El Gobierno de Canarias se ha tomado muy en serio el aviso sobre las posibles consecuencias de la prórroga de los Presupuestos del Estado de 2018 como consecuencia de la situación en Cataluña. Sin que por el momento se pueda llegar a prever el escenario político inmediato a la celebración del referéndum ilegal del próximo domingo en aquella comunidad autónoma, el Ejecutivo regional de Fernando Clavijo asume ya que la nueva situación le obliga a actuar con prudencia por si la prórroga temporal anunciada el martes por el ministro de Hacienda y Función Pública, Cristóbal Montoro, se alarga en el tiempo o incluso resulta definitiva.
El retraso o, en el peor de los casos, la pérdida de nuevos fondos estatales por este motivo aboca a la consejera de Hacienda, Rosa Dávila, a elaborar unas cuentas regionales mucho más restrictivas de las que tenía en mente, conteniendo el gasto e impidiendo consolidar la fase expansiva iniciada este año.
El elemento determinante en esta decisión lo constituiría la pérdida del aumento de 140 millones previsto para el 2018 por la nueva fórmula de participación de Canarias en el sistema de financiación al sacar los recursos del REF en el sistema de reparto. El pacto alcanzado entre Canarias y el Estado en este ámbito supuso 220 millones para el 2017 y alcanza los 360 para el 2018, recursos que se transfieren directamente para atender los servicios básicos que presta la comunidad autónoma -educación, sanidad y políticas sociales-. Sin nuevos Presupuestos estatales, Canarias se quedaría sin ese incremento.
Cuantificación
Dávila se mostró ayer muy cauta respecto a la cuantificación de los efectos de la prórroga presupuestaria en el desarrollo de la agenda canaria pactada con el Gobierno de Mariano Rajoy, pero reconoció que el nuevo escenario "lo cambia todo" y que le obliga a actuar "con contención".
En principio, la consejera sigue confiando en que la situación política se normalice en las próximas semanas, que el PNV regrese a las negociaciones con Montoro y el PP pueda contar con los mismos apoyos con los que sacó adelante las cuentas ahora en vigor, es decir, Ciudadanos, CC, NC y el propio grupo vaso. Pero la tensión catalana y la incertidumbre política que ha provocado el 1-O empieza sembrar dudas no ya solo con los Presupuestos, sino con el propio futuro de la legislatura.
En ese marco, el Ejecutivo del nacionalista Fernando Clavijo mantendrá la hoja de ruta prevista -presentará el proyecto para las cuentas regionales en noviembre en el Parlamento de Canarias-, "pero en un escenario de prudencia", subraya Dávila. "Razón por la que apelamos al diálogo" con el resto de partidos en la Cámara.
La responsable autonómica de Hacienda avanza, no obstante, que la nueva situación no afecta a la voluntad de su departamento de mantener la senda de estabilidad presupuestaria y el rigor en las cuentas públicas.
Sobre este escenario, la consejera aseguró que "va a haber un Presupuesto (regional) de crecimiento", pero que este aumento se tendrá que realizar "dentro de la prudencia".
Por su parte, el PSOE canario también vinculó el marco presupuestario a los acontecimientos de Cataluña, confiando en que la "legislatura vuelva a la normalidad porque signifique que se busquen soluciones" en aquel territorio, según declaró ayer su diputado por Las Palmas, Sebastián Franquis. Considera que "el PNV sabe leer muy los tiempos políticos" y que si ahora se ve en la imposibilidad de estar en la negociación presupuestaria, recuperará esa senda tras el 1-O. Para el PNV, según Franquis, "el problema es de fecha, no de aprobación", y cree que el grupo vasco tiene prácticamente atado un acuerdo con el Gobierno central desde la negociación de las cuentas de 2017.
Con todo, el Ejecutivo central no descarta presentar "en dos o tres semanas" un proyecto de Presupuestos y acelerar la tramitación en el Congreso y en el Senado con la idea de que no sea necesario prorrogar las cuentas del 2017 por no llegar a tiempo el 31 de diciembre y evitar así una prórroga efectiva esa misma fecha, según señalaron ayer fuentes de Moncloa.
