Cada vez que los científicos rastrean los fondos marinos de las aguas canarias con motivo de las diversas investigaciones que se realizan en ellas advierten sobre la riqueza que impregna esa corteza oceánica a entre 1.000 y 3.000 metros de profundidad. Y no sólo por la conocida biodiversidad que las caracteriza, sino por la abundancia de materiales geoquímicos incrustados en las rocas y depósitos del lecho marino. En las exploraciones realizadas en los últimos años, los geólogos se han llevado a los laboratorios material con pistas que a la postre pueden llegar a convertir a Canarias en una especie de reserva minera de gran valor con elementos como el teluro, el cobalto, el hafnio, el níquel o el platino, todos ellos componentes de gran valor económico por su uso habitual en la industria de las nuevas tecnologías. La voz se ha corrido en el ámbito internacional y ya son varios los centros de investigación de otros países que merodean los mares canarios en busca de una oportunidad.

El reciente anuncio del descubrimiento de teluro en algunos de los montes submarinos al sur del Archipiélago, en aguas internacionales, con motivo de las exploraciones realizadas por el IGME (Instituto Geológico y Minero de España) y un centro de investigación británico en relación con la ampliación de la Plataforma Continental de Canarias presentada por España ante la ONU, fue el primero de los avisos sobre la riqueza mineral de los fondos oceánicos canarios. Pero los investigadores advirtieron entonces y lo resaltan ahora que ese material no era el único de cuantos podían estar incrustados en las muestras recogidas durante las exploraciones. "Nosotros llevamos investigando depósitos submarinos desde el 2011 y tenemos datos de diversos materiales en la esa zona y en las mineralizaciones de las costras de manganeso, que es lo que hay en los montes submarinos canarios", señala Francisco Javier González Sanz, investigador titular del IGME.

A raíz de algunas informaciones de los últimos días sobre nuevas investigaciones extranjeras en aguas cercanas a Canarias en las que parece que se ha encontrado hafnio, un material muy cotizado que puede ser utilizado en diversas industrias, incluida la energía nuclear del futuro y con aplicaciones en la energía verde, los investigadores del IGME aclaran que ese elemento ya fue encontrado durante sus exploraciones en los montes submarinos al sur de Canarias, "pero no con un enriquecimiento lo suficientemente alto como para darle importancia", cosa que sí ocurrió con el teluro. Es más, González señala que fueron otros elementos más interesantes los que sí dieron proporciones más altas que el hafnio o el teluro, como es el caso del cobalto.

"La riqueza en minerales de las aguas canarias es muy alta y está por explotar. De pensarse alguna vez en hacerlo, el metal más interesante sería el cobalto, porque hay mucho más de este elemento que telurio y más aún que hafnio, ya que por cada tonelada de mineral que sacáramos, extraeríamos cinco kilos de cobalto, por tan solo 50 gramos de telurio, y entre 10 y 25 gramos de hafnio", explica este geólogo. Según él, las exploraciones en este sentido de momento sólo de han producido en los montes submarinos del sur y suroeste de las Islas, en las que tienen que ver con la petición española sobre la Plataforma Continental de Canarias y poder ampliar la soberanía española sobre esas aguas, pero no sabe si esos resultados serían similares en la zona norte de las aguas del Archipiélago.

En este sentido, según las investigaciones llevadas a cabo en otro ámbito completamente distinto, como el del proyecto Life+Indemares de análisis y protección de los hábitats y especies marinos en la zona entre Gran Canaria y Fuerteventura y al norte de Lanzarote, esos materiales apenas tenían presencia en las muestran geológicas que se tomaron, según resalta José Mangas Viñuela, doctor en Ciencias Geológicas y catedrático de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, que participó en ese trabajo liderado por el Instituto Español de Oceanografía (IEO). "Los geólogos vamos buscando siempre características geoquímicas de los materiales, pero ni siquiera se nos ocurrió analizar el hafnio, ni el teluro porque es tan pequeña la proporción que no merecía la pena". Sin embargo, los científicos coinciden en señalar que para una exploración más exhaustiva de todos los fondos marinos donde pueden encontrarse estos materiales se necesitaría una voluntad muy clara en el ámbito político e institucional para realizar las inversiones precisas, en estos momentos paralizadas.

"Si el Estado español quiere hacer una campaña de este tipo tendrá que programarla y dedicarse durante cuatro años a hacer una buena red de muestreo, y cuando acotes una zona rica y anómala habría que hacer otra campaña de detalle de otros 4 o 5 años. Es decir, que hasta dentro unos 10 años no tendríamos datos serios para plantearse una posible explotación", señala el profesor Mangas, quien más allá de las expectativas sobre la abundancia de estos materiales en las aguas canarias, reprocha "la escasez de recursos dedicados por los gobiernos a la investigación marina y muchas veces tienen que venir de otros países a levantarnos la liebre". En el mismo sentido de reclamación de inversiones se expresa González Sanz, quien revela que el IGME está a la espera de financiación por parte del Estado para nuevas campañas de exploración en las aguas canarias y en concreto en la zona norte. "Hacen falta recursos para estas campañas de exploración porque independientemente del tiempo necesario para su posible explotación, hay que tener conocimiento de lo que retemos en nuestros fondos marinos para poder evaluar si es rentable, si es viable medioambientalmente y si podemos contar con esos recursos en el futuro", asegura el científico.

Para ambos geólogos, estas expectativas de futuro pasan por muchos condicionantes, entre ellos el desarrollo de las tecnologías precisas. "Si uno es realista, no lo veo en un horizonte menor de 20 o 25 años", asegura Mangas, quien pone el énfasis en los condicionantes medioambientales que presentan algunas de las zonas que se podrían explorar en las aguas canarias. González lo ve casi tan lejano, pero cree que ya hay campos abiertos en el ámbito internacional que pueden significar avances. Destaca la explotación submarina, a 1.600 metros de profundidad, que la empresa canadiense Nautilus Minerals tiene intención de iniciar el año próximo en aguas de Papúa Nueva Guinea. Con una inversión de cientos de miles de dólares, van a explotar el sulfuro rico en cobre y oro y están construyendo toda la maquinaria, los buques y toda la tecnología y van a ser la punta de lanza de toda esta minería. Según González, esta primera experiencia mundial de minería submarina "va a ser el indicador de lo que hay que hacer".