La tradición y el folklore canario llenaron ayer la plaza de Santo Domingo de Vegueta con el XV Encuentro Infantil organizado por la Orden del Cachorro Canario. El Día de Canarias se adelantó para cerca de un millar de niños de Educación Infantil y Primaria de once centros de la isla que se dieron cita en esta plaza de Vegueta para disfrutar de bailes de las siete islas, talleres de artesanos y espectáculos como la lucha del garrote.

La plaza de Santo Domingo se transformó así en un gran escenario rodeado por cientos de pequeñas cabezas ataviadas con cachuchos y pequeños sombreros de paja que no despegaban sus ojos del centro del corro por el que iban desfilando los distintos centros para mostrar el baile regional que llevaban cerca de un mes preparando. María del Pino Mendoza, monitora de la Orden del Cachorro Canario, explica que durante el curso escolar la asociación acoge a los pequeños de los distintos centros para que entren en contacto con la tradición y aprendan sus "señas de identidad como canarios".

Para este encuentro los monitores visitaron los once centros invitados para enseñar a los alumnos los distintos bailes que representaron ayer en Santo Domingo. "Hemos ido cuatro horas por la mañana cada viernes desde hace un mes para que los niños aprendiesen a bailar la mazurca, el chotis majorero o la punta y el tacón", señala Mendoza, que agradeció al Gobierno de Canarias, al Cabildo de Gran Canaria y al ayuntamiento capitalino que apoyasen el evento que está consiguiendo "mantener viva, de momento, nuestra identidad".

Las actuaciones arrancaron a las 9.30 de la mañana, cuando llegaron las guaguas que habían recogido a los pequeños en sus centros y empezaron a bajar vestidos con sus fajines, chalecos, pisamierdas y blusas con bordados canarios. Llegaron nerviosos y con ganas d enseñar al resto de colegios todo lo que habían practicado. Al llegar a la plaza escucharon el Himno de Canarias y empezaron los bailes regionales, intercalados con exhibiciones de deportes tradicionales y artesanos venidos de distintos puntos de la isla.

Los profesores de los once centros, vestidos también con el traje tradicional, controlaban a unos niños nerviosos por su actuación y que preguntaban constantemente "cuándo nos toca". Entre los docentes que acudieron al evento se encontraba Jessica Fernández, profesora del Colegio de Educación Infantil y Primaria (CEIP) Atlántico. "El hecho de sacarlos del colegio ya es enriquecedor para ellos y a estos eventos aún más", comentó la docente, que considera que esta es una de las pocas formas que quedan de que los niños "sientan su cultura como propia" y de reivindicar un pasado y unas tradiciones "espectaculares, pero que parece que hoy en día se están perdiendo". Jessica nació en León, por lo que en estos eventos descubre pequeñas cosas sobre el Archipiélago y ve a sus alumnos emocionados mientras aprenden sobre sus raíces.

Espectáculo folklórico

Entre cada actuación de los niños, el centro del corro era tomado por espectáculos tradicionales. Frente al escenario se encontraba una larga mesa con el trabajo de varios artesanos. La mayoría del espacio estaba dominado por las grandes jaulas de caña que trajo Domingo Santana, que compartían espacio con los instrumentos del luthier Leonardo Navarro, la cerámica de Maite Ríos o los juguetes de José Díaz. Por el centro del corro pasaron los juveniles y cadetes de la Federación de Lucha Canaria, combates de lucha del garrote y los ganaderos de las medianías de Gran Canaria que mostraron a los niños cómo se trasquila una oveja.

La demostración de estos pastores fue la parte de las jornada que más impresionó a Natalia Bonilla, del CEIP Atlántico, a la que le pareció "muy bonita" la forma en la que ataron las patas de las ovejas y les cortaron la lana para aliviarlas de cara a las altas temperaturas del verano.

Natalia, de ocho años, se confesaba "un poco nerviosa" antes de salir a bailar la mazurca del Carrizal con Kevin, otro niño de su clase, 2ºA. La pequeña, a la que habían ido a ver actuar sus padres, comentó que estaba "muy contenta" de vestirse canaria porque le encanta la falda negra que le compró su madre. Asegura que de mayor quiere ser profesora "para poder enseñarle a los niños pequeños todo lo que estoy aprendiendo hoy".

Por su parte Hugo Vega, delegado de 4ºB del colegio Tagoror de Vecindario, aseguró que le había sido fácil aprender los pasos del chotis de Fuerteventura y comentó que en su centro se estaban preparando muchos actos por el Día de Canarias y que el día 29 bailará de nuevo, en esa ocasión será una mazurca. El pequeño hace años que tiene claro su futuro, quiere ser notario, porque " se gana mucho dinero".

El fin de fiesta, como no podía ser de otra manera, llegó con los papagüevos, que, al son de la música de la Rama, hicieron bailar a niños y profesores. El presidente de la Orden del Cachorro Canario, Esteban Guerra, confía en que el evento siga creciendo con los años y puedan continuar enseñando a los pequeños la cultura canaria durante muchos años más. "Ya me encuentro a jóvenes que vinieron de niños y que descubrieron el garrote o el gofio con nosotros", explica Guerra que pide a las instituciones públicas que incluyan más historia, geografía y cultura canaria en los programas educativos para que este legado no se pierda.