El Gobierno de Canarias le da la máxima importancia a la reciente autorización otorgada por Marruecos a la empresa italiana ENI para hacer prospecciones petrolíferas en aguas cercanas al Archipiélago, frente a las costas de Lanzarote y Fuerteventura, en una zona muy próxima a donde la petrolera española Repsol realizó sus sondeos hace unos años con total rechazo de las instituciones y la opinión pública canarias.

El Ejecutivo regional ha expresado su preocupación por este nuevo intento del país vecino de buscar hidrocarburos en un área de máxima sensibilidad para las islas orientales, y se ha movilizado para tratar de controlar el proceso en la medida de lo posible. Consciente de que no hay lugar para una acción directa de rechazo a este proyecto ante el Ejecutivo de Rabat, lo que se consideraría una injerencia en la soberanía del país vecino, el Gobierno canario sí cree que hay margen "iniciativas diplomáticas" que garanticen que el proyecto no tenga efectos nocivos sobre Canarias y, si es posible, frenarlos.

Esta es la idea que marcará hoy la reunión que mantendrán en Madrid el presidente de Canarias, Fernando Clavijo, y el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Alfonso Dastis, solicitada por el primero nada más conocer las autorizaciones marroquíes a principios de mes, y en la que se trazará una estrategia compartida, así como evaluar si hay margen para algún tipo de actuación en el frente diplomático.

Oficialmente, el objetivo de Clavijo es conocer y contrastar los datos en relación a ese proyecto de búsqueda de hidrocarburos. Pero más allá de las formalidades, el Gobierno de Canarias considera que el Estado tiene instrumentos para actuar frente a Marruecos y, desde el respeto a su soberanía, condicionar la realización de los sondeos o incluso paralizarlos.

El Ejecutivo regional cree que el Ministerio lo puede hacer desde su propio ámbito de actuación, pero sobre todo a través de las instituciones de la UE y en dos planos diferentes y complementarios. Primero obteniendo todas las garantías por parte de las autoridades marroquíes de que exigirán a la petrolera italiana todas las medidas de protección medioambiental y de riesgo cero para Canarias. Pero también considerando que tanto España como la UE tienen a su alcance instrumentos para convencer a Marruecos de que pare los sondeos y trabajar conjuntamente hacia políticas medioambientales y energéticas.