De avatares, con sus mallas azules, sus arcos y un USB en la coleta para conectarse con la madre tierra o con cualquier otro disfrazado de la misma esencia y con un carrito de Hiperdino reconvertido en un flamante dragón rojo que escupía fuego cargado de botellas de Arehucas. Con esa guisa salieron en unos Carnavales la banda de pop rock canario Efecto Pasillo, que ayer actuaron de pregoneros de la fiesta más internacionales de la ciudad. Fue uno de los recuerdos que relataron a los miles de asistentes que se congregaron frente a las Casas Consistoriales, convertidas en un gran escenario de cabaret, para ver a los autores de Pan y Mantequilla, uno de sus éxitos. Con el pregón se dio el pistoletazo de salida a Los locos años 20, que finalizarán el 21 de febrero.

Una caravana de mascaritas, representantes de murgas y comparsas y una carroza, en la que iban las candidatas a Reina y a Drags Queen del Carnaval 2016, anunciaron desde la Alameda de Colón hasta la plaza de Santa Ana el acto.

Los componentes del grupo -Iván Torres, Javi Moreno, Nau Barreto y Arturo Sosa- sorprendieron a los asistentes desde el balcón consistorial para en unos minutos bajar al escenario y amenizar la velada con tres de sus temas, que interpretaron entre recuerdo y recuerdo, acompañados por la Gran Canaria Big Band.

El vocalista Iván Torres, que apareció con una gabardina y se descubrió como una cabaretera con boa naranja incluida ya que como tantos "me vuelvo loca en Carnaval", dijo que aprendió a bailar la cumbia el año en el que vino el grupo Ráfaga. Y explicó que en las Noches de Carnaval hay que llevar "las deportivas más cochambrosas que encuentres en casa". Él intentó una noche llevar unos taconazos pero "se lleno de ampollas".

El batería Javi Moreno, vestido de gánster, también dio rienda a su memoria carnavalera con su "espiral de indecisión" de cada fiesta intentado elegir disfraz en el Carolan. Explicó que una noche de mogollón salió de casa a escondidas de sus padres y acabó con sus amigos en el hospitalito, donde se encontró a una amiga de su madre. El resultado no fue otro que una bronca monumental al día siguiente de sus padres.

Arturo Sosa, el bajista, vestido de cabaretera aseguró que el único que hace el ridículo en el Carnaval es el que está "quieto, soso, y sin disfraz" y que a él simpre le funciona el de embarazada porque así se cuela en baños y en chiringuitos.

El guitarrista Nau Barreto, de romano porque se 'equivocó' de temática del Carnaval y pensó que estaba "en Las Palmas Augusta", `[por eso del alcalde Augusto], puso el toque sentimental de la noche al recordar cómo empezó la carrera del grupo y en el lugar que están ahora, y agradeció a todos los canarios su apoyo durante estos siete años.