Las dos formaciones nacionalistas canarias presentes en el Congreso saludaron ayer con cierto optimismo la posibilidad de que el horizonte de una reforma de la Constitución a corto plazo pueda abrir el cauce para superar el conflicto catalán y desactivar el desafío independentista. Tanto la diputada de CC, Ana Oramas, como el diputado de Nueva Canarias, Pedro Quevedo, alentaron en sus respectivas intervenciones en el pleno del Congreso para abordar la crisis catalana esa reforma que, además, supondría un avance en el autogobierno de Canarias y un mejor reconocimiento de sus singularidades en el mapa territorial español.
Oramas y Quevedo confían en que la apelación conjunta que hicieron ayer tanto el presidente del Gobierno central, Mariano Rajoy, como el líder del PSOE, Pedro Sánchez, a la reforma constitucional se traslade de forma efectiva a la comisión que se pretende crear en el Congreso con ese fin, apelando al tiempo a la búsqueda de un diálogo que sirva para reconstruir la convivencia en Cataluña y atraer a las autoridades de aquella comunidad autónoma al proyecto común español.
Oramas inició su intervención lamentando las imágenes de división y quiebra social en Cataluña que se han podido ver en los días posteriores al referéndum ilegal del 1 de octubre y que le provocó una pregunta dolorosa: "¿donde hemos llegado?". "Cuarenta años de convivencia se han venido abajo. Pero hoy no es el día de analizar porqué hemos llegado aquí, sino de reconocer que estamos aquí", resaltó la diputada tinerfeña antes de proclamar el posicionamiento indudable de su formación política "con las fuerzas constitucionalistas, democráticas y siempre con el Estado de derecho y el marco de la Constitución". Una declaración que venía a avanzar el apoyo de CC a una posible aplicación del artículo 155 de la Constitución por parte del Gobierno de Rajoy si el president de la Generalitat, Carles Puigdemont, no deja claro que no proclamó la independencia de Cataluña -aunque suspendida de forma inmediata- en su intervención del martes en el Parlament catalán, tal como le ha solicitado en un requerimiento el Gobierno español.
Oramas valoró positivamente la declaración de Rajoy tras el Consejo de Ministros donde se aprobó ese requerimiento y en la que el presidente apostaba por "restaurar el Estado de Derecho", pero al tiempo insistió en la necesidad de "recuperar la convivencia". También ensalzó las palabras del líder del PSOE en el sentido de que "esto no se resuelve sólo con la ley" y que por ello "tenemos que trabajar en el marco donde representamos a todos los ciudadanos, porque Cataluña no son ni los dos millones de independentistas, si los hay, ni el millón que se manifestó el domingo, sino los 7 millones y medio de catalanes" en su conjunto. Según ella, "es aquí [en el Congreso] donde se hizo la Constitución, donde tenemos la oportunidad de actualizarla y de recuperar esa capacidad de la Carta Magna de acoger otra vez todas las identidades", resaltando en ese sentido que "los nacionalistas canarios vamos a estar ahí porque esa reforma de la Constitución también es importante para el reconocimiento de las peculiaridades de Canarias".
Quevedo: no al 155
Pedro Quevedo, de NC, también deslizó su visión del problema catalán hacia la oportunidad de solución que ofrece una reforma constitucional que además sería también de de gran utilidad en el Archipiélago. "Creemos que solo hay un camino para encontrar una luz al final y ese es la reforma de la Constitución española, sabemos que a muchos les puede parecer tarde, pero no hay otro camino que discutir y adaptar el Título VIII a lo que realmente es el Estado español del siglo XXI", recalcó el diputado por Las Palmas. "Confiamos en que esta esperanza que se ha alumbrado hoy tenga continuidad y sirva para lograr el futuro", insistió.
Quevedo también alabó la mesura con la que, según él, se ha dirigido Rajoy a Puigdemont en relación con su intervención del martes en el Parlament catalán y dijo albergar "cierta esperanza después de comprobar que no ha secundado determinados cantos especialmente agresivos y tendentes a aplicaciones duras del artículo 155, signifique eso lo que signifique, porque ese artículo da para mucho más que para eso".
Según Quevedo, se abren "ciertas esperanzas tras haber escuchado al señor Puigdemont dar un paso atrás y una oportunidad al diálogo", por lo que, según él, no hay en estos momentos un escenario real de aplicación de ese artículo porque el líder catalán no llegó a declarar la independencia de Cataluña.
Quevedo dijo que su formación "ha vivido con preocupación creciente el malestar que como mínimo desde el 2010 se ha ido instalando en la sociedad catalana", pero repartió responsabilidades respecto al referéndum del 1-O entre los gobiernos catalán y central. Al primero por llevar a cabo un referéndum "sin garantías democráticas suficientes", aunque lo reconoció como "una movilización que tiene un alto valor político que es preciso reconocer", y al segundo por los "tremendos errores que dieron lugar a determinados acontecimientos de esos días que nos hizo recordar tiempos que preferiríamos no haber recordado", en referencia a la actuación policial.
"Desde el 1-O ha ganado peso la decepción e incluso el miedo en amplios sectores de la sociedad catalana, pero también han salido algunos movimientos de esperanza y de racionalidad", resaltó.
Compás de espera
Mientras se dilucida si hay o no sobre la mesa una declaración de independencia aunque suspendida temporalmente, se abre otro marco de debate y actuación parlamentaria en el Senado, donde los 14 senadores canarios se preparan para, posiblemente, protagonizar una votación para la que nunca se imaginaron que fueron elegidos (once de ellos) o designados por el Parlamento de Canarias (los tres restantes). Una votación para la autorizar al Gobierno a activar el artículo 155 de la Constitución que llevarán a cabo, si se llega a dar el caso, casi a ciegas por el desconocimiento real del alcance de su aplicación efectiva, es decir, sin saber qué medidas concretas se decretarían por el Ejecutivo para obligar a la Generalitat a cumplir las obligaciones que la Constitución y las leyes estatales le imponen.
Es evidente que los ocho senadores canarios del PP y los dos del PSOE seguirán las indicaciones de las direcciones estatales de su partido en apoyo de lo que decida el Gobierno de Rajoy, mientras que los de los otros tres partidos isleños representados en la Cámara alta, CC (María del Mar Julios y Pablo Rodríguez), NC (María José López Santana) y la ASG (Yaiza Castilla) tienen pendientes debates internos y decisiones al respecto de sus respectivos órganos de dirección. Por parte de CC parece haber una clara idea, tal como insinuó ayer Oramas, de apoyarlo si Puigdemont no deja claro que lo del martes en el Parlament no fue una declaración de independencia, mientras que desde ASG ya se ha criticado desde hace días que el Gobierno no hubiera utilizado ya ese recurso constitucional. NC, sin embargo, no ve aún justificada esa medida.
