El Carnaval de México es ya historia. Arucas celebró ayer el entierro de la sardina, que despide varias semanas de disfraces, murgas, galas, cabalgata y concursos. El falso luto animó más que nunca las calles de la localidad.

La tradición vuelve a ponerse en escena en Arucas. No hay carnaval sin una despedida rociada de luto, llantos, velos y gestos exagerados, rociado todo ello con los colores vivos de las murgas que animan la marcha. Los aruquenses han puesto la guinda a un carnaval que se fijó en el mundo latinoamericano, en el que no faltan los ponchos, los enormes sombreros, grandes mostachos y las clásicas expresiones de ¡viva México lindo! La damnificada ayer volvió a la sardina, que acabó siendo pasto de las llamas.

En cualquier caso, los barrios del municipios seguirán disfrutando de sus particulares carnavales, que se prolongará el sábado de la próxima semana con un baile de piñata en la plaza de San Juan. Para poder acceder se hace indispensable ir disfrazado para degustar el conduto, con sus tortillas de carnaval.