Quién se lo iba a decir hace unas semanas. Ha sido llegar y llevarse el título. ¿Cómo preparó esta aparición triunfal?

Sí, nunca me había presentado. Y, además, fue todo muy improvisado, porque me llamaron hace dos semanas y yo no conocía al equipo de maquilladoras, sino que las vi por primera vez el mismo domingo. Habíamos hablado por Watshapp, y los bailarines también tuvimos que ensayar todo muy rápido. No me había dado tiempo de conocer el diseño, porque he estado metido en el carnaval, y no me había dado tiempo para ver ni el boceto. Y el domingo solo podía decir: "para adelante".

¿Y cómo contactaron?

A través de un compañero. Fue hace dos semanas, porque necesitaban corriendo un modelo, y les dije que sí.

¿Y fuera del carnaval, a qué se dedica?

Trabajo en una compañía de cruceros, con la que me suelo ir temporadas, aunque ahora estoy centrado en acabar la carrera, que me quedan unos meses. Estudio Turismo en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.

¿Qué hace en los cruceros?

Trabajo en un espectáculo teatral acrobático desde hace más de cuatro años. Es un espectáculo que se hace un día en semana.

¿Y de la experiencia televisiva de niño, qué puede decirnos?

Eso fue hace ocho años. Salió el concurso Tienes talento, en el canal Cuatro. Tenía 15 años, y ni se lo consulté a mi madre. Pero vi una oportunidad y decidí presentarme. Llegué a la final, y quedé quinto. El espectáculo era de telas aéreas, y me sirvió mucho que antes había hecho gimnasia artística. Y luego fui desarrollando otras modalidades, y he ido creciendo.

En cuando a la actuación que le dio el triunfo en el parque Santa Catalina, ¿qué recuerdos guarda de esos momentos?

Me impresionó bastante. Le comentaba a mis compañeros que me había subido muchísimas veces a los escenarios, y muchísimas veces solo para que la gente disfrutara de mí, pero lo que sentí no lo puedo explicar. Fue en el momento de caminar en la pasarela cuando el público se vino arriba, y ese momento me impresionó, y la verdad es que me sentí muy bien.

¿Esa sensación no le hizo descentrarse al principio?

No, qué va. Me hizo venirme arriba. Antes de salir sentía frío, pero cuando salí no sentía nada. Sólo tenía ganas de que disfrutaran de mí, del maquillaje y, por supuesto, disfrutar yo.

En este caso entiendo que no, porque va con pintura, pero ¿en la vida cotidiana Aday Velasco es pudoroso?

Normalmente, a los que nos dedicados a esto nos suele dar igual desnudarnos delante de la gente, porque es nuestra forma de vida, y tenemos que desnudarnos prácticamente haya quien haya, y rápidamente. Pero dependiendo del contexto, sí, salvo que sean compañeros de trabajo.

Y el maquillaje que llevaba, ¿qué quería expresar?

Está inspirado en Los Nietos de Kika, porque cumplen 40 años, al igual que el Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria, y querían hacer algo especial y que les representara. [Las maquilladoras añaden que la murga les dio unas pautas sobre ellos, su logotipo, la trompeta, la vestimenta... Y el resto fue inspiración. Y también que les faltó tiempo, y que tuvieron que improvisar, porque se vieron obligadas a introducir cambios de última hora por falta de tiempo, pese a las siete horas de trabajo. Y que el boceto tenía muchos detalles en el tronco del modelo, que les obligó a entretenerse mucho en los detalle y el volumen. Y destacan el colorido, el volumen y los dibujo, porque "fueron muchos elementos en uno", y que las tres se complementaron. También destacan la música. "Era fundamental. Queríamos que fuera algo muy carnavalero". La eligieron ellas, con parte de la Afilarmónica, y el montaje lo concluyó el Dj Ansfrid Saura. "Le dimos unas canciones y le dijimos que faltaba un algo más; y ese algo más es de él. Incluyó dos temas más. Cuando escuchamos la música fue un 'Guau'".]

¿A qué hora entró en el Parque de Santa Catalina y a qué hora salió para lograr ese cambio radical? Y ¿cuánto tiempo se llevó el maquillaje?

Entré a las 11 de la mañana y salí cerca de las once y media de la noche. Y de ese tiempo, fueron unas siete horas de pintura.

Hubo muchos momentos en los que pensó ¿qué hago yo aquí?

Hay fases en las que te quieres ir a tu casa, otras en las que te dicen que me fuera a caminar un rato, pero prefieres que terminen ya para salir, pero cuando ves el boceto terminado dices que quieres salir y disfrutarlo, y que quieres repetir.

Usted tenía a tres maquilladoras: Carmen Arranz, Karen García y Marta Artiles. ¿Cúantas manos podía tener encima al mismo tiempo?

Se las arreglaban como podían. Unas arriba, otras agachadas... Nos complementamos bastante bien, porque eran seis manos y sin parar. Las tres maquilladoras estaban al mismo tiempo, y luego poco antes de salir se sumaron los demás, el fotógrafo...

¿Y la sensación mientras le maquillaban el cuerpo?

Yo les decía a ellas que si me hubiesen maquillando acostado me hubiese quedado dormido, porque fue un placer. Estar sentado y que te hagan cosquillas, era muy satisfactorio.

Cuando lo estaban pintando ¿cómo se veía? ¿Creía que iba a tener la oportunidad de ganar, como sucedió?

Todo fue hecho a mano, hasta las profundidades del dibujo, cuando yo apenas puedo hacer un garabato. Para mí es un arte. Nos complementamos bien su arte y el nuestro. Y se creó algo bonito. Aunque no hubiésemos llegado a nada, la gente se hubiese acordado de nosotros.

¿Cree que le benefició que fuera todo tan rápido, ya que se lo propusieron hace apenas 15 días, y ha estado liado con otras tareas del carnaval?

A veces las cosas improvisadas son las que mejor salen. No sé hasta qué punto. Y hasta la coreografía fue muy rápida. Es que estamos en mil ensayos del carnaval, para la Obertura, y había que sacar una horita de la comida y del descanso para ensayar. Estuve en la Obertura de la gala, el sábado en la preseleción drag con Drag Noa y pasó a la final, en la que estaré el viernes. Tenía que haber tenido una habitación en el edificio Miller. Ensayamos dos horas, en casa de la chica, porque era una chica y dos chicos, porque teníamos que volver a Las Palmas para el ensayo general. Y fue rapidísimo. Salimos nerviosos, porque no había tocado el escenario.

¿Pudo ver algo del resto de compañeros?

A algunos. Pero sí vi el trabajo dentro y era espectacular. Había mucho nivel.

¿Cuál fue su primera reacción cuando escuchó su nombre como ganador del concurso?

Miré a la maquilladora y le pregunté qué hacía, salto, grito... Para nosotros los bailarines era una experiencia, porque nunca lo había hecho. Y al quedarme quieto, me empujaron prácticamente. Nunca me había gustado tanto que me llamaran Jesús como en ese momento. Yo me fui y ellos seguían dentro saltando. [Las maquilladoras también coincidieron en que: "no escuchamos el nombre, pero hacíamos loterías de quién ganaba. Y al oír algo de refilón, la primera pregunta es si hay más Aday. Y nos tiraron del brazo.].