Los Presupuestos del Estado para el 2018 salvaron ayer su primer escollo al ser rechazas las enmiendas de totalidad presentadas por la oposición e iniciarse así una tramitación parlamentaria, que concluirá, previsiblemente, a finales de junio. El empate inicialmente previsto a 175 entre votos a favor y en contra de la devolución del proyecto al Gobierno, que hubiera obligado a tres votaciones consecutivas, se vio roto de forma "accidental" y un tanto pintoresca por el diputado de NC, Pedro Quevedo, que por error votó contra las enmiendas. Propició así que, tras una única votación de 176 noes y 174 síes, éstas decayeran. NC sumó su apoyo involuntario a los de Ciudadanos, PNV, Foro Asturias y UPN, además del PP, frente al rechazo expresado por PSOE, Unidos Podemos, ERC, PdCat, Compromís y Bildu.

De esta forma, los nuevos Presupuestos quedan a expensas de ese posible acuerdo entre NC y el Gobierno central para que, en su caso, Quevedo vuelva a convertirse en el diputado 176, como el año pasado, que los haga posibles ya que en las votaciones finales de su tramitación el proyecto necesita más votos a favor que en contra.

La negociación de última hora entre el PP y el PNV y el acuerdo alcanzado para subir un 1,6% las pensiones y vincularlas el próximo año a la evolución del IPC, así como aplazar al 2023 el factor de sostenibilidad, desbrozó el camino al Ejecutivo de Mariano Rajoy, que de esta forma toma oxígeno y podrá concluir la legislatura.

Quevedo había anunciado previamente que rechazaba el proyecto presupuestario y que votaría a favor de su devolución al Gobierno, aunque abierto a tratar de "influir" para mejorarlo durante la tramitación y a apoyarlo finalmente si alcanzaba algún acuerdo en este sentido. Sin embargo, tuvo que dedicar ayer mucho más tiempo a explicar las circunstancias del error de su voto, que el sentido de sus futuras reclamaciones al Gobierno.

El nacionalista achacó el error de su voto a su compañero y vecino de escaño Isidro Martínez Oblanca, de Foro Asturias (socio del PP), que involuntaria y accidentalmente pulsó el botón del 'no' del diputado canario mientras trataba de explicarle que se estaba equivocando respecto a lo que realmente quería votar. Según su propio relato, Quevedo ya había pulsado el botón con el que daba el apoyo a las enmiendas a la totalidad, pero Oblanca, "con toda la buena fe", pensó que se estaba equivocando y, sin querer, le cambió a última hora el sentido del voto.

Aunque restó importancia al incidente, el diputado de NC presentó más tarde un escrito solicitando a la Mesa del Congreso constancia en acta de que el voto que ha quedado registrado fue un "error ajeno a su voluntad".

Quevedo insistió en sus argumentos del día anterior en su intervención en el pleno dejando clara su posición en contra y anunciando que "intentará influir" en el trámite de enmiendas parciales presentando 70 propuestas con importantes cifras de lucha contra la pobreza en todo el Estado, en políticas y medidas de lucha contra la violencia machista, y en otras muchas materias relacionadas con Canarias, entre ellas la mejora de la conectividad con la Península y el incremento al 75 % del descuento en los vuelos a otros territorios del Estado. "Si existe la posibilidad de hacer una negociación seria, la trataremos de aprovechar y creo que será más sencillo que el año pasado porque ya nos conocemos", afirmó Quevedo.

Por su lado, la diputada de CC, Ana Oramas, aseguró que "previsiblemente" sus propias enmiendas estarán pactadas con NC, destacando aquellas que tengan que ver con la mejora de la conectividad y el aumento del descuento de los vuelos a la Penínsulas temas relacionados con la pobreza infantil y con los pensionistas canarios y los españoles retornados de Venezuela.

Los Presupuestos empezarán pues ahora en una nueva fase de discusión de su articulado y de las cifras de cada una de sus secciones.

El Gobierno y el PP confía en poder controlar su tramitación tanto en el periodo de ponencia como en la Comisión de Presupuestos, donde no está representada toda la oposición, pero necesitará algo más que el empate en el debate definitivo en el Pleno del Congreso sobre cada una de las secciones

En esa semana definitiva, entre los días 21 y 24 de mayo, el Ejecutivo precisa recabar más votos a favor que en contra, y sólo con perder las cuentas de un ministerio determinado, todo el proyecto presupuestario se desplomaría. Por tanto, de nuevo no valen ni errores ni ausencias.

Para entonces, el Gobierno confía en confirmar el respaldo del PNV y de UPN, que aún no han dado el sí definitivo a las cuentas, y espera recabar el voto de Nueva Canarias. De esa forma, conseguiría reeditar la alianza de hasta siete formaciones políticas distintas para sacar adelante los segundos Presupuestos de un Gobierno en minoría de Mariano Rajoy.

Los nacionalistas vascos han condicionado su apoyo a la actitud que adopte el Gobierno al levantar el artículo 155 en Cataluña, la subida pactada para las pensiones y acuerdos sobre 'la agenda vasca de competitividad'.

Si los Presupuestos concluyen con éxito su tramitación en el Congreso, empezarán a debatirse ya en junio en el Senado, donde seguirán el mismo procedimiento, si bien en la Cámara alta el PP se garantiza la aprobación al contar con mayoría absoluta.