La reforma del sistema electoral canario se acerca a su momento clave con la decisión política que permita llevarla adelante o, en caso contrario, mantener el actual estatus 22 años después de la única modificación que ha sufrido. Todo apunta a que un sistema con una lista regional que se añade a las siete circunscripciones insulares vigentes es el único cambio factible. Sin embargo, desde el punto de vista de la representación política el escenario no cambiaría de forma significativa en el Parlamento a tenor de las primeras simulaciones que se han realizado, de tal forma que CC, PSOE y PP mantendrían sus posiciones con esa lista regional y con colegio de restos, aunque con los matices que supone la entrada de diez diputados más en la Cámara y de Ciudadanos como nuevo partido con representación.
Coalición Canaria es la que más reticencias ha mostrado para modificar el sistema electoral vigente. Sin embargo, un cambio hacia la circunscripción regional tampoco le perjudicaría en exceso, ya que se mantiene el número de diputados por cada isla como hasta ahora y se añadiría una candidatura de nueve diputados para mejorar la proporcionalidad en la representación de Gran Canaria y Tenerife. Si en la primera de ellas la pugna política es más encarnizada porque participan más partidos de izquierda y derecha, en Tenerife se miden con más fuerza CC y PSOE, mientras que PP y ahora Ciudadanos luchan por el voto de centro derecha, en el que sí pueden resultar algo perjudicados los nacionalistas.
Si se toman como base el índice de participación y los resultados de las elecciones autonómicas de 2015, CC mantiene un resultado similar al cosechado hace tres años. Con la introducción de la bajada de las barreras electorales y la candidatura autonómica se mueve en una horquilla de entre 17 y 20 escaños. Se trata de una prospección en la que los electores votarían igual que en 2015 y elegirían a la misma fuerza política para la circunscripción regional que para la insular.
Con matices
Sin embargo, el impacto de la reforma sobre la voluntad de los electores en 2019 tiene varios matices. El sociólogo Armando Peña, de la empresa Hamalgama Métrica, explica que la tendencia es que la participación en 2019 sea similar e incluso menor que hace tres años. Peña no cree que haya demasiados cambios en la conformación de la Cámara autonómica con la entrada de nueve diputados más -el décimo se asigna a Fuerteventura por el aumento de su población- y que lo más destacado sería el trasvase de votos en dirección a Ciudadanos en el espectro ideológico del centro derecha.
"Partimos de la hipótesis de que votos que van al PP puede beneficiar ahora a Ciudadanos e incluso parte de los votos más conservadores de CC", indica Peña. Asimismo, recuerda que la lista regional beneficia a las islas capitalinas y, por lo tanto, ahí se nutren de apoyos también los partidos de ámbito estatal, ya que la población con derecho al voto es mucho mayor que en las islas no capitalinas. En el caso de Gran Canaria este experto considera que Nueva Canarias también puede fortalecer su posición al ser la isla donde tiene mayor fuerza entre la población. Otra cuestión que matiza Armando Peña es el impacto de la bajada de las barreras en las islas menores y cómo eso puede influir en el voto que hasta ahora ha beneficiado a CC.
El también sociólogo Miguel Guerra advierte que con la reforma las islas no capitalinas seguirán sobrerrepresentadas porque no cambia el reparto en las listas insulares. Guerra recuerda que once de los 18 diputados actuales de CC proceden de islas no capitalinas, que suman unos 40.000 votos en total. "El pilar fundamental del sistema electoral seguirá siendo la circunscripción insular", añade Guerra, que ve en la bajada de las barreras insulares la posibilidad de que otras fuerzas, además de los nacionalistas, puedan verse beneficiadas.
Si en el centro derecha la entrada de Ciudadanos es la que puede condicionar el voto del PP y una parte del voto no nacionalista de CC, en la izquierda tanto Guerra como Peña coinciden en que el PSOE mantiene su fuerza en Canarias, mientras que Podemos tiende a la baja y puede verse más perjudicado si fuerzas como Sí Se Puede se presentan al margen de la formación morada.
Tanto uno como otro defienden la necesidad de que los cambios en el sistema electoral, de haberlos, sean lo más transparentes posibles para evitar confusiones a los ciudadanos. "El día de las elecciones tienen que estar muy claros los detalles, aunque siempre hay lugar para la sorpresa", añade Armando Peña. Por su parte, Miguel Guerra advierte que en la legislación electoral está muy claro que el proceso debe ser transparente y que "el elector debe comprender lo que vota". Si finalmente la opción es la de introducir una lista regional, se tendrá que determinar si la votación se realiza con doble urna o en una sola. Eso sí, los sociólogos avisan que las papeletas de las circunscripciones insulares y la regional deben estar diferenciadas.
