La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Tres quiebras en la obediencia de los diputados populares

El PP es un partido disciplinado que ha tenido escasas fugas, entre ellas una por Tindaya, otra de Pérez Camacho y ahora de Tavío

Pocas veces en las filas del PP de Canarias se ha roto la disciplina de voto, como lo hizo el pasado miércoles en el pleno del Parlamento regional la diputada y vicepresidenta segunda de la Mesa de la Cámara, Cristina Tavío, con su abstención al cese del director de Radiotelevisión Canaria (RTVC), Santiago Negrín, en contra de la dirección marcada por el presidente del partido, Asier Antona, a favor de esa destitución junto a Podemos y Nueva Canarias.

Esta situación no se daba en años, que se recuerde, aunque el partido ha vivido sonadas crisis internas. La era de José Manuel Soria como dirigente del PP desde 1999 y su férrea forma de controlar la organización evitó este tipo de insumisiones, desde la primera que padeció a pocos meses de acceder al cargo y que tuvo como protagonista, entre otros, a su antecesor en el liderazgo del PP, José Miguel Bravo de Laguna. Desde entonces, las fugas han sido prácticamente inexistentes.

En el año 2000 cuatro diputados del PP rompieron la disciplina de voto para evitar una comisión de investigación sobre Tindaya en contra de lo acordado por la cúpula regional del partido, que lideraba oficialmente Soria, pero que tenía una organización en paralelo dirigida por Bravo de Laguna, quien dimitió la misma noche de las elecciones de 1999 como presidente del PP, por los resultados electorales. Bravo de Laguna pudo fraguar antes de que Soria dirigiera el partido el pacto que suscribieron de nuevo con CC para investir a Román Rodríguez como presidente, dejando fuera de los acuerdos al que sería su nuevo líder, y puso a personas de su entorno, como Lorenzo Suárez y Tomás Van de Walle, en el Ejecutivo de Rodríguez, que entonces era dirigente de CC del que se separó en 2005 para fundar Nueva Canarias.

Bravo de Laguna ostentaba el cargo de presidente del Parlamento de Canarias y Soria alcalde de la capital grancanaria, si bien como presidente del PP promovió una comisión de investigación sobre Tindaya a la que el Gobierno de CC se negaba. La fuga de votos en las filas populares provocó hasta siete votaciones para buscar un desempate y hasta hubo un aviso de bomba en la Cámara regional. Bravo de Laguna y lo dos consejeros del Gobierno, Lorenzo Suárez y Tomás Van de Walle, y el ex consejero y ex líder del partido en Lanzarote, Rafael de León, rompieron la disciplina de voto y se aliaron a CC lo que provocó agrios enfrentamientos con Soria y tuvo que intervenir Génova.

"Están intentando lincharme políticamente, aunque no creo que lo consigan", llegó a decir Bravo de Laguna. Al final, el PP rompió el pacto con CC en 2002 y Román Rodríguez gobernó en solitario unos meses.

Otra de las rupturas en la disciplina de voto, de la pocas, fue en 2008 protagonizada por el diputado por Tenerife, Miguel Cabrera Pérez Camacho, en la tramitación de las enmiendas a los Presupuestos canarias para 2009. Pérez Camacho apoyó una enmienda del PSOE que pedía una partida presupuestaria para el Centro de la Cultura Popular Canaria.

Compartir el artículo

stats