Canarias lleva décadas hablando de su conexión con África, pero ha obtenido aún escasos resultados en proporción a los esfuerzos y recursos destinados. ¿Por qué? Diversos estudios y foros coinciden en centrar la respuesta en los siguientes factores: las barreras existentes (aduaneras, lingüísticas o de conectividad) no terminan de levantarse; las actuaciones que se ponen en marcha son dispersas e inconexas entre sí; y, además, cada organismo e institución (desde el Gobierno hasta los cabildos y ayuntamientos) tiene su propia política de internacionalización.
De ahí que la coordinación de estos esfuerzos y recursos se haya planteado como una de las prioridades para poder avanzar en la integración de las Islas en su zona de influencia: "Somos un pedazo de Europa en África", resumió el alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Augusto Hidalgo, en el acto de conmemoración del décimo aniversario de Casa África. Una conmemoración que tuvo lugar el pasado mes de julio y que bien pudiera tomarse de referencia como uno de los hitos del cambio que parece avecinarse: "Tenemos que recuperar el Plan África y Canarias puede y debe jugar un primer papel en nuestra nueva política africana", señaló el ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, en ese mismo evento.
La mayor receptividad de España hacia África está motivada por la conjugación de diversas circunstancias, que van desde la recuperación económica hasta el incremento de la presión del nuevo continente sobre el viejo. Fundamentalmente la producida por la masiva inmigración por el Mediterráneo y el fenómeno del terrorismo yihadista. De hecho, la política migratoria ha centrado gran parte de la agenda de la Cumbre de la UE celebrada estos días. Europa insiste en poner el énfasis en la colaboración con los países origen y tránsito de la inmigración para reducirla y ha acordado aumentar las contribuciones al fondo fiduciario para África.
El propio Mariano Rajoy anunció, al hacer balance de la citada cumbre, que "España incrementará su aportación", aunque sin llegar a concretar la cifra que su Gobierno destinará a esta partida. A finales del próximo mes de noviembre una nueva cita, en este caso la quinta Cumbre entre la Unión Africana y la Unión Europea, terminará de configurar el futuro marco en el que ambos continentes deberán establecer su relación mutua para los próximos años.
La actualización y el impulso de las políticas africanas de España y la UE están teniendo ya repercusiones en Canarias: "No podemos avanzar en la mejora de las relaciones con África sin España y Europa", reconoció el presidente del Gobierno canario tras la reunión que mantuvo con Alfonso Dastis para acordar, entre otras cuestiones, la participación de las Islas en la elaboración del nuevo Plan África de España.
En consecuencia, Clavijo ha promovido la mejora de la coordinación entre los diferentes organismos del Gobierno de Canarias (direcciones generales, viceconsejerías y Proexca) y la propia Casa África. Así como la creación de un grupo de trabajo para elaborar, con las aportaciones de diversas entidades (desde los puertos y universidades hasta las cámaras de comercio, entre otras) la propuesta que Canarias elevará al Ministerio de Exteriores sobre el papel que podría jugar el archipiélago en la nueva política española en África.
La fuerza de la juventud
Si como sostenía el ex presidente francés François Mitterand "la geografía marca la historia", la de Canarias está marcada por la cercanía a un continente que emergerá en este siglo. De entre todos los datos que se ofrecen del continente, destaca especialmente la proyección demográfica para las próximas décadas. Según los últimos pronósticos de crecimiento poblacional, se calcula que mientras la población mundial pasará de los 7.300 millones actuales a 8.500 millones para 2030, y 9.700 para 2050, el continente africano será el responsable de más de la mitad de ese crecimiento, llegando a representar para 2050 el 25% del total de la población mundial.
Si situamos el foco sólo sobre el África Occidental, es decir los países de la fachada Atlántica que incluyen desde Marruecos y Mauritania hasta los que integran la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao), son en torno a 300 millones quienes lo habitan. Pero alcanzarán a ser 1.000 millones en 2050.
Ello quiere decir que en lo otra orilla de Canarias se concentrarán en las décadas venideras algunos de los núcleos más poblados del mundo, por lo que no es difícil comprender que si esta zona del mundo no logra saltar del subdesarrollo al desarrollo en los próximos años, su explosión podría tener consecuencias para Europa y sus principales regiones fronterizas como Canarias. Y todo ello en un momento en que la migración, pese a su ralentización (se cifra el descenso del último año en un 75% en el eje Sahel-Libia-Europa), y sobre todo el terrorismo son las grandes fenómenos que tiene que afrontar Europa.
