La Provincia - Diario de Las Palmas

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Optimista sin complejos

El exministro despliega su sólida oratoria en defensa de la Constitución y la unidad de España y arremete contra los secesionistas

José Bono atendió a los periodistas antes de comenzar el foro. ANDRÉS CRUZ

No se muerde la lengua. Usa la palabra como dardo. Sabedor de que no tiene nada que perder, José Bono habló ayer con claridad y sin ambages sobre el órdago independentista catalán. Llevaba mucho tiempo callado. Desde que dejó su última responsabilidad política como presidente del Congreso de los Diputados en diciembre de 2011 había eludido el foco mediático, pero con el conflicto secesionista le parecía que no decir lo que piensa era traicionarse a sí mismo. "No tengo ningún recato en decir lo que pienso, no tengo ningún complejo", aseguró el exministro de Defensa, que, firme en sus convicciones, no quiere permanecer impasible ante "quienes golpean la legalidad y la Constitución".

"Con la Constitución hasta la luna", aseguró Bono en su conferencia en el Foro LA PROVINCIA, donde desplegó su sólida oratoria y reconoció estar harto del "victimismo del que han hecho gala algunos secesionistas", a quienes reprochó la "indecencia de compararse con presos políticos".

Sabe de lo que habla. Sabe lo que significa la dictadura, los presos políticos y las víctimas. Él mismo fue uno de los abogados de la acusación en el juicio por el asesinato de los cinco letrados laboralistas en Atocha en 1977.

La expectación para escucharle era máxima. De hecho, se superó el aforo previsto y alrededor de 220 personas acudieron a su ponencia en el Hotel Santa Catalina, en Las Palmas de Gran Canaria. Entre ellos, numerosos empresarios, representantes de la ONCE y de Cruz Roja, abogados y jueces y dirigentes de todo signo político, salvo de Podemos y Nueva Canarias.

Rodeado de amigos socialistas y agradecido por la presencia de quienes piensan diferente, Bono defendió a ultranza la unidad de España y el respeto a los derechos humanos en este país y dio una tregua a los partidos constitucionalistas, a quienes por ahora, mientras exista el "grave embate golpista", prefiere no atacar, pues confía en "llegar al mayor grado de acuerdo posible para ganar" a los separatistas. Ya ajustarán las cuentas pendientes con ambos partidos en otras elecciones, pero no en las del 21 de diciembre en Cataluña.

Hijo de alcalde, Bono supo en casa lo que era la política. En 1969 ingresó en el Partido Socialista Popular (PSP), liderado por Enrique Tierno Galván, que en 1978 se integró en el PSOE. Siempre ha creído que ser de izquierdas comportaba ser radical en el sentido más etimológico de la palabra, es decir, ir a la raíz de los problemas y, por otra parte, ser transigente. Bono se sitúa en la moderación radical, dos conceptos a priori antagónicos, pero que en él encajan como piezas de un puzle. Fiel a sus principios, sostiene que no hay libertad sin ley y arremetió contra los proyectos políticos "basados en las identidades, en los genes y en los Rh". No en vano, las identidades "son muchas, variables y compatibles" y, a su juicio, ya no cabe la idea "rancia y casposa de creerse los mejores y los más puros en un mundo por suerte cada vez más mestizo".

En este punto recordó la frase de Jordi Pujol sobre el mestizaje podía "conducir a la destrucción de Cataluña". Ante el riesgo de se busque en la identidad genética para "formar un grupo" invitó a abrir las guías de teléfono de España para ver cómo los apellidos están mezclados y alertó del peligro de exacerbar los ánimos nacionalistas.

Evocó al histórico socialista Indalecio Prieto, que murió en el exilio en México y, al final de sus días, ya ciego, iba al aeropuerto para oler a quienes llegaban de España, pues aunque era internacionalista, llevaba a España "hasta en el tuétano mismo" de sus huesos. "¿Es un facha el que quiera a España?", lanzó Bono, que lamentó que los españoles han asumido complejos históricos de los que deben deshacerse.

El secretario general del PSOE canario, Ángel Víctor Torres, fue el encargado de presentar al expresidente de Castilla-La Mancha durante 21 años, a quien conoció cuando sustituyó a Juan Fernando López Aguilar como diputado nacional. Bono es un hombre que "no pasa inadvertido", destacó Torres, que elogió la retórica del ponente.

Entre los asistentes, el expresidente autonómico y Diputado del Común, Jerónimo Saavedra, del que tanto ha aprendido Bono y que coincidió con él en que lo ocurrido en Cataluña "es un golpe de Estado". "En el siglo XXI con las redes sociales y con muchos otros instrumentos se llevan adelante así, sin uniformes y sin armas", apuntó Saavedra, que comparte que "no hay que tener ningún complejo en decir que uno es patriota".

El expresidente Lorenzo Olarte, gran amigo de Bono, también ensalzó su oratoria y resaltó que "lo de Cataluña ha servido para que la bandera española sea concebida por todos como una bandera propia y no exclusiva de la derecha".

Mientras que el presidente del TSJC, Antonio Doreste, remarcó la "brillantez y solvencia" de Bono, con un discurso "lleno de sentido común y coherencia, algo a lo que estamos poco acostumbrados", aseveró Agustín Manrique de Lara, presidente de la patronal de Las Palmas.

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