¿No cree que el título 'Vertidos, depuradoras y microalgas. Abrir los ojos abordando el cambio climático' de estas jornadas organizadas por Podemos ya da por hecho que está todo 'en el mismo saco' cuando hay científicos que lo han descartado de forma tajante?

Este es un problema no solo de Canarias. En todo el Estado español hay un incumplimiento de la directiva de residuos europea. Creemos que las microalgas pueden haber salido a consecuencia de ese incumplimiento, aunque no estamos seguros. Si bien también sabemos a ciencia cierta que Canarias incumple la directiva, con lo cual no estaríamos mezclando cosas que no tienen nada que ver. Este incumplimiento de la directiva está suponiendo una multa para todos los ciudadanos y ciudadanas del Estado español de 46 millones de euros porque tenemos unos gobernantes incapaces de hacer las cosas bien. Hace 17 años que esta directiva se puso en marcha y llevan 17 años incumpliéndola. Existen dos núcleos en Canarias, en Tenerife, Valle de Guerra y el Valle de Güímar, que han sido señalados por la Unión Europea por ello. Y hay que recordar que este es un territorio ultraperiférico que recibe fondos europeos y que está en peligro que siga recibiéndolos por esos incumplimientos.

¿Qué propone?

Queremos generar sinergias de trabajo y líneas políticas de actuación desde las instituciones y con la sociedad civil para poder cambiar el modelo productivo que tiene este país y la falta de una depuración en condiciones de las aguas residuales, que en Canarias es una vergüenza absoluta. Evidentemente, no nos ceñimos solo al tema de las microalgas, pero sí que es importante poner el acento en la relación o casuística que pueda haber entre la falta de depuración, o una depuración adecuada en los vertidos, y las microalgas, aunque no sería el único tema. Por ejemplo, Canarias tiene encima de la mesa la amenaza de una Ley del Suelo que nosotros consideramos que pone en peligro el propio desarrollo de las Islas y que, además, si se copia en otros territorios, puede abrir las puertas a un sobrecrecimiento con el que no estaríamos de acuerdo, en tanto en cuanto destruye el territorio en lugar de gestionarlo de manera ordenada. Con lo cual, nos parece que hablar de depuración de aguas, de Medio Ambiente, de mar y de una mirada distinta a la gestión de nuestros recursos naturales desde Canarias es completamente oportuno.

¿Dónde queda la responsabilidad individual, si toda la 'culpa' es siempre del gobierno en particular y de los políticos en general?

Creo que siempre hay que hablar de corresponsabilidad en el cuidado del Medio Ambiente. Tenemos un déficit como sociedad, y es nuestra incapacidad de mirar el entorno con más respeto y más amor, si se me permite la cursilería, pero es que es así. Nosotros vivimos del entorno y en un lugar como Canarias, más todavía. Es verdad que hace falta más concienciación social, pero eso no puede superponerse a la responsabilidad política que tienen que tener quienes están al frente de las instituciones. Creo que conciencia social hay más de lo que parece pero también es verdad que falta muchísima más pedagogía en el sentido de caminar hacia otro tipo de modelo productivo. El actual permite un maltrato sistemático al entorno y sobrevalora un tipo de crecimiento determinado. Habría que pensar más en cómo potenciar el consumo de productos de cercanía, en fomentar que el hecho de limpiar las playas o las costas tuviera un plus para quien lo hace y no fuera simplemente una cuestión de voluntariedad de la ciudadanía.

¿Cómo se puede involucrar más a la ciudadanía?

Hay muchos planes que se pueden poner en marcha, por ejemplo, de limpieza de los fondos marinos contando con el papel que pueden tener los pescadores. Además se generaría empleo. La ciudadanía se implica pero le tienes que dar respuestas. Si lo único que hacen es incumplir directivas lo que te vas a encontrar es a la ciudadanía en contra.