Como era de esperar, puesto que es lo habitual todos los años, la cabalgata del carnaval de Las Palmas de Gran Canaria volvió a reunir a más de doscientas mil personas, entre espectadores y participantes, al mismo tiempo que batía el récord del número de carrozas, alcanzando la cifra de 108, notablemente mejoradas en su presentación y todas con cuatro vigilantes a lo largo del recorrido por motivos de seguridad. Acostumbrados a ver el acto más carnavalero convertido en un caos durante 36 años, en su travesía Puerto-Las Palmas, se hacía necesario buscar alternativas para poder solucionar el problema, que tanto daño hacía a este evento. Tuvo que llegar la celebración número 37 para que el Ayuntamiento por fin diera con la clave. La decisión no era nada fácil de tomar, sobre todo a la hora de cambiar el sentido de la multitudinaria comitiva. Dominar 108 carrozas y más de 200.000 personas en un recorrido de apenas diez kilómetros, caracterizado además por su estrechez y en sentido inverso al habitual, requería de mucha organización. Estaba además el otro gran problema, el de buscar una zona adecuada para el aparcamiento y que no supusiera impacto para el tráfico, de las 108 carrozas participantes. También se acertó en la elección del Guiniguada. Si a todo esto añadimos el día excelente que se presentó para las mascaritas, se presagiaba que la cabalgata podía ser un éxito, aunque también fueron muchos los que vaticinaban un nuevo fracaso. Al final, ganaron los optimistas, porque hubo una perfecta coordinación y colaboración por parte de las carrozas, policía local, mascaritas -que apenas cogieron resuello-, etc., reduciendo el tiempo de recorrido a la mitad con respecto a años anteriores. El sábado el público asistente, con una mezcla de abuelos, padres, hijos y nietos -que se quedaron sin la lluvia de caramelos en una acertada prohibición- pudieron disfrutar de toda la comitiva y del buen rollo carnavalero mejor que en otras ocasiones, al pasar de doce a cinco horas de espera, por la fluidez y rapidez del recorrido, sin apenas contratiempos. Tenía que llegar el carnaval de 2013 para dar por fin con la clave, mérito que corresponde a la Sociedad de Promoción por haber cogido el ´toro por los cuernos´ y decidirse a dar tan importante paso. Imaginamos que el recorrido del sábado, y dado el éxito alcanzado, va a quedar a perpetuidad. Al menos, durante la tarde-noche la exitosa cabalgata nos hizo olvidar el mal trago del Parque de la Música, con la retirada de feriantes incluida, la denuncia vecinal, los chiringuitos y el recuerdo de los mogollones en el parque Santa Catalina. María Isabel García Bolta anuncia además la buena noticia de la ampliación del carnaval de día en próximas ediciones, así como la del equipo artístico comandado por el grancanario Israel Reyes. Parece que vamos en la buena dirección. Hay que innovar, buscar alternativas, en definitiva, trabajar durante todo el año por el bien de las fiestas más multitudinarias de Gran Canaria, que mueven millones de euros. ¿Sería iluso pensar en retomar las negociaciones con los vecinos del parque Santa Catalina para que vuelva la movida a donde nunca debió salir€?