La incertidumbre política por la situación en Cataluña rebaja las expectativas de crecimiento de la economía canaria para el próximo año. El Gobierno regional y los agentes económicos y sociales prefieren ser prudentes ante la deriva que está tomando el conflicto entre el Estado y la Generalitat y sus repercusiones sobre los principales indicadores de la actividad económica. Las previsiones del Ejecutivo sobre el aumento del Producto Interior Bruto (PIB) en 2018 se encuentran entre el 2,6 y el 2,8%, por debajo del 3,3% interanual que había hasta el segundo trimestre de este año. La reducción de la tasa de paro también se toma con cautela y se prevé en dos puntos menos, lo que puede dejarla a final de 2018 en el 22%.
Pese a este escenario de prudencia y la prórroga de las cuentas del Estado, los presupuestos canarios de 2018 serán expansivos. El Gobierno regional prevé un aumento del gasto cercano al 3% - alrededor de 300 millones de euros más-, hasta los 7.100 millones, gracias a los fondos procedentes del sistema de financiación autonómica y el buen comportamiento de los ingresos tributarios. Por contra, la rebaja fiscal que se estudia en el tramo autonómico del IRPF y en algunos tipos del IGIC puede suponer cerca de 80 millones menos de ingresos para las arcas regionales.
Las dos patronales canarias y los sindicatos mayoritarios de las Islas, UGT y CCOO, fueron informados ayer por el presidente del Gobierno, Fernando Clavijo, y la consejera de Hacienda, Rosa Dávila, de las principales líneas de la economía y los presupuestos del próximo año. Tanto los dirigentes empresariales como sindicales respaldaron la iniciativa del Ejecutivo de elaborar las cuentas y presentarlas a final de este mes para que entren en vigor el 1 de enero de 2018.
Más estabilidad
El secretario general de la Confederación Canaria de Empresarios (CCE), José Cristóbal García, considera que contar con presupuestos es importante para la "estabilidad" económica de las Islas y así poder mantener las perspectivas que hay que seguir por la senda del crecimiento y la creación de empleo. Por su parte, el secretario general de UGT en las Islas, Gustavo Santana, cree una "buena noticia" que las cuentas sean expansivas y que haya un incremento del gasto social y de la inversión pública, según adelantaron los representantes del Ejecutivo.
Los distintos escenarios de riesgo que se plantean para el próximo año se afrontan con tranquilidad y cierto optimismo ya que Canarias se mantiene como una de las comunidades más cumplidoras con los principales parámetros de la estabilidad presupuestaria en cuanto al objetivo de déficit y las cifras de endeudamiento. A ello hay que añadir los fondos que provendrán de la exclusión de los recursos del REF del sistema de financiación autonómica, lo que supone 350 millones de euros el próximo año. Está por concretar la inversión del superávit y la financiación de los convenios de infraestructuras -sobre todo el de carreteras- para determinar la cuantía en el crecimiento de la inversión pública, que ya de por sí va a aumentar, según trasladó el Ejecutivo a los representantes empresariales y sindicales.
El jefe del Ejecutivo regional declaró tras la reunión que los empresarios y los sindicatos, así como las fuerzas políticas con las que ya se ha reunido (PP, PSOE y ASG) están de acuerdo en las líneas básicas del presupuesto, que son fortalecer los servicios públicos, impulsar la economía productiva y proceder a una rebaja fiscal para las rentas medias y bajas. "Es un presupuesto expansivo, no todo lo que a lo mejor nos gustaría por la inestabilidad política y la ausencia de presupuesto del Estado, así que somos más prudentes", dijo Clavijo.
"Vamos a negociar con todos, pero el núcleo básico es compartido por la generalidad de las fuerzas políticas", dijo el presidente, quien señaló que los presupuestos son ahora más necesarios para hacer frente a la posible inestabilidad en el país.
La inyección procedente de la financiación autonómica supondrán más fondos para las políticas sociales -sanidad, educación y servicios sociales-, aunque también se incentivarán las políticas destinadas a los sectores productivos. En relación con las deducciones fiscales, las mismas se centran en las rentas más bajas a través de bonificaciones del IRPF y en la reducción de tipos del IGIC en los sectores más generadores de empleo, como los autónomos y las pequeñas y medianas empresas.
