¿Es usted una 'flapper girl', igual que el nombre de la fantasía de su traje?

Por supuesto que sí, porque me encanta el Carnaval y me gusta estar en todos los sitios donde haya diversión.

¿Siguió todo el proceso de creación de su vestido?

Me lo probé dos veces nada más. Me gustó muchísimo y tengo que decir que la diseñadora, Idaira Niño, fue muy amable y cariñosa conmigo y no la conocía de nada más que ir con mi amigo Fran a la modista.

¿Cómo recuerda su paso por el escenario?

No recuerdo nada, mi niña. Yo me quedé ciega cuando entré en el escenario. Y después de entrar no me acuerdo de nada de lo que hice.

Dicen que se inventó la coreografía sobre la marcha y al final arrasó. ¿Es eso cierto?

Sí [risas]. Me la inventé sobre la marcha, porque no era así como yo la tenía pensada hacer.

Y la había ensayado mucho?

Ese mismo día. Vino mi hija la pequeña a casa y la estuve ensayando un pizco, pero cuando salí al escenario saqué otra coreografía de adentro porque me nació así, no sé ni cómo fue.

¿Se esperaba ser la ganadora?

No. Yo participé porque me gusta mucho el Carnaval, lo siento, lo vivo y lo disfruto.

Con respecto a la Gala de la Gran Dama, ¿cree que deberían participar más mujeres?

Sí. Yo le aconsejo a todas las señoras de sesenta años para arriba, que se presenten y tengan ánimo. Que no les dé vergüenza de salir al escenario, sino que salgan y disfruten el momento.

¿Se presentará algún año más?

No. Ya con este he vivido la experiencia, así que no creo que lo haga más. Ahora toca que otras personas se animen a presentarse para que sientan lo que estoy sintiendo yo hoy.

Tiene 70 años. ¿Cómo lo hace para conservarse tan sumamente bien?

[Risas]. Pues toda la vida echándome crema Nivea [risas]. No tengo un lifting ni nada, sino todos los días poniéndome crema Nivea.

¿Recuerda el primer disfraz que se puso?

El primer disfraz que me puse fue de mujeres de la galaxia y me lo puse para ir a una fiesta en la Atalaya de Santa Brígida, que la organizaba un tal Montú, que hacía unas fiestas muy bonitas. De esto hace por lo menos 25 años ya.

¿Este año se va a disfrazar de algo?

No, este año no. Lo cierto es que este año no quería ni ir en una carroza y al final voy por haber salido Gran Dama.

Asegura ser muy carnavalera. ¿Cómo se vive en su familia una fiesta así?

Lo vivimos muy adentro todos. Tengo una hija que, de hecho, lo siente como yo.

¿Qué es lo que más le gusta a usted de las carnestolendas?

Estar en el escenario [risas].

Usted es de La Isleta, el barrio donde nació el Carnaval y, además, ya tiene trayectoria en él. ¿Cómo era antaño?

Antes era diferente. Recuerdo que mi madre se disfrazaba con un pantalón y se ponía un antifaz. Hoy no es así, es más elaborado.

¿Echa de menos algo de ese Carnaval?

Sí, claro. Antes era más sano, era otra cosita.

Este año se han producido algunos cambios en lo que al desarrollo de las fiestas se refiere. ¿Qué opinión le merecen como carnavalera?

Me han gustado los cambios. Me ha parecido todo muy bien.

Y usted, ¿no tiene ninguna sugerencia de cara a las próximas ediciones?

Me gustaría que la Cabalgata fuera como antes, de La Isleta para Santa Ana. Porque los carnavales siempre han estado en La Isleta, que es donde nació.

¿Algún deseo para estos carnavales?

Salud y felicidad para la gente que lo vive como lo he vivido yo.