Se llama Gerardo Domínguez, tiene 30 años, es de Lomo Cementerio y ayer entró en la historia de los carnavales de Telde al convertirse en el ganador de la cuarta edición de la carrera de tacones. Un evento que cada año gana en locura y divertimento por el desparpajo y la guasa que al asunto le imponen sus participantes. Domínguez, que corrió casi 'obligado' en el sarao por su novia, se calzó unas botas blancas de nueve centímetros propiedad de aquélla y se recorrió medio San Gregorio en menos de lo que baila una comparsa.

En concreto, este asiduo a los maratones, invirtió poco más de siete minutos en sortear todos los obstáculos que se le pusieron por delante y en sacar una gran ventaja al segundo y al tercer clasificados (Echedey Vera y Eduardo Vega). Exhausto, sin capacidad de amortiguación y luciendo un modelo inspirado en Pipi Calzaslargas, el bueno de Gerardo dedicó el triunfo a su chica tras una carrera disputada ante 2.000 personas. "He pasado mucho frío y lo más 'jodío' ha sido el salto de vallas", declaraba poco antes de recibir su galardón: 300 euros y ser miembro del jurado de la gala drag de anoche.

Echedey Vega, con una fantasía pitufa y el dorsal 4 en el pecho, también achacó a su novia el motivo de su participación en la jarana, en la que no faltaron las risas. Entre los diez corredores podían verse trajes y tacones de todo tipo, con un modelo de guardia civil que arrancó mil y un piropos. El tercero en la línea de meta fue Eduardo Vega, de Las Huesas. En un dechado de realismo reconoció desde su atalaya que había ganado cien euros que no sabría si algún día cobraría. Y es que en Telde, divertimento mucho, pero liquidez.... poca.