que los concursos por los que se adjudican los servicios de socorrismo no pueden ir "a la baja" y por eso la entidad no se ha presentado en algunos ayuntamientos de las Islas al considerar que con los precios ofrecidos "ni siquiera cubrimos gastos". Cruz Roja "no está para ganar dinero pero tampoco para perderlo", señala Campos y por eso ha dejado el servicio en varias zonas de Fuerteventura y Lanzarote o en municipios como Telde, en Gran Canaria.
A Campos le preocupa que haya playas que se queden sin servicio tras el verano cuando Canarias cuenta con buen clima todo el año. Cruz Roja volverá a presentarse a los concursos de Las Palmas de Gran Canaria y San Bartolomé de Tirajana, como ha venido realizado en las últimas cuatro décadas sin interrupción.
