Los presuntos responsables del cayuco que volcó este lunes en la costa de Senegal cuando trataba de alcanzar de manera irregular las islas Canarias, lo que causó la muerte de 15 de sus más de 100 ocupantes, serán juzgados por estafa y homicidio involuntario, informó la Fiscalía senegalesa.

"Las siete personas bajo custodia policial serán remitidas a la Fiscalía de Ziguinchor al término de la investigación. Se prevén procesos por cargos de asociación de delincuentes, organización de migración irregular, homicidio involuntario, puesta en peligro de la vida ajena y estafa", dijo el fiscal del Tribunal Superior de Justicia de Ziguinchor (donde ocurrieron los hechos), Papa Ismaël Diallo.

Según informó a última hora de ayer la Agencia de Prensa Senegal (APS), tras el accidente, se abrió una investigación y la Gendarmería nacional anunció la detención de siete sospechosos de la autoría material del viaje, mientras continúan las operaciones de búsqueda para encontrar cuerpos o a posibles supervivientes.

Los hechos sucedieron el pasado lunes cerca de Kafountine, localidad costera situada en el departamento de Bignona, en la región sureña de Ziguinchor.

Según informó pocos días después el gobernador regional, Guédj Diouf, el cayuco volcó a causa de un incendio que habría sido provocado por alguien que estaba fumando dentro de la embarcación.

"A menudo en estos cayucos hay carburante", señaló, al indicar que una persona resultó "gravemente herida por quemaduras" y que fue ingresada en el hospital regional de Ziguinchor.

En total, 92 personas fueron rescatadas -incluyendo 69 senegaleses, ocho gambianos, ocho guineanos, cuatro nigerianos y tres bisauguineanos-, informó la Fiscalía, mientras 15 cuerpos sin vida fueron recuperados hasta ahora.

Senegal es uno de los países prioritarios para evitar la migración irregular hacia Europa a través de la ruta atlántica, que se reactivó en los últimos meses de 2020 con cientos de jóvenes que volvieron a subir a los cayucos debido al cierre de las fronteras terrestres por la covid-19 y por las dificultades económicas agravadas por la pandemia.

En 2006, durante la conocida como "crisis de los cayucos", llegaron a las islas Canarias más de 32.000 personas que partían en barcos tradicionales de pesca, principalmente desde Senegal, Mauritania y Marruecos.