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Perfil

Una justicia moderna, rápida y cercana

El santacrucero Navarro Miranda se licenció en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid en 1981. Es diplomado en Asesoría de Empresas en la Escuela de Práctica Jurídica de la misma universidad. Ingresó por oposición, con el número uno de la promoción, en el Cuerpo Jurídico de la Defensa, en 1984 e ingresó en la Carrera Judicial como juez el 12 de noviembre de 1991. A pesar de su meteórica carrera, no es un verdadero pata negra, como se conoce dentro de la propia judicatura a aquellos que acceden por oposición. Accedió, en cambio, por el denominado tercer turno, es decir por el turno de juristas de reconocida competencia. Es especialista en Derecho Procesal y siempre ha defendido la "modernización de la justicia para hacerla más rápida y cercana al ciudadano", por lo que ha abogado, entre otras cuestiones a realizar a tal objeto, por una verdadera renovación de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Considerado "jurista de consenso" por sus compañeros, es miembro de la Asociación de Jueces y Magistrados Francisco de Vitoria.

Ha servido en la judicatura durante 26 años, de juez de instrucción a magistrado con categoría de Tribunal Supremo. Estuvo al frente del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de San Vicente del Raspeig (Alicante); en el de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Icod de los Vinos; en el de Primera Instancia e Instrucción número 3 de La Orotava desde diciembre de 1995 a diciembre de 1996. Durante 1996, en comisión de servicios, sin relevo de funciones, en el de Primera Instancia número 1 de Granadilla de Abona. Luego promocionó a la categoría de magistrado, por Real Decreto 2.735/96, de 27 de diciembre. Fue promocionado a magistrado el 27 de diciembre de 1996 y estuvo al frente del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Manresa; en el Juzgado de Instrucción número 1 de Santa Cruz de Tenerife; en comisión de servicio en el Juzgado de Primera Instancia número 6 de Santa Cruz de Tenerife y en comisión de servicio en la Sección Tercera (Civil) de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife. Fue nombrado presidente de la Audiencia de Santa Cruz de Tenerife por Real Decreto 2.261/2004 hasta 2013. En junio de 2013 fue nombrado presidente del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC). El 8 de enero de 2014 fue elegido presidente de la Audiencia Nacional, puesto que ha ocupado hasta la actualidad.

Durante su Presidencia en la Audiencia Nacional ha tratado de reforzar las competencias de este órgano para que investigue todos los casos de corrupción que se produzcan en España siempre que causen un grave perjuicio a la Hacienda Pública y con varias personas implicadas. Además, ha apostado por reforzar las competencias para perseguir los delitos cometidos por organizaciones criminales transnacionales como una de las señas de identidad de lo que definió, durante la defensa de su nombramiento, debe ser la Audiencia Nacional del siglo XXI.

Navarro Miranda es miembro de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación. Codirector de la Cátedra Tomás y Valiente, en la Facultad de Derecho de la Universidad de La Laguna, y profesor de la UNED en las asignaturas de Constitucional, Administrativo, Procesal e Internacional Público. Autor de varias obras jurídicas y coautor de la Enciclopedia Jurídica de la Ley.

A pesar de todos los parabienes que le dedican sus colegas y la inmensa mayoría de las personas que le conocen, el empresario grancanario Miguel Ángel Ramírez, que decidió grabar una conversación mantenida en el despacho del juez Salvador Alba en la que supuestamente se intentaba conspirar contra la magistrada y exdiputada de Podemos Victoria Rosell, hizo alusión en dicha conversación a un supuesto encuentro y almuerzo que habría mantenido en Madrid con el presidente de la Audiencia Nacional, Navarro Miranda, con el pretendido fin de que intercediera en su causa.

Navarro Miranda contestó el mismo día en el que se hizo pública la transcripción de aquella grabación, en octubre del año pasado. "No es cierto que me reuniera en secreto con Ramírez en Madrid ni ha habido mediación alguna. Nunca he hablado con los instructores de su caso, ni mucho menos he mediado en ese sentido", aseguró. El propio Miguel Ángel Ramírez admitió entonces que había mentido al juez Salvador Alba y que lo que perseguía era ganarse la confianza del magistrado que, a su juicio, lo chantajeaba.

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