Canarias será la primera comunidad autónoma de España en disponer de regulación normativa para la prevención y control de la contaminación por olor. El Gobierno regional creará un decreto cuyo principal objetivo es mitigar el hedor que desprenden determinadas instalaciones.
La ley de calidad del aire y protección de la atmósfera, aprobada en España en 2007, se alineó con las normativas europeas en la materia, donde se clasificaban todas las actividades potencialmente contaminadoras y se establecían las bases para su seguimiento y control. Pero la Consejería regional de Política Territorial, Sostenibilidad y Seguridad, que dirige Nieves Lady Barreto, ha decidido dar un paso más e iniciar la tramitación de un proyecto de decreto para ayudar a que esa ley tenga un efecto más real y en coherencia con las singularidades de las Islas.
Tras las necesidades detectadas en los últimos años, esta iniciativa legislativa abordará los niveles de emisión y las condiciones técnicas de los focos canalizados, por ejemplo las chimeneas, y las emisiones difusas, tales como las partículas que emiten algunas canteras de picón o de cemento que puedan afectar a núcleos urbanos. No obstante, la novedad del texto es la regulación de los malos olores, uno de los problemas que cada vez más inquieta a la población.
Para ello se establecerán tres categorías. En el nivel más alto estaría la contaminación por olor debido a generadores de residuos y procesos que involucren a restos de animales y pescados. En el segundo nivel estaría una cervecería o una ganadería intensiva. Y en la escala tres: panadería, confitería y la fabricación de galletas o de chocolate, por ejemplo. Se aplicarían a estas industrias unos valores límites y requisitos que tendrían que cumplir, pues, de lo contrario, se exponen a una sanción. Las instalaciones tendrían que identificar el origen del problema y llevar a cabo medidas correctoras, avanzó el jefe de servicio de Prevención y Control de la Contaminación Ambiental, Alberto Santana, que explicó que, aunque el mal olor no desaparezca 100% se busca "mitigar olores desagradables que pueden afectar a la calidad de vida de la población". El reto: paliar las molestias ocasionadas.
En Gran Canaria las principales quejas vecinales se deben a la estación depuradora de Barranco Seco y al Complejo Ambiental de Salto del Negro, pues hay viviendas a menos de 200 metros. Aparte de las protestas por otra estación depuradora en Tenoya. En Tenerife las críticas se dan sobre todo por la estación de bombeo de Cabo Llanos.
La Sociedad Atlántica de Oceanógrafos (SAO) y la mesa técnica de contaminación del Foro Océanos reciben esta iniciativa como "un paso más hacia una Canarias más sostenible y situar a las Islas como referente nacional para iniciar un cambio que lleve a tener mejor calidad del aire, ya no sólo en esta región sino en todo el país", destacó Aridane González, miembro de la SAO y coordinador del área de contaminación en el Foro Océanos.
Al profesor de Física de la ULPGC Juan Carlos Guerra, cuya área de trabajo es Física de la Atmósfera, le parece "estupenda" la elaboración de un decreto y celebra que "se tome conciencia" de este problema, en tanto que "la contaminación atmosférica mata a miles de personas cada año".
La propuesta está en fase de consulta pública hasta el día 24. El Gobierno espera que la norma entre en vigor antes de que finalice 2018.
