Con una barba tipo maestro Po de David Carradine en Kung Fu y la mirada perdida en un horizonte más allá de su atrezo, Drag Trisómico esperaba su turno. Héctor Santana, aspirante con síndrome de Down, era anoche uno de los 35 valientes que querían su plaza para subirse a las plataformas y deleitar al público en la gala del próximo viernes, a las 21.00 horas, en el parque Santa Catalina. Cada rincón del edificio Miller era una escena especial, unos hablando por el móvil, otros tomando una cena rápida, algunos a medio pintar, otros, con la pistola de silicona dando los últimos retoques a su fantasía... pero todos ilusionados y un poco nerviosos. "¿Que por qué me presento? Pues porque sí... y ya está", confesaba Héctor, con un arte que quita el hipo.

Norma Ruiz es Drag Noa. De Telde, estudiante, de "pocos años", se presenta cada edición desde 2008 y siempre fue preseleccionada. Tranquila y muy segura de sí misma, daba un consejo que más de uno debería tatuarse a fuego: "Hay que ser muy cariñosos y dar muchos besitos en Carnaval, que es gratis". Ya lo dice su fantasía ¿Hey, ni un besito siquiera? Con este antídoto contra los malos humores, la joven no quiso desvelar el tono de su espectáculo, aunque dio una pequeña pista: "Es un cuento clásico de toda la vida".

Un poco más hacia el interior del edificio y después de esquivar el decorado rodante de otra aspirante y detenerse un segundo ante una congregación de maniquíes de monjas de Drag Tullida, se podía encontrar a Drag Ziben. ¿Y ese nombre? "Mire, la 'z' y la 'n' por mi hermana y la 'n' también por mí, que me llamo Jonay". Su hermana es Nazaret, lo que despeja la duda. Él lo tiene claro, lo que hay que hacer sobre el escenario en la Gala Drag es "hacer sonreír al público". El humor fue uno de los ingredientes principales con los que nacieron estas reinonas que se han hecho las reinas del Carnaval capitalino, aunque, en muchos casos, sus puestas en escena hayan tomado derroteros más apocalípticos o atléticos. Drag Ziben quiere recuperar ese espíritu y aunque no ha sido preseleccionado en las otras dos ocasiones en las que se ha presentado, anoche esperaba que "a la tercera" fuera "la vencida".

La Isleta es a las Carnestolendas lo que Reino Unido a Eurovisión. Si no hay un representante, hay que inventarlo. Las calles del intrincado barrio capitalino han dado muchos e ilustres carnavaleros y no iba a ser menos Álvaro Suárez, que "desde chico" ha sabido que quería ser drag. Ayer era la primera vez que se presentaba y estaba arropado por su gente. Es Drag Ástart. "Es una diosa mesopotámica de la luna. Elegí el nombre en honor de mi tía, que es la persona que yo más quiero", revelaba con una hermosa sonrisa y una inquietante mirada que atravesaba sus lentillas turquesa. Y claro, allí estaba la tía, Verónica Palacios, para más señas, que dejó claro de dónde le viene el arte a su sobrino: "Siempre nos disfrazábamos juntos y nos pintábamos y bailábamos, desde muy pequeñito". La diseñadora del la fantasía Loly Arbelo confesaba que lo más difícil fue hacer las botas y que en la última semana, casi ni ha dormido dándole los últimos retoques al traje. "Lo va a dar todo", sentenciaba, con el rostro salpicado de purpurinas errantes.

"Me encanta el Carnaval, pero cuando te presentas al concurso te lo pasas todo el tiempo entre aguja e hilo", señalaba Drag Valkiria o, más bien, su álter ego Nelson Rodríguez, de 23 años, con cinco años de experiencia y que prometía un espectáculo "apoteósico" from Moya con sus bailarines Estefanía, Raquel, Brian y Ayose.

Drag Shaniqua quería dejar una huella positiva. "Mi nombre viene de una palabra sudamericana que significa persona de la que te acuerdas porque es agradable... Lo busqué en internet", adelantaba Omar Nelson, de 21 años y de Arucas, que quiso interpretar un montaje "muy visual por el color".

Bang Drag es Aday Sousa, de 22 años, peluquero y modelo, que se presentaba por primera vez, pero tan tranquilo él. Hablando por el móvil y con una cosa clara: "Voy a pasármelo bien". Al cierre de esta edición aún no se conocía el desenlace de este cuento... el colorín colorado, el próximo viernes, cuando se coronará a la Drag de 2015.