Pero la población africana no solo será cada vez más numerosa, sino que la caracteriza sobre todo su juventud frente a una Europa con una población cada vez más envejecida. La diferencia demográfica preocupa de tal forma que en la cumbre del próximo mes de noviembre, los dirigentes africanos y europeos estudiarán el futuro de las relaciones entre la UE y África también desde el punto de vista del activo que supone la fuerza de la juventud: hasta el 60 % de la población africana es en la actualidad menor de 25 años.
Ante este escenario, y en un momento en que se abren nuevas ventanas de oportunidad, los diferentes agentes públicos y privados de las Islas con competencia o intereses vinculados a África se posicionan para convertirse, en sus respectivos ámbitos, en un referente para los países del África Occidental. Lo hacen los puertos canarios, enzarzados en una batalla por los precios para ganar competitividad en esta área del mundo. También desde el ámbito académico, se posicionan las universidades canarias. Así, el nuevo equipo rector que dirige Rafael Robaina ha situado entre sus prioridades "la internacionalización de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria" y ha puesto en marcha diversas iniciativas encaminadas a situar a la ULPGC como un referente académico del África Occidental. En los sectores turístico y comercial se mueven igualmente proyectos de diversa índole, pese a las dificultades que supone aún tanto para las grandes empresas como para las pymes canarias internacionalizarse en un mercado como el africano, con importantes barreras aduaneras, de concesión de visados, lingüísticas y de inseguridad jurídica. Diversos representantes de estos agentes públicos y privados debatirán cómo remover estos obstáculos a partir del próximo miércoles, en el Salón Atlántico de Logística (SALT 2017) que se celebrará en el Edificio Miller.
Por todo lo dicho, cabría preguntarse si estamos ante el inicio de una nueva década de relaciones con África. En Canarias la respuesta sería positiva si, además de avanzar las iniciativas actuales, se pusiera en marcha una en la que se han depositado muchas esperanzas desde hace lustros: la línea marítima Fuerteventura-Tarfaya. Su apertura supondría crear una auténtica autopista del mar entre el archipiélago y el continente. Dos orillas que vivieron su máximo nivel de conectividad las décadas previas a la pérdida de los Puertos Francos y la incorporación de España a la Unión Europea. La demora en la reactivación de esta ruta es, en definitiva, el principal tapón para levantar un verdadero puente de unión.
Falla la inserción regional en las RUP
- Las Regiones Ultraperiféricas de la UE deben ser "más ambiciosas" a la hora de reclamar e impulsar su inserción regional con los países terceros de sus respectivas áreas geográficas. Así se recoge en el Memorándum que inspirará la nueva estrategia de la Comisión Europea a favor de estas regiones, a partir de la Conferencia de Presidentes que se celebrará la próxima semana en la Guayana francesa y en la que Fernando Clavijo asumirá la máxima representación hasta el 2018. La presencia del presidente Emmanuel Macron y de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, dan una medida de la importancia de un encuentro en el que las RUP apostarán por impulsar su integración regional. De hecho el documento reconoce que "la falta de soluciones adaptadas y coherentes por parte de la UE ha hecho que las RUP apenas saquen partido a las oportunidades de inserción y cooperación". Y añade: "Siguen existiendo graves obstáculos y barreras insalvables". Califica además de "desafío" la adaptación de los instrumentos financieros a "la dificilísima articulación" para estas regiones y solicita singularizar por ello las ayudas de Estado. Concluye sosteniendo que "el concepto de gran vecindad propuesto en 2004 no ha encontrado traducción operativa hasta la fecha", pese a que "las RUP son puestos privilegiados de la UE para transmitir valores de paz y democracia".
Una conectividad aún insuficiente
- Canarias ha mejorado en los últimos años su conectividad con los países africanos y cuenta ya con 40 vuelos a Marruecos, Mauritania, Senegal, Gambia y Cabo Verde. Y, en consecuencia, el número de pasajeros supera ya los 130.000 al año, según anunció recientemente el presidente del Gobierno canario. Lo hizo tras la reunión que mantuvo con el presidente de Azores, Vasco Alves, para estudiar conjuntamente cómo mejorar la conectividad del espacio aéreo de la Macaronesia: "Debemos defender juntos ante la UE que las RUP somos una oportunidad para Europa, porque por nuestra situación geográfica somos punta de lanza para América y África Occidental". Y aunque Fernando Clavijo se refería específicamente al tráfico aéreo, la importancia del transporte es aplicable también al ámbito marítimo. Y más aún, a la conexión no ya entre los aeropuertos y puertos de las regiones macaronésicas, sino de los puertos y aeropuertos del propio archipiélago, una actuación conjunta que resulta imprescindible para alcanzar a ser un hub o plataforma de redistribución de pasajeros y mercancías en esta zona geográfica. La conectividad es, en definitiva, la clave para lograr un salto real en la integración regional de Canarias con el África Occidental. Además del principal factor de competitividad y productividad de las regiones.
