Ni las causas sociales los unen ya. Y ello aun cuando unos y otros coinciden en que esa debe ser ahora la prioridad. El Ejecutivo regional, al que sostienen en minoría los diputados de Coalición Canaria (CC), y el Partido Socialista (PSOE), compañero de los nacionalistas en los consejos de Gobierno hasta hace apenas un año, se enfrentaron ayer en las voces de Fernando Clavijo y Loly Corujo por las ayudas que el Ejecutivo regional dará a los desempleados que tengan que desplazarse a otras islas por motivos laborales. Un motivo para el enfrentamiento que difícilmente se habría dado en otras circunstancias, lo que permitió al presidente autonómico apuntarse un primer tanto en la discusión al reprocharle a la portavoz del grupo parlamentario del PSOE que sean precisamente los socialistas los que se lancen a la crítica de una medida eminentemente social.
Sea como sea, y tras el impasse en que quedaron las relaciones entre CC y PSOE con la victoria del moderado Ángel Víctor Torres en las primarias por el liderazgo del partido frente a Patricia Hernández y Juan Fernando López Aguilar, la trifulca de ayer en el Parlamento puso de manifiesto que los socialistas han acusado el golpe del abandono de los concejales nacionalistas del Ayuntamiento de Arrecife, lo que ha dejado al gobierno local de Eva de Anta sumido en una débil minoría. Si a ello se le suma el mosqueo de los nacionalistas por la deriva rupturista del PSOE de Tenerife, que amenaza con dinamitar, vía moción de censura, el gobierno municipal de La Laguna -feudo por excelencia de CC-, el cóctel para la renovada desconfianza mutua está servido. Un cóctel más cargado si cabe precisamente por esa división socialista entre su más influyente Ejecutiva Insular -la de Tenerife, al frente de la cual está Pedro Martín y en la que se deja notar el peso de la enojada exvicepresidenta Patricia Hernández- y la cúpula autonómica que dirige el susodicho Torres. No en vano, esta última no puede dar motivos para que desde las filas tinerfeñas del partido se alimente el discurso de un pretendido acercamiento de Torres y los suyos a Coalición.
Así que a Clavijo le sorprendió, aunque en realidad no tanto, que Corujo se esforzara en separar a los suyos de los nacionalistas en un tema aparentemente expuesto al consenso, si bien las advertencias de la portavoz del grupo socialista no fueron menores. Tan es así, que la también alcaldesa de San Bartolomé aseguró que las ayudas -de 300 euros- para que los desempleados desplazados a otras islas por motivos laborales puedan pagar el alquiler pueden desembocar en un incremento de los precios de los arrendamientos, ya de por sí por las nubes por el auge del alquiler vacacional. Frente a un Clavijo que no daba crédito, Corujo acusó al Gobierno de "inventarse una subvención" que, a su juicio, va en detrimento de la atención que merecen los asuntos prioritarios del Servicio Canario de Empleo, como la inserción laboral y las políticas de formación. "Procure que su pasión por los titulares no le aleje de la realidad", le espetó la portavoz socialista a Clavijo antes de recordarle que si el trabajador no se desempeña en otras islas es por los sueldos "de miseria".
El presidente, que ladeaba la cabeza, repitió hasta en dos ocasiones no entender "qué hay de malo" en la medida de su gabinete, que incluirá también una ayuda para el desplazamiento por una entrevista de trabajo.
Con todo, el mayor desconcierto fue el de las sonrisas que cruzaron los protagonistas de la discusión al término de la riña.
