¿Cómo se consigue fusionar danza y Carnaval?

Primero te tienes que adaptar a la temática del Carnaval. En esta edición, al ser de los años 20, hay que usar mucho el charlestón. Pero también hay que pensar en el público y, por lo tanto, tiene que ser todo muy visual. Cada coreógrafo tiene su forma de trabajar. En mi caso intento que se vea un trabajo artístico serio. Y meto Carnaval con algún paso de salsa que, a la vez, fusiono con lo mío que es Jazz- funk y el contemporáneo para que se vea más elegante. Y creo que lo conseguí en la obertura de la Reina.

Ahora toca la Gala Drag. ¿Con qué van a sorprender al público?

Este año Israel ha innovado y el tema para la Gala Drag es muy de discoteca, como de matiné, aprovechando que está todo el mundo de pie. Y esto no es algo que se haya hecho otros años. La obertura va a ser todo musicón, como si fuese una fiesta y creo que va a gustar.

¿Cómo ha sido trabajar con tantas personas desconocidas?

Durante los primeros días es la toma de contacto y ahí no avanzas mucho porque tienes que ver los estilos que tiene cada uno. Pero ahora sí sé cómo trabajan y de cara a la gala drag sé cómo sacarle partido a cada uno. Al principio también fue duro porque había que sumarle el hecho de que también había personas que no se dedican a la danza y tienes que tener la capacidad de mover a esa gente y hacer que parezca que son profesionales.

¿Qué es lo primero que se le enseña a alguien que no se dedica profesionalmente a bailar?

La presencia en el escenario. A partir de ahí bailamos. Y, por supuesto, la figuración, ya que hay que estar metido en el papel porque las cámaras están grabando.

Fue coreógrafo del Carnaval de Telde, pero se estrena este año en la capital. ¿Por qué cree que le han dado esta oportunidad?

Porque tengo una escuela de danza y llevo 14 años haciendo espectáculos con mis alumnos. Israel Reyes conoce mi trabajo y quiere irse superando cada vez más y contar con gente profesional en su equipo. Por eso creo que me llamó y me parece que esa profesionalidad la logramos en el espectáculo.

¿Qué disciplinas imparte en su escuela?

En mi escuela se imparte una formación académica a partir de los tres años y hasta más o menos los 20. Allí trabajamos hip- hop, Jazz- funk, danza lírica, ballet clásico y musicales. O sea, que los chicos son muy versátiles y pueden hacer cualquier disciplina.

¿Dónde suelen actuar?

La participación en el Carnaval con la escuela es muy importante y algunas de mis niñas han salido en la obertura y como complemento en algunas galas. También he hecho espectáculos en el Cicca, en el Víctor Jara. En marzo empiezo a preparar con todos los chicos un musical de los 80.

¿Cuándo empezó usted a bailar y en qué momento decidió convertirse en coreógrafo?

Empecé a los ocho años con Lorenzo Godoy y a partir de ahí pasé por todas las escuelas de Las Palmas de Gran Canaria, recibí becas para irme fuera y me formé en Madrid, Barcelona, Londres y Nueva York. Después volví a Madrid a bailar y allí trabajé durante cinco años en musicales como La Bella y la Bestia y también en televisión. Fue luego cuando regrese a la Isla y monté la escuela en la que ahora mismo tengo unos cien alumnos.

Después de pasar por el Carnaval. ¿Cómo se ve en el futuro?

Como llevo 14 años con la escuela me apetece hacer cosas fuera. A mí esto de Israel me ha dado vida. Le he cogido el gusto y quiero seguir creando y trabajar con otra gente porque así se aprende mucho. Me ha pasado ahora con Montse, de dirección, y ha sido una pasada lo que he aprendido con ella este tiempo.

¿Le gustaría repetir el año que viene en el Carnaval?

Me gustaría porque además me lo he pasado genial. Este año ha sido un poco duro porque he sido el nuevo [risas] y al principio tenía muchos nervios. Pero sí que me encantaría porque estoy muy satisfecho con mi trabajo.