Con inquietud, incertidumbre y el sentimiento de un futuro incierto. Así es como varios canarios residentes en Cataluña vivieron ayer los instantes previos a las declaraciones del presidente de la comunidad catalana, Carles Puigdemont. Una vez fueron testigos de un "no" temporal a la independencia por parte del mandatario, respiraron tranquilos a la vez que pidieron -de puertas para adentro- que el Gobierno de España acepte dialogar para evitar la ruptura total con Cataluña. Aunque algunos consideran que la decisión de una posible independencia incumbe a todos los españoles y otros no deseen que el país se fracture, la gran mayoría considera que un referéndum legal sería la solución a los problemas, a pesar de los cambios que se deban realizar en la Constitución. En cuanto al discurso de Puigdemont, todos coinciden en que fue "coherente" y "apropiado".

Gara Béjar

Gara Béjar, natural de Tenerife, asegura que lo que se vive en la actualidad en Cataluña no es tan grave "como lo pintan". En su grupo de amigos conviven diferentes ideas políticas referente a la independencia y eso no supone motivo para dejar de hacer cosas juntos. Además, esta joven de 25 años, que trabaja y estudia en Barcelona, cuenta que hablar en castellano no le supone ningún problema en su día a día. Desde su punto de vista, el mayor inconveniente está en la gestión que los representantes políticos han llevado acabo sobre el asunto y critica la "incapacidad" que, a su juicio, tiene el Gobierno del PP para hacer política ante esta crisis social. Ayer, mantuvo la radio encendida durante toda la tarde en la oficina, "con tensión", mientras esperaba la intervención del presidente de Cataluña y, minutos previos, sintió que todo era tan "imprevisble" como, afirmó, "lleva siéndolo estas últimas semanas".

Antes de que Puigdemont hablara, ya tenía claro que la declaración unilateral de independencia sería un "suicidio político" para el mandatario y que, por otro lado, esta no estaría justificada ante la falta de apoyo por parte de la mayoría del pueblo catalán. Además, adelantó lo que, más tarde, el presidente alegó: la necesidad de diálogo y de un referéndum legal. "Porque a la vista está el descontento social", agregó Béjar.

Por otro lado, defiende que dicho diálogo no tiene por qué ir enfocado a la separación de España, sino en cambios que reclama Cataluña y "garantías autonómicas más extensas de las que tiene". Considera que la decisión adoptada ayer por el presidente catalán es la menos "nociva" para una sociedad catalana "que está sufriendo" y que la Constitución hay que modificarla, "porque está hecha para una España de hace 40 años", puntualizó sin descartar "mediación internacional" para ello.

Néstor Adell

"Si una vaca te da leche, dale de comer". Néstor Adell, de La Laguna y residente en Cataluña desde hace seis años, hace suya esta frase de un profesor que le dio clases en el colegio para referirse al problema entre la comunidad catalana y España. Desde su punto de vista, si el Gobierno central "hace lo que tiene que hacer" con los catalanes, el futuro que espera a ambas partes es positivo. Así, defiende que la mejor alternativa para ello es que se pacte un referéndum con campañas que apoyen las dos posturas contrarias.

Carla González

Ante la ausencia de una bola de cristal para saber qué ocurrirá entre Cataluña y España, y con empatía hacia ambas posturas políticas, la grancanaria Carla González, que estudia y trabaja en Barcelona, sintió ayer estar ante un "momento histórico", independiente a los resultados. Una vez pasadas las cinco de la tarde, encendió su televisor para salir de dudas con las declaraciones de Puigdemont. Después de cambiar de canal, una y otra vez, en la hora que se retrasó el pleno en el que, posteriormente, el presidente declaró la independencia y la suspendió acto seguido durante unas semanas, por fin puso fin a las dudas que la han aturdido estos días.

González no cree que marcharse de la comunidad catalana ante una posible independencia sea una alternativa a la que acogerse, ya que asegura que su gente la ha tratado muy bien desde que llegó hace casi dos años. Además, señala que lo más "justo", según su forma de ver las cosas, es negociar un referéndum pactado.

L. C. M.

L. C. M. son las iniciales de un grancanario que trabaja y vive en Cataluña desde hace algo más de dos años. Al contrario que la mayoría de canarios que han dado su opinión, no descarta abandonar la comunidad, puesto que afirma que es uno de los muchos que se sienten "incómodos" como españoles en un lugar donde "los que gobiernan son extremistras". "Soy español, y ver a diario desprecios y rechazo a nuestro país, no me sienta bien", subrayó.

Más que en las declaraciones del presidente de Cataluña, centra su interés en la reacción del Gobierno de España. Siente intriga, por un lado, y lástima, por otro, al darse cuenta de "lo engañada que vive gran parte de la sociedad catalana". Desde un principio estuvo seguro de la imposibilidad de una declaración de independencia ante la falta de aprobación del Ejecutivo central y a nivel internacional , pero lamentó la rupura del pueblo catalán, "e incluso en familias", sin olvidar resaltar que "este es el mayor logro, aunque negativo, que han conseguido los independentistas", resaltó.

El discurso de Puigdemont fue lo que esperaba y enfatizó en las discrepancias entre los mismos independentistas durante el pleno. Tiene muy claro que en caso de que Cataluña se "separe" de España, se irá y, aunque lo respeta, no ve viable un referéndum que sólo lleven a cabo los catalanes, "porque esto afecta a todo el país y es injusto que sólo decida una parte", determinó como ciudadano de Cataluña al que le gustaría tener voz y voto en caso de que se ponga en manos del pueblo.

Yara García

El móvil de Yara García, de Gran Canaria y estudiante de Medicina en Barcelona, no dejó de sonar ayer, mientras estaba en clase, por los mensajes que la invitaban a ella y a sus compañeros a ver la intervención de Puigdemont en directo en el Arco del Triunfo. Aunque al final decidió verlo en casa, lo vivió de manera intensa, ya que la situación que experimenta cada día como española no hace sentir cómoda. Cree que la educación en Cataluña está politizada y que cuando la escuchan hablar en castellano "se molestan". Pese a ello, apoya un referéndum legal y, aunque defiende que "el pueblo español debería tener voz" en el asunto, considera que la última palabra debe ser la de los catalanes en las urnas.

Alejandro Ortigosa

Alejandro Ortigosa, de Gran Canaria, creyó desde un principio que el presidente de Cataluña declararía la independencia. Por un momento durante el discurso sintió que estaba en lo cierto, pero después comprobó que la decisión del mandatario fue en contra de sus expectativas.

Asegura que respetaría si el pueblo catalán, "bien informado y con conciencia", votara de manera legal por la independencia, aunque no le gustaría que ocurriera. "Primero porque me encanta Cataluña y Barcelona, y creo que España perdería una de las mejores cosas que tiene; y segundo, porque no confío en la capacidad ni sinceridad de los políticos que dirigen la Generalitat", concluyó el grancanario.