Fernando Clavijo dibujó ayer un panorama dispar de Canarias. La cara y la cruz de una región cuya economía y presupuesto se encuentran en plena expansión pero que cuenta con unos índices de pobreza y riesgo de exclusión social alarmantes. A la luz de los datos y las últimas estadísticas, el presidente del Gobierno canario se dio un baño de realidad: los problemas estructurales del tejido productivo de las Islas se mantienen y los problemas sociales están más acentuados, de tal forma que los indicadores de pobreza son ahora peores que en plena crisis.
Ante un aforo donde predominaban los empresarios, Clavijo explicó las principales actuaciones que lleva a cabo su Gobierno para revertir la situación "complicada" por la que atraviesan miles de familias canarias y, a continuación, lanzó de nuevo el reto a la clase empresarial para que mejore la calidad del empleo que se crea y suba los salarios, aunque sea "poco a poco".
Clavijo aprovechó el ciclo Encuentro de Líderes -organizado por LA PROVINCIA, La Opinión de Tenerife y la Cadena Ser en el Gabinete Literario- para lanzar las principales líneas y características del presupuesto de 2018, el mayor de la historia autonómica. El acto fue patrocinado por Astican, Riu, Heineken, Satocan, Hospitales San Roque y Grupo Ralons.
El jefe del Ejecutivo regional no rehuyó las preguntas que se le fue formulando aunque algunas de ellas ya se las esperaba, según confesó él mismo medio en broma medio en serio. Es el caso del supuesto desequilibrio presupuestario entre Gran Canaria y Tenerife, que "no es cierto"; la enrevesada situación de la Radiotelevisión autonómica, de la que eludió cualquier responsabilidad directa, o de la posible desaparición de impuestos como el AIEM, que no se hará "nunca" pese al clamor empresarial.
Muchas de las preguntas elevadas a Clavijo incidieron sobre los plazos de numerosos planes como el de energías renovables, acuicultura, reforma de la Administración pública, discapacidad... El presidente del Gobierno consideró "injusto" que se acuse al Ejecutivo de no apostar por las energías renovables cuando se ha incrementado la penetración de las energías limpias, pero volvió a defender el gas como energía de transición para reducir el consumo de petróleo e insistió en que Canarias será 100% renovable en 2050.
¿Y los pactos? Pues Clavijo es más práctico que teórico y no quiere tanto pacto que acapare titulares y lleve varios meses de trabajo para que después se queden en nada. Ya hay pacto por la educación y se está avanzando, o el de sanidad, que se está ultimando, dijo el presidente ante la presencia del consejero de Sanidad, José Manuel Baltar.
Entre las autoridades políticas que asistieron a la conferencia del presidente del Ejecutivo estuvo la secretaria de Estado de Turismo, Matilde Asián y el alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Augusto Hidalgo. Se echó de menos la presencia de las cúpulas de los principales partidos canarios, entre ellos PP y PSOE, aunque sí estuvieron Ciudadanos y Unidos por Gran Canaria, cuyo jefe de filas, José Miguel Bravo de Laguna, escuchaba atentamente las afirmaciones de Clavijo sobre los desequilibrios. También estuvieron presentes varios miembros del cuerpo consular acreditado en Canarias, además de representantes de organizaciones empresariales, abogados, dirigentes de la banca, Universidad, representantes de las Fuerzas Armadas y de los cuerpos de Seguridad del Estado.
Tras la intervención de Clavijo, el presidente de Cruz Roja en Las Palmas, Juan Campos, ratificó la situación de debilidad en la que se encuentran miles de familias en Canarias, pese a que siguen mejorando las expectativas económicas. "No digo que no haya recuperación económica, pero hay un sector de la población que se ha empobrecido mucho más que antes de la crisis, un parte importante de personas lo está pasando fatal y nosotros seguimos ayudándoles", señaló Campos.
Por su parte, el presidente de la Confederación Canaria de Empresarios (CCE), Agustín Manrique de Lara, reclamó más formación, mejor educación y más facilidad para la generación de tejido empresarial y diversificar la economía, mientras que el sector privado debe aprovechar las oportunidades y abrir más la economía al exterior para ganar en competitividad.
